Venezuela vive su peor momento, con una grave crisis económica y social, y también humanitaria: miles huyen a los países vecinos en busca de mejores perspectivas de vida.
Según una investigación del diario El Nacional, de Caracas, las fronteras de Venezuela se han convertido en corredores a través de los cuales, a diario, miles de personas buscan un escape a la emergencia humanitaria que todavía no ha sido reconocida por el gobierno de Nicolás Maduro.
Algunas cifras sitúan la emigración en más de 4 millones de personas, de las cuales 550.000 se contabilizan oficialmente en Colombia.
El sacerdote entrerriano Jorge Charreun viajó con una pequeña ayuda humanitaria al interior de Venezuela, que recogió en la parroquia donde está establecido desde 2008, María Auxiliadora, de Chajarí.
Charreun se estableció con una misión evangélica en la parroquia Santísimo Sacramento, en San José de Guanipa, en el estado de Anzoategui.
El sacedote partió desde Buenos Aires el 13 de febrero con grandes valijas en las que cargó elementos de primera necesidad, como pañales. Hizo escala en Santa Cruz de la Sierra, el miércoles 14; luego Panamá, y finalmente Caracas.
Después, según relató, el viaje hacia el punto final fue accidentado. «Comienzo accidentado! Vuelo a Barcelona (estado de Anzoategui) cancelado… Por más reclamos que se hagan, no había avión disponible; el que nos tocaba hizo aterrizaje forzoso porque se quemó una turbina», contó en su muro de Facebook.
Sin posibilidades de vuelos, debió hacer el último tramo por tierra: siete horas, siempre de día «porque nadie quería viajar de noche».
Finalmente, en El Tigrito (Anzoategui), punto final de su misión evangélica, «se les dio de comer a 10 familias necesitadas de la parroquia y después se les dio una bolsa de comestible como para 3 días. Todo pago con las donaciones recibidas de nuestra Parroquia» María Auxiliadora, de Chajarí.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.