Nora Romero de Clari, exdirectora de Caritas de la Iglesia Católica, tiene nuevo cargo en la estructura del Consejo General de Educación (CGE), organismo al que llegó en 2008 para cumplir la misma función de siempre: implementar el programa de Educación Sexual.
Ahora, la gestión del presidente Martín Müller le otorgó un área con nombre distinto: es coordinadora de Políticas Integrales de Cuidados en el Ámbito Educativo.
En 2008, cuando llegó al CGE de la mano de Graciela Bar, se ubicó como coordinadora general del Programa de Educación Sexual en la Provincia.
Luego, durante la gestión del primer titular de Educación que tuvo el gobernador Gustavo Bordet, José Luis Panozzo, rebautizaron su área como Coordinación de Políticas Transversales.
Romero de Clari llegó a dirigir el programa de Educación Sexual en la Provincia luego de los cortocircuitos que hubo con la Iglesia Católica, en particular con el exvicario de Educación, Luis Alberto González Guerrico -el mismo que prohibió en los 90 la difusión de un video de prevención del sida en los colegios-, tensión que derivó en renuncias y reacomodamientos en Educación.
Entonces, era la tercera vez que el Estado entrerriano buscaba implementar un plan de educación sexual en las instituciones educativas de la provincia. Antes, lo había intentado durante la administración del ex gobernador Mario Moine, en la década de 1990, pero entonces hubo una férrea oposición de la Iglesia.
Luego, en 2005, la administración del ex gobernador Jorge Busti intentó diseñar un programa similar. Un equipo integrado por las docentes Silvia Darrichón, Mercedes Meucci y Amparo Mercante elaboró los lineamientos curriculares, y para eso se intentó reglamentar la Ley Nº 9.501 de Salud Reproductiva y Procreación Responsable, sancionada en 2003, durante la gestión del radical Sergio Montiel.
Claro que ese programa introdujo un concepto polémico, fuertemente rechazado por la Iglesia Católica: la perspectiva de género. “Más que nunca —decía aquel texto fundante del programa—, podemos en la actualidad permitirnos la relación de unos con los otros como seres humanos y como individuos, en vez de como machos y hembras estrictamente. Hasta donde podemos ensanchar nuestros esquemas de humanos y podar nuestro esquema de género, las diferencias de sexo florecerán con mayor variedad. Lejos de borrar las diferencias entre los sexos, permitirán surgir las diferencias reales”.
No bien se enteró de ese proyecto, la Iglesia Católica salió a cuestionarlo públicamente, y a afirmar que esa concepción era contraria a la fe cristiana. La consecuencia fue la esperada: el Gobierno congeló el plan, y en el marco de un recambio de autoridades en el Consejo de Educación (se fue el justicialista José Turriani y llegó el radical Felipe Ascúa) conformó un comité de funcionarios, coordinados por Silvia Kupervaser, que tuvo la misión de limar asperezas con la Curia, y elaborar un programa cuya redacción tuviera participación eclesiástica.
Salvadas esas diferencias, el Consejo de Educación, bajo la gestión de Jorge Kerz redactó la resolución Nº 550, que fijó la instrumentación de un nuevo programa, que se pensó aplicar en etapas: la primera fue la formación de los formadores de los docentes, a partir de abril de 2006, y la segunda, consistente en la capacitación a los docentes de la provincia a lo largo 2007. Esta última fase incluyó todos los niveles educativos, excepto el terciario.
Pero esa resolución, de abril de 2006, también estableció la adhesión de Entre Ríos a Ley Nacional Nº 25.673, que dio forma al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Aunque con una visión adecuada a la realidad local, sin alusión a la perspectiva de género. Los lineamientos aprobados por el CGE ubicaron a la escuela como “colaboradora de la familia” en la educación sexual, y a los alumnos, los considera “desde su condición de personas sexuadas, varón – mujer, durante el juego, el trabajo y el proceso de enseñanza-aprendizaje”.
Al final, el plan pasó a estar durante los último doce años bajo el mando de la exdirectora de Cáritas, Nora Romero de Clari.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.