El colectivo de mujeres que organizó el Paro Internacional de Mujeres, el miércoles 8, ofreció una conferencia de prensa este viernes por la tarde en el patio de la Facultad de Trabajo Social. Pero no lo hizo para efectuar un balance sino para dar a conocer una dura denuncia: una de las más activas participantes de la organización, María Elena Ale, fue embestida por un automovilista casi al final de la marcha que ese miércoles, cerca de las 20, concluyó frente a Tribunales.
Las mujeres marcharon desde Plaza 1° de Mayo, donde se hizo el acto central, hasta Casa de Gobierno, primero, y Tribunales, después. En ese último tramo, al salir de la explanada de Casa de Gobierno, y en la intersección de Gregorio de la Puente y Córdoba, frente a la Jefatura Central de Policía, Ale fue pisada en el pie por las ruedas de un auto cuyo conductor se negó a detener la marcha, y ni siquiera atinó a bajarse cuando supo lo que había ocurrido.
El jueves 9, Ale se presentó en Tribunales y presentó una denuncia penal y una acción civil contra el conductor del vehículo, un Peugeot 206, color gris, patente KLG328. Ese automóvil, según los registros oficiales, está a nombre del psiquiatra Alberto Andés Taboas. La denuncia, sin embargo, no da cuenta del nombre del titular; sólo el dominio de la patente.
Ale responsabilizó por el incidente a la Policía que, dijo, ni siquiera atinó a detener al condutor, pedirle documentación, registrar el hecho e, incluso, hacer un control de alcoholemia. Pero también cargó contra el cuerpo de inspectores de la Municipalidad que, a su criterio, no hicieron bien su trabajo al permitir que los vehículos se tiraran virtualmente encima de las mujeres que marcharon por el centro de la ciudad.
«Esto no es algo que me pasó a mí, sino que hubo un atentado a las compañeras que estábamos haciendo la contención vial, porque la Municipalidad no cumplió con lo que nosotras habíamos pedido. Nosotras incluso contratamos seguro de responsabilidad civil con el Instituto del Seguro para que no hubiera ningún problema. La marcha fue bastante numerosa, tenía más de cuatro cuadras, por lo cual los inspectores del municipio no cubireron nada. Entonces, nosotras empezamos con el operativo de contención, procurando detener a los vehículos. En el último corte, cerca de la Jefatura, fue donde pasó esto. Este automovilista intentó primero chocar a otra compañera, Ruth Gobatto. Fue en ese momento que fui a pegarle en el vidrio, para que deje de hacer eso, y lo que hace es pasarme con las ruedas arriba del pie. Esta persona supo que me estaba pisando el pie con el auto, pero no atinó a parar, a bajarse, a ver qué pasaba: estaba enfurecido adentro del auto», contó Ale.
«Esto lo sentimos como un agravio, un atropello a todas nosotras», agregó. «La actitud de este hombre –completó la dirigente– tiene que ver con una actitud de odio hacia las mujeres».
Además, reprochó el accionar de la Policía, por cuanto el hecho, subrayó, «ni siquiera fue tratado como un accidente de tránsito. No tomaron declaración, no tomaron foto del vehículo, no tomaron nota de la matrícula, no hicieron control de alcoholemia. Esperamos que la fiscalía se ponga a la altura de las circunstancias, y que entienda que esto es un atentado, no un accidente de tránsito».
Lucy Grimalt, ex responsable de Inadi Paraná, cargó contra la administración del intendente Sergio Varisco, ya que a pesar de la petición previa, no se dio seguridad a la marcha en las calles. «Quedó demostrado una vez más que la intolerancia se termina plasmando en el cuerpo de las mujeres. Hoy es el caso de María Elena Ale, pero podría ser cualquiera de nosotras –apuntó–. Nuestros reclamos no son agresión, son una interpelación a toda la sociedad en la necesidad de que tenemos de pedir mayor justicia, y eso significa enfrentar al patriarcado y desarmarlo».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.
