Cada kilómetro que recorren los colectivos urbanos de Paraná tiene un costo empresarial de $860. De esa cifra, un 60% se cubre con subsidios de la Nación y de la Provincia. La existencia de esos subsidios permite reducir dos veces el costo real de la tarifa que paga el pasajero: los estudios técnicos arrojan un valor de $204, que es lo que tiene previsto aprobar el Concejo Deliberante el martes 5 de diciembre. Sin subsidio, el boleto pasaría a costar alrededor de $600.
El análisis lo hizo Carlos Maisterrena, el especialista en costos contratado por la Municipalidad de Paraná para elaborar los números finales que sirven para redactar el proyecto de ordenanza de actualización de la tarifa de colectivos que luego aprueba el Concejo Deliberante. Con los datos de costos de prestación del servicio, Maisterrena llegó a la conclusión que la tarifa plana debería tener un valor de $204.
Fue el único estudio de costos que se presentó en el seno del Órgano de Monitoreo y Control del Sistema Integrado Transporte Urbano (SITU) que integran el Ejecutivo, Buses Paraná, la prestadora del servicio, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los concejales. Nadie, excepto Maisterrena, presentó un estudio de costos en la última discusión de la tarifa. Ni el bloque de concejales de Juntos ni el de Políticas para la República. Tampoco Buses Paraná, que sólo acercó una apreciación verbal: que la tarifa debería ser de $215.
«Buses Paraná no presentó estudio de costos. Tampoco lo hizo en junio, cuando se discutió la tarifa. Viene ya de dos reuniones de SITU sin presentar propuesta. Sí enunció que ellos esperaban una tarifa de $215, pero no lo hizo en términos formales. De todos modos, esta es la primera vez que estamos tan cerca de lo que ellos dicen que debería valer la tarifa -contó Maisterrena en declaraciones al programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7-. Hay cuatro analistas de costos: estoy yo; está el de la empresa, y del Concejo, de los bloques de Juntos y de Políticas para la República. Esta vez el único que presentó estudio de costos fui yo. Nadie más».
Un dato que consideró Maisterrena al momento de analizar los costos del servicio es la excesiva antigüedad del parque automotor. «Mi estudio de costo consideró la estructura vieja de los colectivos que andan en la ciudad. Es un item que la empresa cuestiona. No lo dice el pliego, dicen. Pero el pilego dice que los colectivos en servicio deben contar con un promedio de 5 años de antigüedad. Hoy, tenemos un parque de colectivos con una antigüedad que ronda los 11 años», planteó.
Luego, destacó que el número de pasajeros transportados por Buses Paraná se ha recuprado a tiempos previos a la pandemia de coronavirus. «Hubo incluso mejoras a épocas anteriores a la pandemia. El índice de pasajeros es 2,4 pasajeros por kilómetro recorrido. Es un buen número. Incluso mejor a lo que había antes de la pandemia. Con esta tarifa la empresa dice que sólo puede pagar sueldos y combustible. En mis números, puede no solamente cubrir los costos, sino que también tiene una ganancia y retribución a directores y gerentes que es buena», apunta el especialista en costos.
La distorsión de la tarifa, si es que la hay, la ubica en la extensión del servicio al área metropolitana, que conforman los municipios de Oro Verde, Colonia Avellaneda y San Benito. «Gran parte del incremento de los costos se da por el área metropolitana. Hoy, el paranaense subsidia a los pasajeros de esa zona. Si no existiesen las tarifas cruzadas y el servicio del área metropolitana, la gente de Oro Verde debería pagar una tarifa de 500 pesos», aesgura.
Maisterrena plantea un dato duro: las extensas frecuencias entre un colectivo y otro tiene que ver con el parque automotor disminuido: hay 140 coches en servicio pero se neceita que circulen 180. Y agrega un dato: si se cumple la promesa del presidente electo Javier Milei de reducir los subsidios, el boleto se iría entonces en Paraná a $600.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora