«El Diario queda herido de muerte entre 2012 y 2013 con todo el vaciamiento y la triangulación de bienes entre Grenón y los Etchevehere, hecho por el cual la Justicia los procesa a finales de 2022. Todo lo que pasa hoy es consecuencia de lo que pasó entonces. El Diario no se recuperó más».

El abogado Lisandro Mobilia prepara denuncias penales en representación de parte de los 15 trabajadores que El Diario despidió, medida que quedó suspendida a partir de la conciliación obligatoria que dictó, por 15 días hábiles, la Secretaría de Trabajo este miércoles.

En esta historia, Grenón es Walter Grenón, dueño de Red Mutual, que adquirió la mayoría del paquete acionario de El Diario en 2010, del cual luego se desligó. En el ínterin en el que tuvo el control del tradiciona matutino entabló relaciones comerciales con los Etchevehere, y en ese período fue que se produjo el vaciamiento que investiga la Justicia.

La conciliación obligatoria, entiende Mobilia, no hará superar el conflicto de fondo, el desmadre financiero en Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario, en la que la familia Etchevehere, con el candidato a gobernador de La Libertad Avanza, Sebastián Etchevehere, a la cabeza, detenta el 33% del paquete accionario. Por eso, el abogado señala que la responsabilidad en los despido les corresponde a los Etchevehere, a quienes reprocha una actitud sostenida en el tiempo.

«Ellos son incumplidores consuetidinarios -asevera-. Lo increíble es que con teniendo el control del 33% se hagan los desentendidos. Incluso, uno de los hermanos, procesado por el vaciamiento, Sebastián, hoy transita la ciudad y hace actos tipo Simón Bolívar, y eso llama un poco la atención. De hecho, Sebastián Etchevehere, con total impunidad,  verificó el crédito laboral que tenía en su caracter de director, y con todo desparpajo lo cobró. Mientras, estaba siendo investigado y luego procesado por el vaciamiento. Un nivel de caradurez pocas veces visto».

Luego, afirma que «el deorden financiero de SAER los tiene a ellos (los Etchevehere) en la base del conflicto con el vaciamiento de la sociedad».

 

Lisandro Mobilia, abogado.

En noviembre último, la jueza de Transición Carola Bacaluzzo procesó al exministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Miguel Etchevehere, a sus hermanos, Arturo Sebastián y Juan Diego, a la madre de los tres, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, al dueño de Red Mutual y exaccionaista de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), Walter Grenón, y de su hermana, Viviana Grenón, y al empresario pizzero Germán Buffa por el delito de vaciamiento empresario. En cambio, la magistrada los sobreseyó en la acusación fiscal de toma de un crédito a tasa subsidiada con fines productivos, pero que sin embargo tuvo otros fines.

 

En su resolución la jueza dispuso:

I)Dictar el sobreseimiento de Leonor María Magdalena Barbero Marcial, Arturo Sebastián Etchevehere y Juan Diego Etchevehere, imputados como autores de los delitos de administración fraudulenta y tentativa de administración fraudulenta. Primer hecho.

II)  Dictar el sobreseimiento de Luis Miguel Etchevehere, imputado como partícipe necesario de los delitos de Administración Fraudulenta y Tentativa de Administración Fraudulenta– Primer Hecho-

III) Dictar el procesamiento de Viviana Graciela Grenón, Leonor María Magdalena Barbero Marcial y Germán Esteban Buffa como autores del delito de administración fraudulenta –Segundo Hecho- .

IV) Dictar el procesamiento de Walter Roberto Grenón, Luis Miguel Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Juan Diego Etchevehere como partícipes necesarios del delito de administración fraudulenta– Segundo Hecho- .

V) Dictar el sobreseimiento de Luis Alberto Guevara imputado como autor del delito de administración fraudulenta- Segundo Hecho-.

 

La imputación fiscal en el primer hecho, en el que fueron sobreseidos, atribuyó a Leonor Barbero Marcial, Arturo Sebastián Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, “en su carácter de directores de la sociedad Las Margaritas S.A., con la necesaria complicidad de Luis Miguel Etchevehere, en su carácter de socio de dicha firma, haber solicitado préstamos al Banco Itaú por U$S 250.000, los que le fueron otorgados en fechas 29/07/2011 (U$S 200.000) y 12/08/2011 (U$S 50.000), (…), a tasa subsidiada y con el fin preciso de ser destinados a actividades productivas los que, en lugar de ello, fueron distribuidos entre ellos para fines personales y distintos del solicitado al banco”.

Dolores Etchevehere.

 

Agrega que la devolución de tales créditos por parte de la sociedad al banco “fue pactada en dólares americanos, a una tasa del 8% anual, y a cinco años, mientras que -paralelamente- los nombrados devolvían a la sociedad el dinero distribuido, mediante valores a cobrar -cheques de pago diferido-, en pesos argentinos y a una tasa fija anual más beneficiosa, por lo que mientras el valor del dólar subía, se encarecían los valores de las cuotas a pagar al Banco Itaú, y las que devolvían los miembros de la sociedad no alcanzaban a igualar tales valores, al punto tal que la sociedad debió gestionar por ante el Banco de la Nación Argentina otro crédito a tasa subsidiada destinado a pequeños productores por $ 900.000”, con el propósito de destinarlo a saldar la última cuota pendiente de los créditos del banco Itaú, conforme fuera decidido mediante acta de Directorio de fecha 01/11/2016, frustrándose dicha operación por cuanto el banco Nación no realizó los desembolsos correspondientes”.

La segunda imputación, por vaciamiento, y por la cual sí fueron procesados, planteó que entre 2011 y 2015, “Viviana Grenón, Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere, Luis Alberto Guevara y Germán Esteban Buffa, en su carácter de directores, contemporáneos y sucesivos de la firma Sociedad Anónim a de Entre Ríos (SAER), obligaron abusivamente a la empresa cuyos bienes e intereses dirigían y administraban, perjudicándola, al aprobar en fecha 16/03/2012 la venta de los inmuebles ubicados en la ciudad de Paraná, sitos en: 1) Urquiza N° 1050, partida N° 10-7242-00; 2) 25 de Junio N° 33, partida N° 10-3658-09; 3) 25 de junio s/n, partida N° 10-16104-05; 4) 25 de junio N° 19, partida N° 10-118565-07; 5) Urquiza N°1036, partida N° 10-66810-08, a la firma Arroyo Ubajay S.A.; y los inmuebles sitos en: 1) calle Buenos Aires N° 11, partida N° 10-10154-04; 2) Tratado del Pilar N° 526, partidas N° 106927/8 y 126179/5, ambos de la ciudad de Paraná, a la firma Nexfin S.A., desconociéndose la fecha en que se concretó cada una de tales operaciones. También la obligaron abusivamente cuando en fecha 20/03/2012, aprobaron la venta de los inmuebles sitos en 1) Urquiza Nº1119/23 – subsuelo – (partida DGR 120.979/03); 2) Urquiza Nº 1119/23, P.B. (partida DGR 10-6638-08); 3) Urquiza Nº 1119/23, piso 1º (partida DGR 10-120861-01); 4) Urquiza Nº 1119/23, piso 2º (partida DGR 10-120862-00), todos de la ciudad de Paraná; 5) Camoirano Nº 63 (partida Nº 13-11463801), de la ciudad de Victoria; 6)- Caseros Nº 9898 (partida DGR 09-107636-4), de la ciudad de Nogoyá; 7) Etchevehere s/n (partidas DGR 03-102359-03 y 03-102358-4), de la ciudad de Diamante, a la firma Construcciones del Paraná S.A., desconociéndose también en tales casos la fecha en que se concretó cada una de dichas operaciones. Tales operaciones contaron con la cooperación imprescindible de Walter Grenón, Luis Miguel Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Juan Diego Etchevehere, en sus dobles caracteres de socios de SAER y de las empresas Arroyo Ubajay S.A. y Nexfin S.A., el primero, y de la firma Construcciones del Paraná S.A., los demás; quienes no solo aprobaron las ventas de aquellos bienes de capital en la Asamblea Extraordinaria de SAER de fecha 21/03/2012, sino que -a su vez- decidieron la adquisición de tales bienes para las sociedades que integran, en connivencia y de previo y común acuerdo con los Directores de SAER, con el objetivo de obtener ventajas patrimoniales personales de tales operaciones, y causar un daño a ésta al dejarla descapitalizada de bienes inmuebles con los cuales garantizar y cumplir sus obligaciones contractuales, comerciales, financieras y fiscales. De tal forma, y por un lado, las firmas Arroyo Ubajay S.A. y Nexfin S.A., ambas bajo la dirección y control de W alter Grenón, propusieron al Directorio de SAER la compra de los inmuebles ya detallados; de la misma forma que también hizo lo propio la firma Construcciones del Paraná S.A., cuya sociedad la integran los referidos miembros de la familia Etchevehere. Una vez concretadas las operaciones de venta de tales inmuebles, el producido fue distribuido, también siguiendo un acuerdo previo, entre Luis Miguel Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere y la Asociación Mutual Unión Solidaria, de propiedad de Walter Grenón, en función de supuestas obligaciones adeudadas previamente a ellos por SAERy en detrimento de otros acreedores. De esa forma, las mismas personas físicas que en sus respectivos roles funcionales decidieron la venta de aquellos bienes, fueron luego quienes se vieron beneficiados con los mismos y también con el producido de ellos a través de las distintas personas jurídicas que también conforman; dejando a SAER vacía de bienes de capital y con un cúmulo de deudas tal que debió inmediatamente recurrir a fuentes de financiamiento no bancarias para hacer frente a esas otras obligaciones”.

Dolores Etchevehere está peleada para siempre con sus tres hermanos y su madre por el reparto de la herencia que dejó a su muerte, en 2009, el padre, Luis Félix Etchevehere, el último director de El Diario que puso la familia antes de la venta de la mayoría accionaria, en 2010.

La pelea es a matar o morir. Dolores cuando se dirige a sus hermanos los llama los «Etchevehere corruptos», frase que acuñó desde que en 2020 ocupó la estancia Casa Nueva, en El Quebracho, en el acceso a Santa Elena, con un puñado de militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), de Juan Grabois, que imaginaron como el semillero de un proyecto agroecológico que terminó del peor modo: con una orden de desalojo que firmó la camarista María Carolina Castagno el 29 de octubre de 2020, quince días después del ingreso a una de las tantas propiedades de los Etchevehere, en medio de la pandemia de coronavirus. Y con una denuncia penal por usurpación, que Dolores Etchevehere resiste con un último recurso que está a resolución de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ).

Aquella demostración de fuerza entre los «Etchevehere corruptos» y Dolores desnudó una pelea familiar por una millonaria herencia que se generó a la muerte del pater familias, Luis Félix Etchevehere, en 2009, el último director de El Diario con el apellido de la familia fundadora del matutino paranaense. En 2010 la mayoría del paquete accionario de El Diario cambió de manos. Pero esa esa otra historia. La disputa de los Etchevehere está escrita en un expediente judicial que lleva una década tramitándose. Está caratulada así: «Etcheveherfe Luis Miguel; Etchevehere Arturo Sebastián; Etchevehere Juan Diego; Barbero Marcial de Etchevehere y Otro s/ Estafa». Dolores Etchevehere es la denunciante; su madre, Leonor Barbero Marcial, y sus tres hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, los denunciados.

 

 

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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