El Ministerio de Salud echó al ginecólogo Horacio Esteban San Miguel, personal de planta del Hospital Centenario de Gualeguaychú, quien había sido separado de sus funciones por el exdirector de ese centro asistencial, Eduardo Elías, medida que el profesional recurrió mediante un recurso de amparo que le resultó favorable por lo cual el Estado debió reincorporarlo.
Luego de ese fallo favorable que dictó el Superior Tribunal de Justicia (STJ), San Miguel se reintegró a sus funciones en la Guardia del Hospital Centenario el 13 de julio de 2022 «con un aparente cuadro de excitación vociferando y mostrando un arma, que en apariencia habría sido de fuego, e invitando a sus compañeros a que palpen», según el relato contenido en el decreto N° 2.433 del 6 de septiembre último.
El puntapie inicial de la investigación que derivó en la decisión de cesantearlo a San Miguel lo dio una presentación, el 8 de julio de 2022, del exdirector del Hospital Centenario -ahora designado al frente del Hospital San Blas, de Nogoyá-, Eduardo Elías, dirigida a la entonces ministra de Salud, Sonia Velázquez.
Uno de los testimonios que incorporó el sumario es el de la obstetra Claudia Figueroa, que declaró que trabajó alrededor de once años con San Miguel, quien en los últimos seis o siete años «comenzó con problemas de adicción». Su testimonio es demoledor: «Consumía todo lo que tenga a su alcance, tranquilizantes y se los inyectaba, se veían los pinchazos en los brazos, desconociendo si además consumía otra sustancia, me refiero a otra droga legal o ilegal. Como ya lo aclaré en la Declaración que reconocí precedentemente en la Fiscalía, yo no estuve presente el día de los hechos aquí investigados en que el sumariado llegó armado al Hospital, el día 13/07/22, me contaron todo lo que había pasado y por eso se dispuso este sumario administrativo. Quiero decir que este médico en ese estado de consumo es un peligro, primero para los pacientes, los bebes, las madres, porque es médico obstetra».
La profesinal resaltó San Miguel «en ese estado de consumo es un peligro, primero para los pacientes, los bebés, las madres, porque es médico obstetra. Con respecto al uso de los ´fórceps´ que se utilizan para extraer al bebé del conducto de parto de la mamá, hacía uso abusivo, utilizándolo inadecuadamente, porque lo hacía en un plano incorrecto, es decir que para una buena toma de fórceps se requiere un tercer plano, para no dañar al bebé, es decir utilizaba el fórceps antes de tiempo, provocando daños cerebrales irreversibles en el bebé, no esperaba o no aguardaba que el bebé bajara del canal de parto lo suficiente, para recién allí tomarlo de la cabeza con el fórceps, como consecuencia de ello tiene que hacer más fuerza sobre la cabeza del bebé, lo que le provoca daño». La obstetra sumó que el ahora despedido profesional tuvo «varias denuncias de distintos pacientes por mala praxis».
Otro médico, un residente, Kevin Daian Monti Benedetti, lo encontró aquel 13 de julio de 2022 a San Miguel en la Guardia del Hospital Centenario, se acercó a saludarlo y lo vio «en estado de exaltación verborrágico, inquieto». Dijo que no vio el arma pero que San Miguel le pidió que «palpara» su bolsillo y que descubrió «algo sólido».
El exdirector Eduardo Elías se enteró del incidente del arma por boca del Jefe de Servicio, Pablo Arbelo. «Me dijeron que era un rifle de aire comprimido», sostuvo y sumó en su testimonio que «hubo familiares de pacientes, de quienes no recuerdo los nombres, pero con quejas de la mala atención por parte del sumariado, incluso poniendo en tela de juicio o cuestionando las decisiones médicas del sumariado, por ejemplo el de dilatar los tiempos de una cesárea o parto».
Elías agregó un hecho: «El caso que más recuerdo es el reclamo de un papá de un bebé recién nacido, que ante la decisión del sumariado de postergar el parto de la pareja del señor, el parto se realizó tardíamente por otra profesional, resultando complicaciones para el recién nacido, que terminó en Terapia Intensiva neonatal, con mucho riesgo de vida; recuerdo que el papá del bebé me dijo que ´quería cagarlo a palos al doctor San Miguel´ por la decisión que había tomado de postergar el parto. Esto me llevó a tomar la decisión de suspenderle la suplencia que poseía el sumariado, porque no tenía un cargo de planta permanente, fue remplazado por otro profesional».
Después de ser dejado cesante por Elías, San Miguel acudió con un amparo a la Justicia, ganó en las dos instancias, y el Hospital Centenario debió reincorporarlo. El exdirector aceptó que «no tuve alternativa y cuando se reincorporó, al poco tiempo de ser reincorporado aparece con esta arma y sucedieron los hechos que originaron este sumario administrativo».
Ese sumario, ahora, derivó en la decisión de cesantía para el médico San Miguel.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora