El acto se desarrolló el 10 de septiembre de 2014 en Ferro.
Entonces, Sergio Urribarri arañaba el sueño presidencialista y el “sueño entrerriano” estaba desperezándose y dispuesto a insertarse en el plano nacional a fuerza de pauta publicitaria.
El acto en Ferro fue una demostración de fuerzas: Urribarri quiso mostrar que podía y exhibió el apoyo a su candidatura de una treintena de sindicatos que, conforme se fueron realineando las aguas hacia el interior del peronismo, lo fueron abandonando.
Pero entonces todo era posible: allí, en el microestadio de Ferro, estaban, junto a Urribarri, el entonces ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, el mecenas proselitista que tuvo el exgobernador, y el entonces secretario de Obras Públicas, ahora caído en desagracia, José López.
“Tengo lealtad y experiencia de gestión”, dijo Urribarri en aquel acto, respaldado por el luego disuelto Movimiento Sindical Urribarri Presidente (Mosup).
Entre los sindicalistas, se destacaban los secretarios generales del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani; de Foetra (telecomunicaciones), Osvaldo Iadarola; de APL (personal legislativo), Norberto Di Próspero; y de Satsaid (trabajadores de televisión), Hugo Medina. Esas cuatro organizaciones fueron las que aportaron la parte del león entre los trabajadores que asistieron, encolumnados, al acto. También estaban el ministro De Vido; el titular del Sedronar, Juan Carlos Molina; y el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María.
En su perfil de Facebook, Urribarri le añadió una cuota de heroicidad a aquel mitin. “Mil gracias de corazón! Valoro enormemente el apoyo de estos 40 gremios al proyecto presidencial de este gobernador, que será la continuidad de las políticas públicas de Néstor y Cristina. Y lo valoro porque soy parte de ellos, porque soy un laburante, hijo de un ferroviario y una maestra, que sabe de lucha, de compromiso y de peronismo. Gracias también a los compañeros Julio De Vido y José López y al padre Juan Carlos Molina que compartieron este acto militante en Ferro”, expresó.
“Este país no está cambiando, cambió definitivamente y somos nosotros los responsables de que esos cambios se incorporen para siempre a la cultura política y social de todos los argentinos. Hoy ponemos la proa en dirección a las próximas elecciones nacionales que decidirán el futuro de la Argentina”, se envalentonó entonces el ahora presidente de la Cámara de Diputados.
Claro, lo suyo sería flor de otoño, y en mayo de 2015, menos de un año después de aquel lanzamiento con pompa y circunstancia, Urribarri daría un paso al costado, y bajaría su candidatura presidencial.
En marzo de 2014, De Vido y su segundo, ahora seriamente complicado en la Justicia tras intentar enterrar en un monasterio 8.500.000 dólares, estuvieron en Paraná, en un acto en la Municipalidad. “La infraestructura ha sido un signo de época en esta gestión –dijo entonces Urribarri–. Hay decenas de lugares en esta provincia que tienen su obra soñada u realizadas obras prioritarias postergadas por años. Eso es por la política, la fe en el país, la militancia sin descanso, la inspiración en Néstor y en la voluntad de nuestra Presidenta”.
El signo de época, ahora se ve, ha sido la rapiña: el exfuncionario K José López ganó una triste notoriedad en todo el mundo a partir de su cinematográfica maniobra para esconder millones de dólares que, ahora, deberá justiciar en la Justicia.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.