El juez del Tribunal de Juicio y Apelaciones, Gustavo Pimentel, homologó el acuerdo de juicio abreviado que le presentaron Fiscalía y defensa de Antonio José Luis Cardoso, exempleado del Ministerio de Gobierno y Justicia, que admitió haber violado a seis mujeres de Paraná, entre 2008 y 2019, a quienes las convocaba a su vivienda bajo la promesa de darles trabajo en el Estado.

El acuerdo de juicio abreviado fue presentado el viernes 4 de junio por los fiscales Lenadro Dato e Ileana Viviani, de la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual de Paraná; los abogados de las víctimas, Marcos Rodríguez Allende y Boris Cohen, y la defensora de Cardoso, Corina Beisel. El juez Pimentel homologó el acuerdo y condenó a Cardoso el viernes 11 de junio.

La causa contra Cardoso –de 59 años y oriundo de Nogoyá- se inició el 23 de enero de 2020, cuando se puso al descubierto la maniobra perversa que ejercía sobre mujeres que buscaban trabajo: las citaba a su vivienda en calle Italia al 500, en Paraná, bajo la promesa de conseguirles un empleo y, tras sedarlas, las violaba.

Los delitos por los que fue condenado Cardoso, fueron los siguientes: abuso sexual con acceso carnal (1º hecho); abuso sexual con acceso carnal (2º hecho); abuso sexual con acceso carnal reiterado (3º hecho), abuso sexual simple reiterado, abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y coacciones agravadas unidas bajo las reglas del concurso real (4º hecho), abuso sexual con acceso carnal (5º hecho), abuso sexual gravemente ultrajante unido realmente al delito de abuso sexual con acceso carnal (6º hecho)., todos suscitados en el marco de una situación de violencia de género.

El acuerdo

Cardoso reconoció seis hechos de abuso sexual. El primero ocurrió a fines de 2008, cuando abusó de una mujer de 28 años, en una vivienda de calle Villaguay N° 287, entre 9 de Julio y Belgrano, de Paraná. La joven fue citada por Cardoso bajo la promesa de conseguirle un trabajo, pero además le dijo que tenía poderes curativos y, para persuadirla, la llevó a una habitación. Allí la mujer se desvaneció y Cardoso la violó.

Cardoso admitió seis violaciones y aceptó 14 años de cárcel

En segundo término reconoció que violó a otra joven en 2014. En aquel entonces su víctima fue una chica de 22 años, quien concurrió al domicilio laboral de Cardoso, en calle Laprida y Tucumán. La joven también fue agredida sexualmente en un hotel llamado San Jorge, ubicado en calle Belgrano. En ambas ocasiones el estatal la persuadió de sus poderes de curanderismo y sanación y le suministró somníferos.

Los demás casos de abuso sexual que reconoció Cardoso sucedieron en mayo, agosto y septiembre de 2019.

En mayo abusó de una joven de 21 años en al menos cuatro oportunidades. La chica llegó al a la casa del estatal bajo la promesa de que éste podía conseguirle un trabajo en el Instituto Becario. En una oportunidad, la joven pudo resistirse a los abusos y fue allí cuando Cardoso la encerró en el lugar y la amenazó con un arma de fuego. Le dijo que si contaba algo de lo sucedido la mataría a ella, a su familia y a su novio.

Luego reconoció que en agosto, en al menos tres oportunidades, sedó a una joven de 20 años y luego la violó. Asimismo, admitió que en septiembre agredió sexualmente a una joven de 18 años y a otra 17, en diferentes momentos. A ambas también les suministró somníferos aduciendo que se trataba de agua bendita con limón.

En el acuerdo de abreviado se destacó que la denuncias “corroboran el modus operandi que se repite a lo largo de los años, por lo menos desde el año 2001, donde se aprovechaba de la vulnerabilidad de las mismas, por su edad o por su situación personal  (jóvenes que sufrían por la separación de sus padres, por la falta de trabajo, por problemas alimenticios, convenciéndolas  de que les hacían brujerías y que él las curaría) y cuando las drogas se aprovechaba para atacarlas sexualmente, estando ante la presencia de un depredador sexual, sin ningún tipo de vinculación entre ellas”.

Además, se resaltó que “todas ellas (las víctimas) expresaron el temor por las influencias que Cardoso manifestaba tener, ya que durante todos estos años las convenció de que nadie les iba a creer, y el sentimiento de culpa de cada una de ellas, por sobre todo los casos más antiguos, porque hoy esas mujeres se responsabilizan de que el no animarse a realizar la denuncia en su momento fue lo que le permitió a Cardoso seguir cometiendo estos hechos atroces”.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.