«Lo que voy a decir ahora puede golpear, y lo que voy a decir ahora reclama oración a todos».

Poco después de las 8 de este domingo, Mario Haller, párroco de Nuestra Señora de la Piedad, ocupó su tiempo en la misa en el Templo a Jesús Misericordioso para revelar la frustrada negociación que durante los últimos cinco años llevó adelante el Arzobispado de Paraná con la congregación Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad, que acabó en escándalo.

La Iglesia de Paraná quiso retener el uso del amplio edificio que supo ocupar el Asilo San Antonio, en Paraguay e Italia, pero en medio de las conversaciones, la operación inmobiliaria se cerró, de espaldas a las autoridades eclesiásticas locales.

Asilo San Antonio: la propiedad en litigio.

El 14 de este mes, el arzobispo Juan Alberto Puiggari recibió una comunicación en la que las religiosas le informaron que el edificio que ocupó el viejo Asilo San Antonio, contiguo a La Piedad, fue vendido. La operación inmobiliaria quita a la Iglesia de varias dependencias y hasta de la casa habitación del párroco.

La venta fue el punto final que desató el enojo y el escándalo dentro de la Iglesia y fue consecuencia de un diálogo frustrado.

«Durante cuatro gestiones episcopales, desde monseñor (Adolfo Servando) Tortolo en adelante hasta hasta hoy, y durante el ejercicio de ocho párrocos -yo soy el octavo- se ha intentado un diálogo pacífico para llegar a una solución con las hermanas de la Congregación Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad, que tuvieron durante mucho tiempo el Hogar San Antonio. Ahora queda una sola, la hermana Carmen», dijo Haller.

 

Este domingo, Haller resolvió hacer pública una negociación que se extendió por años, que fue trabajosa, y que concluyó del modo menos esperado:  «No puedo entrar en los detalles, pero desde hace cinco años me he ocupado de modo intensivo -lo mismo que los párrocos anteriores- de la situación para intentar una resolución. Le ha venido al arzobispo la comunicación, con fecha 14 de julio de este año, desde la ciudad de Buenos Aires, de la venta de parte de la propiedad, con lo cual la parroquia queda sin las dependencias para uso pastoral,  y que luchábamos para que permanezca dentro de la iglesia, al menos una parte, porque la parroquia, si esto se lleva adelante, queda desprovista de espacios pastorales».

Estupor en la Iglesia por la venta de parte de la parroquia de la Piedad

 

En un desacostumbrado tono destemplado, el sacerdote habló de «extraño» procedimiento de las franciscanas. «Ha sido un extraño procedimiento, por no usar otro adjetivo, de la congregación , con la cual ha sido imposible dialogar. Lo digo en primera persona, y no quiero entrar en detalles ahora, porque ustedes han venido a celebrar por otro motivo pero es necesario que sepan porque esto va a tomar curso público. No se ha podido dialogar y nos han informado que han vendido», explicó a la feligresía que este domingo asistió a la misa de primera hora de la mañana en Jesús Misericordioso.

El sacerdote lamentó que mientras desde el Arzobispado se negociaba para mantener la propiedad para el uso de la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad, la congregación de las franciscanas ya habían cerrado la venta. «Lo más doloroso es que han vendido hace un año. En consecuencia,  todos los últimos reclamos que hemos hecho era pura ficción. Es lamentable. No pierdan la fe por favor. Suceden estas cosas dentro de la Iglesia: es inconcebible que no se pueda dialogar entre una congregación religiosa y un arzobispado. Es inconcebible. Va contra toda vida evangélica», lanzó.

Al final, dijo que «el dolor más grande no son los bienes sino que esos bienes son el fruto de las generaciones que nos precedieron y que pusieron el lomo para hacer obras de la caridad y de apostolado cristiano, y ahora, con tan extraño procedimiento, por no usar otro término, se vende. Eso no es el camino ni humano ni cristiano.  Sé que decir esto va a tener para mí una denuncia. Pero como dice el Evangelio, la verdad los hace libres. No estoy mintiendo. Estoy diciendo la verdad. Y está documentada».

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora