El viernes 21 el juez de Garantías de Concepción del Uruguay Gustavo Díaz remitió a juicio oral y público la causa por la muerte de cuatro jóvenes ocurrida el 20 de junio de 2024 en la ruta 39, en el departamento Uruguay, que tiene como único imputado al extitular del Instituto Portuario de Entre Ríos, Juan Enrique Ruiz Orrico. Orrico es esposo de la vocal de la Cámara de Casación Penal de Concordia, María Evangelina Bruzzo.

El dato no es menor: Bruzzo desarrolló buena parte de su carrera judicial en Concepción del Uruguay y esa situación ha puesto afuera del proceso judicial a los cinco magistrados que integran el Tribunal de Juicios y Apelaciones de La Histórica: cuatro de los cinco jueces apelaron al artículo 38, inciso k, del Código Procesal Penal para excusarse. Tienen amistad con una de las partes. La quinta magistrada no puede intervenir porque ya lo hizo en la etapa de instrucción.

La situación, así, derivó en un pedido al Tribunal de Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia (STJ) para que sortee qué jueces de qué jurisdicción llevarán adelante el juicio contra Orrico. Mario Arcusin, abogado querellante, sospecha que en Concordia también se excusarán porque es la jurisdicción donde ahora trabaja la esposa de Orrico. Y en Paraná ha sido parte de la Sala I de la Casación. Quedarían Gualeguay o Gualeguaychú.

En aquel choque fatal que protagonizó Ruiz Orrico -un día feriado conducía de madrugada un vehículo oficial que embistió de frente al Chevrolet Corsa en el que cuatro jóvenes de Basavilbaso se dirigían a trabajar al Frigorífico Fadel, de Pronunciamiento, Leonardo Almada, Axel Rossi, y los hermanos Lucas y Brian Izaguirre- se comprobó después tenía 1,59 gramos de alcohol en sangre, y por eso la calificación legal del fiscal Eduardo Santo: homicidio culposo agravado por el nivel de alcoholemia y por la cantidad de víctimas. Aunque el pedido de condena es de cinco años y medio.

Lorena Dubini es la mamá de los hermanos Lucas y Brian Izaguirre.

Dice Lorena Dubini:

-Esto da una pauta de quiénes cuidan a este homicida. Lo siguen protegiendo, siguen dilatando el tema. Fijate que hace nueve meses que este tipo está en libertad. Él tendría que estar preso desde el momento en que chocó a los chicos. No se entiende, te juro que no se entiende, y es tanta la indignación que tenemos. Yo no encuentro un caso, no encuentro un caso en el que una persona haya chocado, y no esté detenido, como está este hombre, este homicida.

-¿Esperás que Ruiz Orrico termine en la cárcel?

-Es que yo no voy a parar hasta que termine en la cárcel. Si la justicia no hace justicia, por lo menos de mi parte, voy a hacer justicia social. Voy a hacer que la cara de este homicida esté en todos lados. Yo no voy a parar hasta que este hombre esté preso. ¿Qué esperan? ¿Qué uno reaccione mal? Él es culpable de llevarse cuatro vidas, de dejar a los chicos sin papá, de dejarme a mí sin los nenes, porque ellos eran mis nenes. Él es el culpable, no nosotros. La justicia, ¿qué busca, que nosotros reaccionemos mal? No lo va a lograr. Lo que sí, esto a mí me fortalece de cierta manera para seguir peleándola. Les dije a las otras mamás: `Vamos a Tribunales. Hagamos una marcha a Tribunales`. Hay que empezar a escrachar a estos señores que se creen totalmente impunes. El fiscal Eduardo Santo nunca acompañó el pedido de la querella. ¿De qué lado están? ¿De qué lado están? ¿A quién cuidan tanto? ¿Tanta corrupción hay que si cae Orrico preso tienen miedo de que diga qué? Esto te da que pensar.

La voz se entrecorta, el llanto le aprieta las palabras: no se quiebra, sigue, habla, demanda, implora.

Recuerda ¿el pasado? en la política entrerriana de Ruiz Orrico: en 2023 fue precandidato a intendente de Concepción del Uruguay por el PRO.

-Todo el Poder Judicial de Concepción del Uruguay parece que está tocado por la relación con la jueza Evangelina Bruzzo. Parece que es imposible que puedan dictar sentencia en un caso donde hay cuatro vidas que se perdieron. No pueden privilegiar que han tenido relación o que han tenido amistad con esa jueza. No puede ser que todo el Poder Judicial tenga amistad con una jueza.  Este señor salió de madrugada de una fiesta. Él era funcionario de este gobierno. Yo estoy esperando que uno de los políticos, estos diputados, senadores, el gobernador, intendentes, concejales, digan algo. No hay uno que haya salido a repudiar este hecho. No hay uno. Porque Orrico salió en un auto del Estado, hizo lo que hizo. Yo no escuché un funcionario que haya repudiado el hecho. Le siguen sosteniendo la mano a un homicida. Ojalá que no les pase nunca a nadie esto. Yo te puedo asegurar que esto te destruye la vida. Esto me ha llevado a tener que aprenderme el Código, leer palabras técnicas de abogados, entender de leyes, y es dificilísimo. Te juro que yo no sé cómo seguir.

-¿Cómo esperás el juicio?

-Las familias, las tres familias, estamos unidas por este dolor. Esta semana, otra mamá, Mari Benitez, me mostró una foto y me dijo: “Mirá, en esta foto está Axel con Brian y Lucas en la cancha”. Y yo l digo: “Mirá de lo que estamos hablando. Los chicos tenían 26 años, Axel tenía 24 y Brian, hacía una semana había cumplido 31 años. Les arrancó la vida. Los destrozó. Nosotros aprendimos a leer una autopsia. Y este señor goza de libertad, y esta justicia sin empatía, sin corazón. Yo ya no sé qué pensar. Te juro que no sé qué pensar. Tenes que sacar fuerzas de donde sea. Le decía a una de mis compañeras de trabajo: “Siento que la cabeza me va a estallar”. Todo el tiempo pienso cómo seguir: ¿qué hago? ¿qué imprimo? ¿qué saco? ¿cómo hago? ¿cómo organizo la marcha? ¿de dónde saco vehículo para llevar gente de Basavilbaso? ¿la gente nos va a acompañar? Es desgastante. Este tipo tendría que estar preso desde el momento en que chocó y mató. No tienen vergüenza. El juez Díaz no tiene vergüenza. No puedo creer en la justicia. Lamentablemente uno dejó de creer en la política y ahora tengo que dejar de creer en la justicia. Te van sacando la esperanza.

Lorena Dubini habló en una extensa charla con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7 y mostró su desazón con la última novedad en la causa por la muerte de sus dos hijos: la excusación de todos los integrantes del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay para ser parte del juicio oral a Orrico.

-Con este otro cachetazo, no creo en nada. Ya no creo en nada. No creo en nada ni en nadie. Mucha gente viene y nos dice que están cerca nuestro. Yo necesito que esa gente salga y repudie que un funcionario de esta gestión haya salido en auto del Estado, que haya salido a manejar con alcoholo en sangre. Quiero que repudien ese hecho. Que demuestren que le soltaron la mano. Hasta ahora, se cuidan entre ellos.

-¿Te deja conforme que Ruiz Orrico esté menos de seis años en la cárcel?

-¿Te parece justo? No. Me parece una burla. Pero además, Orrico no va a estar como cualquier preso común. Esta causa está desde hace rato privilegiada por el sector judicial, por el sector político.

-¿Cómo lo sobrellevan las tres familias a este caso?

-Es difícil, cada una hace su duelo como puede y como le sale. Son gurises del barrio. La mamá de Axel se puso un negocio para tener el día ocupada. “Yo no puedo volver a mi casa”, me decía. En mi caso, abro la puerta cuando llego de trabajar y encuentro silencio. Yo no puedo salir de la pieza de mi hijo. Yo estoy todo el tiempo encerrada en la pieza de Lucas. Tengo la ropa del día del accidente en su cama, la enjuagué un poco, y la dejé ahí. Me abrazo a su ropa, y encuentro un vacío. Y te preguntas mil veces: ¿por qué? ¿por qué ellos? Todo, culpa de un borracho. De un borracho con poder.

-¿Te cuesta hablar en pasado de tus hijos?

-Sí. Ahora empecé el tratamiento psicológico. No estoy aceptando lo que pasó. Ninguna mamá va a aceptar lo que nos pasó. Los gurises iban a trabajar.

 

Ese mensaje

 

“¿Sabés cuál fue el último audio de Axel? `Dentro de 20 minutos paso, má`. Y el último mensaje de Lucas fue: `¿Precisas algo, má? Brian lo venía a buscar a Lucas y Lucas por ahí era más dormilón. Entonces yo a la noche le preparaba el bolsito y el hermano venía y se le prendía a la bocina, acá, adelante, y yo para que no despierte a los vecinos, le decía: `Dale, ya va`”.

Lorena Dubini habla de sus dos hijos, Axel y Brian Izaguirre, los ubica cerca, los espera: piensa así, que de un momento a otro cruzan por la puerta de su casa. Pero no. Axel y Brian murieron, como murieron Leonardo Almada y Axel Rossi aquella madrugada fatídica del 20 de junio de 2024. Iban, los cuatro, a bordo de un Chevrolet Corsa que fue embestido de frente por un VW Passat que conducía quien en ese momento era el titular del Instituto Portuario de Entre Ríos, Juan Enrique Ruiz Orrico.

Los cuatro habían salido cerca de las 3 de la mañana de Basavilbaso. Iban rumbo a Pronunciamiento, al Frigorífico Fadel, donde trabajaban. Nunca llegaron. Murieron en la ruta 39, en el departamento Uruguay. Los embistió Orrico, que manejaba con 1,59 gramos de alcohol en sangre.

Lorena Dubini repasa lo que le ha dicho otra mamá.

-Mari me decía: “Quiero creer que Axel se fue de viaje, que está de vacación en algún lado. Mando mensaje al teléfono de él todo el tiempo”. A mi me agarra un impulso y salgo a hacer algo. El otro día fui hasta Caseros y empapelé todo con la cara de este homicida. Es como que esta lucha a mí me tiene en pie, pero a la vez no me deja hacer el duelo tranquila. Me digo a mí misma que no me puedo caer ahora. Yo ahora tengo que pelear porque mis hijos se merecen esto. Se merecen justicia como cualquier hijo. Mis hijos se lo merecen. Iban a trabajar un feriado y un funcionario alcoholizado los mata Son gurises que esa noche tendrían que haber estado en el boliche porque era un feriado. Y los locos se iban a las 3 de la madrugada a laburar. Y encima la justicia te hace esto. Y encima la justicia no te acompaña. Encima la justicia te desampara.

-Tu fuerza parece ser el dolor.

-Es el dolor, lamentablemente es el dolor. Cuando les acaricié la carita por última vez les prometí que iba a hacer justicia por ellos. Se lo debo a ellos.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora