Gustavo Rivas, abogado, dirigente de muchísimas instituciones en Gualeguaychú, fue condenado en 2022 a 23 años de cárcel por abuso y corrupción de menores. Fue juzgado por 13 hechos.
Cómo los corrompía a jóvenes y adolescentes quedó asentado en el voto de la jueza María Evangelina Bruzzo, de la Cámara de Casación de Concordia: «Gustavo Rivas construyó una imagen forjada a partir de su participación en actividades socio-culturales, deportivas y profesionales, en la docencia secundaria y universitaria, en los medios de prensa y la política, erigiéndose como un erudito y un referente en la sociedad de Gualeguaychú, lo que era utilizado para insertarse en ámbitos de afluencias de menores –fiestas de carrozas, escuelas, viajes de egresados, clubes- para posteriormente atraerlos y llevarlos a su domicilio, al cual acudían a través de otros adolescentes que oficiaban de intermediarios -subraya la jueza en su voto-. A partir de dicha fachada de camaradería y sin despertar sospechas, los jóvenes acudían al imputado en búsqueda de asesoramiento para viajes de egresados, material para las carrozas o cuando no tenían recursos para pagar sus estudios, siendo captados para la satisfacción de sus más bajos instintos sexuales mediante el ofrecimiento de ciertas tentaciones irresistibles para esa edad: alcohol y películas pornográficas u otras más elementales, como los alimentos y dinero para salidas o comprar drogas».
El abuso tenía una dosis de perversión, también: «El aprovechamiento de la vulnerabilidad etaria y psicológica de los jóvenes con quienes Rivas mantenía trato sexual obtiene mayor magnitud cargosa en los supuestos de aquellos que concurrían a su domicilio encontrándose institucionalizados o en paupérrimas condiciones socio-económicas y culturas; en los cuales, el ejercicio de la dominación y el poder trasuntaba más deplorable y humillante, ya que era el apremio por acceder a objetos materiales inalcanzables, lo que conducía a esos jóvenes al domicilio de Rivas para someterse a sus egoístas caprichos, recibiéndolos solos y manteniéndolos alejados o haciéndolos como una lamentable atracción en otros grupos (…). Miraban películas pornográficas y se masturbaban, midiendo Rivas
quien tenía el pene más largo. Algunos afirman que se tomaba el semen una vez que eyaculaban y que a veces pasaban de a uno o en grupo de cuatro o seis personas a la habitación, en que masturbaba a uno y hacía sexo oral a otro, todo en un espacio de libertinaje, filmaciones y películas pornográficas en el que el alcohol operaba como un factor de desinhibición, al punto que uno de los testigos refirió haber estado tan drogado que no recordaban mayores detalles».
Rivas estuvo en todos lados. Y con todos.
Fue presidente de la Cooperativa Escolar (Agrotécnico), síndico y director del Frigorífico Gualeguaychú; fue consejero de la Cooperativa Eléctrica, miembro de la Alianza Francesa, vocal del Instituto Magnasco. Participó muchos años como integrante activo de la Comisión de Carrozas del Carnaval de Gualeguaychú. Fue presidente del Centro Universitario de Estudiantes de Gualeguaychú (Cudegua); presidente del Instituto Belgraniano de Gualeguaychú; vicepresidente del Colegio de Abogados. Ha sido durante años referente de la historia del Carnaval del País; fue acompañante didáctico de los jurados que eligen la mejor comparsa cada verano y la lista no termina ahí. También incursionó en política, fue candidato a gobernador por la Ucedé en 1987. Cofundador de la Unión Vecinal en 1990, candidato a intendente y concejal en 1991, según un detalle publicado por el diario El Día en2013.
Además, fue integrante de la Liga de Fútbol y vicepresidente de Federación Entrerriana de Fútbol, durante la presidencia de Eduardo Acosta; escribió dos libros “Calidades Dormidas” y “Vivir en Gualeguaychú”, además de sus aportes en internet y las redes sociales.
Mariano Acuña es abogado también como Rivas. Y como Rivas, también, docente y dirigente deportivo. Ha dado cátedra de Derechos Humanos y ha formado en Ley Micaela en ámbitos de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), y es consejero directivo por el claustro docente en la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud. Desde fue encarcelado, el viernes 27 de diciembre, por 90 días con prisión preventiva en la Jefatura de Policía de Gualeguay, acusado del delito de corrupción de menores y difusión de material pornográfico, fue suspendido por esa unidad académica y está a un paso de un juicio académico.
El Club Atlético Urquiza, de Gualeguay, lo expulsó momentáneamente de sus fijas. «Se comunica a nuestros socios y público en general que Comisión Directiva del Club Atlético Urquiza por orden de su presidente Nicolino Rafael Nosiglia y avalado por los demás miembros de comisión, separa del cargo de dirigente del club al señor Mariano Acuña hasta que esclarezca su situación personal con la justicia», dice un comunicado de la institución.
La fiscal Mariangeles Schell, de la Unidad Fiscal Gualeguay, tramita la investigación sobre el caso Acuña y toma distancia de las apreciaciones que ha hecho el defensor Javier Ronconi: su teoría del caso avanza sobre la hipótesis de la corrupción de menores. Entiende que la denuncia que presentó el 23 de diciembre último un joven de 24 años en Fiscalía es sólo la punta del iceberg. El muchacho se vio en las fotografías que circularon en redes sociales en Gualeguay y que lo vulneraron su integridad sexual.
Claro que de momento el Ministerio Público Fiscal no ha escuchado lo que Acuña tiene para decir porque se negó a declarar.
El defensor Ronconi sostiene que esas fotografías se viralizaron producto del robo que habría sufrido Acuña: le sustrajeron el celular y le vaciaron el carrete de fotografías. Más todavía: cuando intentó recuperar ese dispositivo móvil, le pidieron rescate. Ninguno de esos hechos fue denunciado.
Aun con esa pérdida, en el allanamiento que ordenó el juez de Garantías de Gualeguay, Sebastián Elal, el martes 24 de diciembre, permitió secuestrar, entre otros elementos, 35 pendrives -dispositivos de almacenamiento de información- con más de 8 mil fotografías.
También en ese operativo le secuestraron 420 gramos de cannabis y 19 plantas de cannabis. Aunque Acuña está autorizado al cultivo, las cantidades secuestradas “exceden el margen que se habilita”, admitió el abogado.
Uader: inician juicio académico a profesor detenido por abuso
Respecto de aquellas 8.000 fotografías encontradas en los dispositivos del profesor Acuña, el defensor sostuvo que se busca “no exponer a las personas que figuran en el material secuestrado”: y por eso ya vislumbra una alternativa futura de juicio abreviado de modo de evitar el juicio oral en el que deba citar como testigos a todas las personas que aparecen en esas imágenes.
“Tengo la obligación profesional de bregar por los intereses de mi cliente, que tenga un proceso justo, pero también soy una persona razonable y entiendo que si procedemos a la apertura de aproximadamente treinta y pico de pendrives donde puede haber alrededor de 8 mil fotos de distintas personas el daño que podemos causar, y a todas luces tenemos que evitar, sería para una megacausa. Se podrían ver expuestas muchísimas personas, centenares de personas, tal vez víctimas, que pueden ser padres de familia, personas con hijos, si esto toma estado público”.
“Lo que no admite Acuña –dice su abogado, en declaraciones que hizo a Radio Gualeguay- es que haya menores de edad”. Sobre ese punto, abundó: “Quiero recalcar que en el doctor Acuña ha manifestado que no tiene conocimiento que se trataran de menores de edad. Eso es una cuestión a determinarse, pero la situación cambiaría si fueran solamente adultos. Por el tenor de las acusaciones, en el caso que prospere, sería un juicio por jurados. Acuña admite que en esos pen drive puede haber material de gente manteniendo relaciones sexuales, de gente de acá de Gualeguay. Admite eso, pero lo que no admite es que haya menores de edad involucrados. Admite que existe material pornográfico, aunque no he tenido la oportunidad de ver los registros, pero él no tiene conocimiento de que hayan sido menores”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora