Sergio Urribarri no cree en la Justicia.
Piensa que las investigaciones abiertas en los Tribunales sobre su gestión –las contrataciones amañandas de su ministro de Cultura, Pedro Báez; las negociaciones incompatibles con la función pública de su cuñado, Juan Pablo Aguilera; las millonarias contrataciones directas durante la Cumbre del Mercosur– constituyen ni más ni menos que una «estigmatización», una «persecución» en base a la «mentira» y el «escarnio».
No sólo está en el ojo de la Justicia la gestión de Urribarri. También se lo investiga al exgobernador por enriquecimiento ilícito.
«Hoy estuvo en nuestra provincia el presidente Macri. De la lectura de sus palabras me nace decir y ratificar en público que la persecución, la mentira, el escarnio, el ensañamiento y la estigmatización que padezco no alcanza ni cerca para ocultar lo que objetivamente ha sido la gestión más prolífica en hechos, obras y programas como fue en Entre Ríos la gestión que llevamos adelante junto con Cristina y con cientos de compañeros entrerrianos peronistas, vecinalistas, incluso intendentes radicales y hermanos del campo popular con la que llegamos a todos y cada una de nuestras ciudades y pueblos con obras, gestión, fuerza realizadora, empuje político y alegría en el corazón», posteó Urribarri, tras la visita del Presidente.
En su discurso, el Presidente dijo que la obra pública ya no es sinónimo de corrupción en el país.
Urribarri se sintió tocado.
Urribarri tiene cuentas pendientes en la Justicia por casos de corrupción.
El periodista Daniel Enz publicó en la revista «Análisis» el entramado de sociedades de las que participa Urribarri y su familia.
Desde octubre de 2012, publicó «Análisis» el padre y la hija de Claudia Mizawak, actual presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, son socios en una empresa constructora, con sede en Capital Federal, que tiene el mismo domicilio de las firmas compuestas por los hijos del ex gobernador Sergio Urribarri.
Se trata de Agro Premium S.A., que integran sus hermanos Jorge Guillermo Ramón Urribarri, Armando Arturo Urribarri y su hijo mayor Sergio Damián, recientemente ubicado en planta permanente del Senado provincial. O sea, la sede de calle Junín Junín 658, Piso 6o, Torre B, oficina A.
Cuatro años antes, en el 2008, se asentó en esa sede la firma Kriptak Inc, que fuera comprada a dos punteras barriales de la provincia de Buenos Aires, que vivían del cobro de planes sociales y que, evidentemente, fueron utilizadas como testaferros, tanto de Urribarri como de otros kirchneristas, que pusieron a su nombre por lo menos 14 empresas en el país.
Kriptax es los hijos del gobernador, Mauro Gabriel, ministro de Gobierno, y Sergio Damián, aunque luego se sumó también Bruno. El ingreso a la sociedad por parte del actual ministro de Gobierno de Entre Ríos, y de su hermano mayor, Sergio Damián, se produjo el 9 de octubre de 2008. La fecha de inscripción de Kriptax Inc ante la AFIP fue el 4 de agosto de 2008 y dos meses después pasó a manos de los hermanos Urribarri.
Al año siguiente, en 2009, ya había empezado la construcción de la majestuosa casa de la Península de Salto Grande.
La empresa constructora, denominada Construyendo Sociedad Anónima y habilitada para hacer negocios con el Estado, está integrada por la firma Caballi -que lidera Miguel Marizza-; Néstor Iván Szczech; Jorge Abraham Mizawak -padre de la presidenta del STJ entrerriano-; Marcelo Javier Tórtul y Claudio Tórtul, quienes por muchos años condujeran la empresa de seguridad El Guardián.
El otro detalle saliente es que no es la primera vez que Jorge Mizawak (quien también aparece relacionado a la explosión comercial y de negocios de la empresa de venta de autos y motos Castelaro, de Paraná) es socio de Marizza o Szczech. Ya en el 2007, específicamente en agosto -o sea, a escasos meses del inicio del primer gobierno de Sergio Urribarri, conformó la sociedad Mandato Fiduciario S.A., junto a los socios mencionados, para el desarrollo de una constructora e inmobiliaria.
Urribarri hizo a un lado todo eso al responderle a Macri tras su visita a Entre Ríos este sábado para compartir el acto de inauguración de un puente junto al gobernador Gustavo Bordet.
«Y tengo que decirlo hoy en el marco de esta visita presidencial, no por mí sino por la reivindicación de los cientos de compañeros, militantes, funcionarios y personal de gobierno que llevamos adelante la tarea. Por el esfuerzo y el compromiso de todos y el acompañamiento cerrado de Cristina pudimos hacer 154 escuelas, 2700 km de rutas nuevas, más de 70 accesos en nuestros pueblos y ciudades, casi 2000 km de fibra óptica y cientos de obras más, el nacimiento de más de 800 Pymes, dos hospitales de primer nivel en Paraná y Gualeguaychú, agua, gas, saneamiento, urbanizaciones extraordinarias como las de barrio Belgrano en Paraná, recuperación de espacios públicos para el disfrute de las personas y como desarrollo del turismo, infraestructura eléctrica, decenas de escuelas y edificios históricos puestos a nuevo, más un equipamiento en movilidad policial impresionante, entre otros cientos de logros», posteó Urribarri en Facebook.
Después, puso una comparación insidiosa: «Tengo que decirle Presidente que ojalá –es lo que más quisiera en mi vida– el gobernador Bordet con su apoyo pudiera algún día superar lo que hicimos con Cristina en esta provincia, aunque descarto de plano que eso ocurra ni cerca en su mandato».
Después, en una insólita postura desafiante, se quejó de la censura que soporta en los medios. Lo dijo Urribarri, que junto a su ministro de propaganda ejerció un cerrojo mediático durante los ocho años de su gobierno.
«Esto que hoy inauguró y que se ejecutó durante mi mandato –la construcción del puente más largo en la historia de esta provincia– forma parte de lo que a su juicio es la pesada herencia que usted me endilga y que repite sin analizar un coro de resentidos devenidos en pseudo fiscales públicos berretas», aseguró.
«Aprovecho para aclararle Presidente, ya que últimamente no tengo mucho aire en los medios, que yo no endeudé a la provincia. Cuando la entregué la deuda representaba en proporción la mitad de lo que era cuando la recibí (el 52% del Presupuesto) y cinco veces menos que en el 2003», agregó Urribarri.
Los malabares que cada fin de mes hace Bordet para pagar los sueldos del Estado es una buena respuesta a la desatada verba urribarrista. Pero ambién, las «obras» que anunció y no hizo: el Estadio Único, los accesos Norte y Sur a Paraná, el Hospital del Bicentenario que está todavía a media máquina y sin finalizar, el Mercado Concentrador Presidente Kirchner del que no se puso ni un ladrillo, la ruta 11 sin terminar, la ruta 51, en el sur, que inauguró varias veces. Y así.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.