Hay una planta que languidece en un macetero blanco, de cemento, puesto a un c ostado, cerca de un escritorio arrumbado sin pasión.
La puerta, vidriada, tiene un lámida pegada donde se lee «Espacio de la Memoria». La planta lánguida puesta en una maceta de cemento blanca está contra esa puerta vidriada, de modo que lo primero que aparece a la vista es ese verde mustio, y después aquella leyenda.
Afuera, en un patio interno, hay bolsas de residuos. Y algún que otro trasto.
No hace mucho que se inauguró ese sitio. Fue en marzo de 2005.
Se llama, se llamó entonces, Espacio de Memoria, Verdad y Justicia
Se inauguró en el patio interno del Consejo General de Educación (CGE). Rinde homenaje a los docentes y estudiantes, detenidos, torturados, sobrevivientes y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar argentina.
Eso es lo que pretendió.
Ahora es un espacio que queda atrás de la maceta, cerca del escritorio abandonado, al lado de un kiosco.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.