La estudiantina terminó. Los diputados resisten hasta donde pueden. Carolina Gaillard, Jorge Barreto, Juan Manuel Huss, Lautaro Gervasoni y Julio Solanas están enrolados en una liturgia en decadencia, pero no lo pueden advertir. Pragmático,  como peronista de ayer y de hoy, el gobernador Gustavo Bordet los reconviene con un baño de realidad y sin chistar, aunque incómodos, los diputados sonríen para la foto y aceptan el nuevo escenario.

Era más fácil antes. ¿Arreglo con los buitres? Nunca. El acuerdo con el Club de Paris fue meditado y prolijo. Pero todo tiene sus límites. Endeudar al país, es la trampa del macrismo.

El problema es que, entre otras cosas, la provincia de Entre Ríos fue gobernada ocho años por Sergio Urribarri. Y el actual gobernador Gustavo Bordet, para cubrir los gastos corrientes de la provincia heredada por Urribarri, en menos de tres meses, necesitó la asistencia de Nación por 600 millones de pesos.

Los diputados ya estaban en sus bancas cuando Urribarri llevaba las cuentas a su situación actual. Es más, el ex mandatario eligió a dedo a los que ahora tienen que resolver, en nombre de la provincia, si se derogan las leyes que el macrismo necesita para acordar con los holdouts.

Gervasoni, Barreto, Gaillard.
Pero los diputados atienden el escenario y el debate nacional. Salvo Solanas, que con el tiempo fue ingresando al progresismo, como esos hombres maduros se prueban ropas juveniles y deciden salir a bailar sin interpretar del todo su lugar en el mapa de la noche, el resto no tiene ni experiencia, ni historia. Están ahí, donde Urribarri lo dispuso, con algún asentimiento nacional en el caso de Barreto y Huss, siguiendo la idea caduca del proyecto.

El proyecto que, se imaginaron, podía ser la continuidad positiva de Urribarri, pero fue encarnado –en los papeles al menos- por el rival más  denostado por el entrerriano, Daniel Scioli, ahora pasó al otro lado y se llama resistencia. Los diputados están por la resistencia. Y está muy bien. Ahora, en este caso, alguien se equivoca: o Bordet no entiende el mensaje de las urnas o no lo comprendieron los legisladores.

El Gobernador se expresó claramente en favor de un acuerdo con los buitres y en referencia a sus diputados, elocuente, dijo “esto no es una estudiantina, patria o buitres”.

Solanas, Gaillard, Gervasoni.
Pero los cuatro representantes de la cámara baja y el experimentado Solanas, seguían interesados en prolongar el 21 de septiembre. Total.  El problema es de Macri.  Gaillard, Barreto, Huss, Gervasoni  y Solanas quieren sostener el discurso que parecía ganador hasta hace tres meses, ahora desde la vereda de enfrente y con menos responsabilidades.

El problema, que en realidad advierten y no saben resolver, es su propio origen. Vienen de una provincia quebrada, que necesita ayuda, asistencia y crédito hasta para pagar los sueldos. Una Entre Ríos que fue parte del proyecto a través de Urribarri y sepultada debajo de los números inverosímiles que elegía difundir el ex Gobernador. Y ellos fueron parte de eso. Son parte de eso. No ya de lo mejor que pudo tener el kirchnerismo, sino de lo peor que mostró el urribarrismo. Y ahora, los números tienen que cerrar.

Gervasoni, Huss, Gaillard, Barreto.
Sí, claro, con la gente adentro. Pero, los legisladores deberían saber que en  Entre Ríos no cierran y no van a cerrar, ni con la gente afuera, si la Nación no ayuda.

Eso, entre otras cosas, les habrá pasado en limpio Bordet en la tarde del miércoles. Después de dar por concluida, por mal tiempo y amenaza de tormenta, la estudiantina.

 

Julián Stoppello

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.