El ex juez de Gualeguaychú Eduardo García Jurado se enojó con los medios. Con lo que publican los medios. El juez emitió un comunicado para los medios que tituló así: «Cawo Sola: errores en la información pública».
En 2012 García Jurado era juez de Instrucción en Gualeguaychú, y a él le cupo la extraña decisión de dar por cerrada la causa judicial abierta para dar con el paradero de la adolescente Blanca Susana Sola, desaparecida en marzo de 1990.
Cuando el juez García Jurado decidió cerrar la causa -más todavía, cando decidió mandar a incinerar el expediente- la chica no había aparecido. Todavía hoy sigue siendo un misterio su paradero. Otro juez, el de Garantías de Gualeguay, Ignacio Telenta, decidió rearmar la investigación con lo poco que había quedado, y, de paso, le pidió perdón a la familia de Blanca Susana Sola por los «errores» ajenos.
Bueno. El ex juez García Jurado decidió hablar ahora, cuando el tema está en los medios y su actuación, muy en tela de juicio. El ex magistrado sostuvo que «la investigación inicial -hasta el 31/05/91- la concretó el juez Edgardo Stetler, secretaría (Mario) Gómez del Río. Estos operadores tuvieron a su cargo la mayor tarea, lo cual implica tomar las primeras y urgentes acciones tendiente a dar con el paradero de la menor y esclarecer las circunstancias que permitan confirmar o descartar la existencia de un delito».
Y agregó: «Luego, en boca de su hermano, Juan Domingo Sola, se informó, erróneamente, que el entonces juez Eduardo García Jurado, tuvo ´bajo su responsabilidad, en largos cinco años, el comando de la causa, el archivo en el año 1995 y el expurgo del expediente en el año 2012 ” (destrucción por orden del STJ) de todas las causas ya prescriptas. Trámite de rutina, ante la acumulación de legajos y la necesidad de implementar el nuevo proceso penal (año 2013)».
«El primer párrafo es rigurosamente cierto. El apartado segundo, que habría sido originado en dichos del hermano de la menor desaparecida, con agregados de los respectivos comunicadores, no tiene ningún respaldo documental. Es producto de una mala investigación – de un mínimo de periodistas- que incumplieron con reglas básicas de la actividad mediática», opinó García Jurado.
«Quien suscribe la presente, asumió como juez de Instrucción N° 1 el 31 de mayo de 1991, y pudo apreciar la intensa y correcta labor de los operadores judiciales, que emergía de las órdenes enviadas a todos los organismos de seguridad y de los actos procesales. Circunstancias que pudo trasmitir al angustiado padre de la menor, al presentarse cuando juro como Juez, a un año y dos meses del hecho», contó.
«En agosto de 1992, al crearse el Juzgado de Instrucción N °3, la secretaria del doctor Mario Gómez del Río, pasó con todas las causas –incluida la de Sola- a integrar el nuevo Juzgado N° 3. Naturalmente, los supuestos archivos y expurgo del expediente, en los años 1995 y 2012, no fueron concretados por el Juzgado a mí cargo», sostuvo el ex magistrado.
«Aclarados los graves errores en la información, en donde se adjudican dos actos que nunca realicé, debo afirmar que de manera alguna puedo acompañar el mensaje mediático insinuado, respecto a que estas dos resoluciones sean interpretadas como contrarias a la ley vigente al momento de concretadas. El archivo de una causa, se producía por no existir delito, o a la espera de nuevos pruebas que permitiesen su continuidad-sería este hecho-, y en caso negativo, transcurridos los términos de la prescripción, se producía el cierre definitivo. Medida que era apelable por el fiscal. Y en cuanto al expurgo del expediente, en caso de ser necesario, su reconstrucción no es una tarea compleja», señaló García Jurado.
«La República debe basarse en el ejercicio regular de los deberes y derechos de todos los ciudadanos, más aún de los que ejercen los servicios de Justicia y de información pública. Debemos ser correctamente informados, de manera tal que se pueda ejercer un control de gestión pública y de aquella privada pero intimamente ligada a una democracia real», cerró García Jurado.
Otra historia
El 18 de marzo de 1992, diario El Día publicó una nota sobre la investigación judicial, al cumplirse dos años de la desaparición: Blanca Susana hubiese tenido en aquel momento 16 años. El artículo recogía las voces disconformes de sus padres, y la voz del juez de la causa –el cuarto y último en intervenir- quien descartó públicamente la línea de investigación basada en “un posible secuestro o privación ilegítima de la libertad” y puso de relieve como principal hipótesis la existencia de una posible “huida del hogar” para evadir “problemas familiares”.
Ese juez era Eduardo García Jurado, quien en aquellas declaraciones, si bien reconocía que “el caso todavía no estaba cerrado” adelantó la futura suerte de la investigación: “Hay órdenes impartidas a la Policía de Entre Ríos y a la Policía Federal para que la busquen hasta los 21 años de edad, momento en el cual ella tenga facultad de elegir su destino”.
Blanca Susana hubiese cumplido los 21 años el 9 de enero de 1997.
García Jurado también reconoció en ese artículo el trabajo de «sus antecesores en el juzgado» donde tramitaba la causa, en especial «del secretario Gómez del Río».

Diversas fuentes judiciales aseguraron que la causa fue archivada por orden de García Jurado, para ser finalmente expurgada –es decir, para arder junto a otros expedientes ya prescriptos- durante una quema efectuada en el año 2012. Consultado sobre este tema, García Jurado -quien lleva retirado varios años de la función judicial- aseguró no recordar si reservó o archivó el expediente: “Recuerdo que me tocó recibir a un padre devastado por el dolor y, tenga por seguro, que en mi Juzgado se hizo todo lo que estuvo a mi alcance para avanzar con la investigación”, dijo.
Lo cierto es que la causa fue archivada, y que -según indican fuentes judiciales- el último juez que tuvo la causa en sus manos fue Eduardo García Jurado, titular de uno de los antiguos Juzgados de Instrucción que se disolvieron cuando entró en vigencia el nuevo Código Procesal Penal de Entre Ríos, en febrero de 2013.
En el comunicado emitido hoy por García Jurado menciona la creación del «nuevo Juzgado de Instrucción N° 3», adonde habrían ido a parar «naturalmente» las causas judiciales que tramitaban en la secretaría de Gómez del Río. Sin embargo fuentes judiciales de la época aseguran que la causa concluyó en sus manos.
En el comunicado de prensa emitido durante este miércoles, el ex magistrado aclara que no fue quien archivó la causa que investigaba la desaparición de Blanca Susana Sola. En diálogo con el portal Reporte 2820, aseguró no recordar si lo hizo, pero no negó haberlo hecho. Quienes lo afirman son quienes estuvieron en contacto con su accionar durante aquel momento. García Jurado se esmera en negar la quema del expediente y explica las razones por las cuales fue lógico que la quema se produjera.
¿Por qué daba notas a los diarios de la época el ex juez si no era una causa suya? ¿Por qué brindaba datos sobre cuál era la situación del caso y contaba como venía la investigación a los medios si no estaba a su cargo la investigación por la desaparición de Blanca Susana?
García Jurado brinda en su comunicado información que oportunamente negó tener respecto al camino transitado por la causa dentro del Palacio de Tribunales; información que resulta incomprobable ya que la causa a la que hace mención fue consumida por el fuego y, salvo el ingreso en un libro de actas que da cuentas de que la causa alguna vez estuvo allí, no hay nada más que ver.
Desde el hallazgo de aquellos huesos el 10 de diciembre de 2018 hasta el encuentro con Telenta – quien antes de jurar como juez actuó como fiscal en la causa que investigó el femicidio de Micaela García- pasaron casi tres meses. No había señales de Susana ni en la calle ni en Tribunales. Tampoco quedaba un solo empleado de aquella época a quien preguntarle. Finalmente, la búsqueda de quienes trabajan en el Juzgado de Garantías N°2 logró un nombre y un número en un viejo libro de actas: “Sola José María Domingo – Abril 17/ 40448 – Su denuncia”, y desde esa punta del ovillo se anduvo hasta confirmar que la Justicia había vuelto a desaparecer a Susana. Tampoco se halló registro alguno en la comisaría cuarta –donde se radicó la denuncia por la desaparición de la niña- ya que según respondieron desde Jefatura Departamental, los archivos probablemente corrieron allí la misma suerte que el expediente judicial: el fuego.
“Se trata de un error garrafal e imperdonable”. Esa fue la manera en que Telenta calificó la destrucción de la causa, y con ella todas las actuaciones realizadas hasta el momento. “No sabemos qué es lo que ocurrió con la causa porque no está asentada en los lugares en donde debería estar asentada. Lo único que encontramos es el dato en los libros de expurgue. No podemos dar cuenta de lo que hizo el Estado, ni de la investigación ni de los alcances de la misma. El expediente tendría que haber sido apartado en un lugar especial hasta tanto se obtenga nueva información para continuar el caso porque este tipo de delitos no prescribe, pero esto no ocurrió y desconocemos que pasó antes de ser expurgada”, completó Telenta.
Esto significaba que aquello que la familia Sola vivenció durante todos estos años como una gran frustración y sensación de injusticia, producto de una investigación ineficaz, que revictimizó a la víctima y a su familia poniéndolos en el centro de la opinión pública, se cumplió en su máxima expresión. La eliminación de la causa resulta la confirmación absoluta del abandono del Estado: A Susana primero se la tragó la tierra del barrio San Isidro y luego la consumió el fuego de la negligencia judicial.
El pedido de disculpas de Telenta es la confirmación de que el Estado hizo aquello que señala García Jurado en el comunicado de prensa que envió este miércoles: «El archivo de una causa, se producía por no existir delito, o a la espera de nuevos pruebas que permitiesen su continuidad-seria este hecho-, y en caso negativo, transcurridos los términos de la prescripción, se producía el cierre definitivo. Medida que era apelable por el fiscal- Y en cuanto al expurgo del expediente, en caso de ser necesario, su reconstrucción no es una tarea compleja».
Vale destacar que, como dijo su hermano Juan Sola en declaraciones brindadas a la prensa durante la primera de las audiencias para la reconstrucción de la causa que, 29 años después, investiga la desaparición de la niña Blanca Susana Sola: «No se perdió un animal, se perdió una persona».
Fuente: Reporte 2820