El cura Alfonso Dittler explicó que se alejó temporalmente del sacerdocio para “tomarme un tiempo de oxígeno”. Y además para cuidar a su madre que está enferma en su pueblo, Aldea Santa María, a 60 kilómetros de Paraná.
Hasta el domingo 19 de marzo, Dittler fue párroco de San José de Hasenkamp. Ese día, durante la fiesta patronal, se dirigió a los fieles que a esa hora ocupaban el templo, y les anunció que se iba. No se sabe por cuánto tiempo, aunque se prevé que la dispensa será por un año.
La Iglesia ya designó a un reemplazante. En lugar de Dittler, irá José María Bustamante, que así deja su destino en Hernández.
“Mi motivo es personal”, explicó en declaración que formuló al programa La mañana de Tanomanía, que se emite por FM Siglo 21, de Hasenkamp. Y que esa motivación tiene que ver con dos situaciones: “Para estar más cerca de mi madre que está enferma, por un lado. Y por otro lado, también (para) tomarme un tiempo de oxígeno para mí, personalmente, para detenerme un poco, ordenar un poco las cosas”.
El apartamiento temporal de Ditller del rebaño del arzobispo Juan Alberto Puiggari suma un eslabón más a la larga lista de sacerdotes que han abandonado los hábitos, por distintos motivos.
La diáspora comenzó a agudizarse a partir de 2012, cuando estalló en la Iglesia el primer escándalo de pedofilia, que involucra al cura Justo José Ilarraz.
Primero fue uno de los denunciantes de Ilarraz, José Carlos Wendler; le siguió José Dumoulin, y el exilio de Leonardo Tovar; después, la renuncia de Gustavo Mendoza, y en medio, en mayo de 2016, se conoció la dimisión del cura Miguel Oviedo tras quedar embarazada su novia en María Grande.
A eso, se sumó la “suspensión” de tres curas investigados en la Justicia por abusos a menores, dos de ellos con destinos en distintos puntos de la provincia. Justo José Ilarraz, radicado en Tucumán; Marcelino Moya; y Juan Diego Escobar Gaviria.
Dittler, que llegó a Hasenkamp a comienzos de marzo de 2012, cinco años atrás, se despidió el domingo 19 de marzo de 2017.
Una semana después, explicó que su motivación para irse es “más personal. Es algo que no se entiende, pero yo lo necesito. Hace rato que necesito un tiempo y llegó el momento oportuno para estar más cerca de mi madre y tener más tiempo para mí, para estar en oración, más cerca de la lectura, en algún momento uno lo necesita”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.