Los trabajadores del matutino centenario denuncian maltrato laboral, retraso permanente en el pago de haberes y una situación de profunda incertidumbre. La empresa periodística de mayor historia y tradición en la provincia, zozobra luego de un período de fuerte vinculación con el urribarrismo.
Este sábado los empleados de prensa de El Diario de Paraná difundieron un comunicado para hacer pública la situación que atraviesa la empresa periodística con más historia en la provincia y que afecta, de modo directo, a más de 120 familias.
“Los trabajadores de prensa de El Diario de Paraná queremos manifestar nuestra preocupación por el maltrato laboral al cual nos está sometiendo la empresa editora SAER en los últimos meses”, comienza diciendo el escrito y denuncia que “al día de hoy, 15 de abril, la empresa no ha cancelado los salarios correspondientes al mes de marzo, ni cumple con el acuerdo al que se arribó en el marco de la discusión paritaria nacional. Tampoco ha comunicado en forma certera cómo ni cuándo hará efectivo el cumplimiento de su obligación con los trabajadores”.
A la situación de permanente retraso en el pago de haberes -durante el año en curso nunca ha cancelado los salarios antes del 20 de cada mes-, se suma la deuda en aportes previsionales desde el año 2003, como así también obligaciones impagas con la obra social de los trabajadores.
En otro orden, los periodistas advierten “un alarmante desinterés por el contenido de la publicación, dado que hace dos meses y medio está pendiente la designación del director periodístico” y remarcan que “en este contexto El Diario se sostiene gracias a la buena voluntad de los trabajadores”.
SIN HORIZONTE.
Ya en octubre de 2014, por múltiples incumplimientos, los empleados de El Diario salieron a la calle a manifestar sus reclamos y ubicaron los responsables del conflicto: por un lado el presidente del directorio de Saer SA en representación del grupo Nea Capital Creativo, Ramiro Nieto y por el otro la familia Etchevehere, en este caso referenciando a la rama proveniente del ex director de El Diario -Luis Felix Etchevehere, fallecido en septiembre de 2009- aún con acciones en la empresa. En aquella oportunidad, los trabajadores identificaron claramente otro responsable: el entonces gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
Durante la gestión Urribarri la línea editorial del matutino paranaense siguió a pie juntillas las órdenes emanadas del Ministerio de Cultura y Comunicación, a cargo de Pedro Báez. De ese modo se fue desmoronando, con notable celeridad, el prestigio y la credibilidad que le daban sustento a una marca centenaria. La fuerte caída en auspiciantes y lectores fue suplantada por la pauta oficial. Sin embargo ese proceso, que ya representaba dificultades para la empresa en lo económico, está en una profunda crisis en la actualidad.
Gustavo Bordet, hasta el momento, no parece interesado en sostener un diario adicto a su gestión y más allá de los intentos de la empresa -con la contratación de gerentes provenientes del grupo Uno- por adoptar un nuevo perfil, menos contaminado por el oficialismo, las cosas no estarían funcionando comercialmente, en el marco de una fuerte caída de los diarios en papel.
Los trabajadores, en tanto, sufren las consecuencias de las idas y vueltas entre los empresarios amigos del poder, la ambición de hegemonía de Urribarri y lo que quedó en el camino.
“Esta situación no hace más que generar inquietud en los trabajadores que nos sentimos rehenes de una disputa societaria que nos excede, pero que somete a 120 familias a la zozobra de no contar con sus legítimos ingresos”, cierra el comunicado.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.