Por Adán Humberto Bahl (*)
2016 ha sido un año complejo, un año que no nos ha dado tregua. Cada día nos despertamos con una noticia que nos exigió tomar postura, considerar políticas y estrategias y cuando pensamos que ya se termina, llega el anuncio de un cambio de jugadores en el ministerio más importante del actual gobierno nacional; un cambio que –leído entre líneas- promete más ajuste.
2016 tuvo la particularidad de la convivencia en el poder de gobiernos de distintos signo político. Y tuvo como premisa el desafío de consolidar vínculos de diálogo que ayudaran a transitar una nueva época en la Argentina.
El deber de llevar adelante un gobierno acorde a las expectativas de los ciudadanos exigió -tanto a la nación, a la provincia, como a los municipios- el compromiso de dialogar con franqueza y de poner todo el empeño en superar las diferencias.
En este sentido, desde el rol que ocupo, me propuse alentar buenas prácticas políticas para fortalecer un debate amplio y encontrar puntos de coincidencia que nos permitan avanzar en soluciones prontas y concretas en un Senado equilibrado políticamente.
Este año, además, la política ha sido interpelada por la sociedad con problemas complejos de resolver, como el de la violencia de género, por ejemplo, frente los cuales los dirigentes tenemos mucho trabajo por delante.
También nos propusimos -junto con mi equipo- abrir el Senado y la Vicegobernación a los entrerrianos: que los ciudadanos se acercaran a conocer estos espacios institucionales y políticos.
En ese marco, creamos el Programa Puentes y la Galería de la Vicegobernación, donde mensualmente invitamos al intercambio entre los artistas y creadores de la provincia y los ciudadanos: este año realizamos 6 muestras, incluyendo un concurso provincial de fotografías con más de 150 participantes y un registro voluntario de artistas en la página web del Senado.
Con el mismo sentido, le dimos un gran impulso al Senado Juvenil y recibimos 160 proyectos de gran calidad e interés social elaborados por adolescentes en nuestras escuelas que se destacaron en cada uno de los debates.
Y dimos el puntapié de un nuevo ciclo sobre valores; buenos ejemplos que queremos contar, que debemos multiplicar y que necesitamos contagiar para construir una sociedad mejor.
Otra meta fue la de poner en marcha la modernización del recinto, incorporando tecnología para facilitar la tarea de los legisladores y también, para mejorar la comunicación con los ciudadanos. La meta del próximo año es la transmisión en vivo y on line de las sesiones del Senado.
Los invito a seguir de cerca este trabajo, para que con sus opiniones y críticas nos ayuden a mejorar.
Sin dudas, queda muchísimo por hacer. Sobre todo, la enorme tarea de escuchar y atender las nuevas demandas y derechos que reclama una sociedad civil organizada.
Pero también, la tarea de seguir atentamente la marcha del conjunto del gobierno, en todos sus niveles. Ya transcurrió el 25% de la nueva gestión: es hora de volver a ver la maquinaria productiva del país en marcha, con más trabajo para los argentinos, con obras en las provincias, en las ciudades, con mejor calidad de vida.
Empecemos a exigir, sin más excusas, lo prometido.
(*) Vicegobernador de la Provincia.