El dato lo dio a conocer la seccional Uruguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Pero no importa la fuente: importa, y mucho, el dato.
El dato es demoledor, y sintomático de lo que ocurre ahora en las escuelas de la provincia, la mayoría en emergencia por el desastre climático de abril, a raíz de los efectos de la corriente del Niño.
“Una escuela de 470 alumnos recibió en lo que va de 2016 sólo $234 para limpieza”, advirtió el sindicato.
Y la cifra puesta así, suelta, quizá no diga mucho. Aunque si se le agrega un dato desagregado resulta escandalosa: van 40 días de clases y se recibieron menos de 50 centavos por alumno para limpieza.
¿Cómo se hace?
Lo que se hace es una resolución inversa a la gratuidad de la enseñanza pública: se vuelve, de algún modo, onerosa.
Los padres tienen que pagar la cooperadora, y con los fondos que la escuela recauda así se financia el mantenimiento y la limpieza de los edificios. Y en ocasiones, algunos gastos más también.
El docente uruguayense Luis Fernández, que suele mirar con detenimiento los números del Presupuesto, señala un dato: en el año 2016, el Consejo de Educación tuvo una asignación de un 18,57 % de los fondos presupuestarios provinciales.
Luego, añade algo otra información, muy relevante: la más alta inversión se alcanzó entre los años 2007 y 2009, mientras que la asignación más baja se registra a posteriori de la crisis del año 2001; con el 15,81 % en 2002, 17,30 % en 2003, 16,93 % en 20044, y 16,95 en 2005.
Para el año 2016 los fondos de Educación suman $10.785.025.000,00. “Si sumamos el gasto de Personal y las Transferencias, se puede decir que prácticamente el 96,80 % de los fondos se destina a sueldos, mientras que el 3,2 % se financia el funcionamiento de todo el sistema de educación, es decir, las escuelas de todos los niveles y también toda estructura administrativa de educación. Esta realidad no es exclusiva de presupuesto 2016, sino que es una proporcionalidad distributiva que se ha mantenido a lo largo del tiempo”, dice Fernández.
Nada ha cambiado a lo largo de los años en la distribución de recursos en Educación, y por eso para Entre Ríos es clave el sostenimiento de la ayuda que viene de Nación a través de los diferentes programas.
“La distribución de fondos es prácticamente la misma, y esto ha ocurrido invariablemente por largo tiempo, y las causas que la motivan se pueden hallar en la transferencia de los servicios educativos nacionales a las provincias en su momento, sin los fondos respectivos y a la cesión de fondos coparticipables a favor del estado nacional –añade–. Esta realidad no afecta solo a Entre Ríos, sino que se replica en todas las provincias, teniendo mayor incidencia den aquellas que por su estructura de recursos dependen mayoritariamente de la Coparticipación Nacional. Esta es la explicación de los conflictos salariales, de la falta de mobiliario, del deterioro edilicio, etc. Esta es la realidad que permite decir que la no continuidad del aporte nacional para el sostenimiento educativo, presagia un futuro crítico para educación pública”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.