“Empiezan a surgir leyes del hombre que no son las leyes que están acá, en la Biblia. Las leyes del hombre casi siempre andan muy lejos de las leyes de Dios. Y hoy aparecen estos proyectos de Ley Género, matrimonio igualitario, aborto, y hay una oleada muy grande de gente que apoya firmemente estas cuestiones. Nosotros, los cristianos, qué vamos a hacer. Vamos a dejar que simplemente pase o cómo lo vamos a enfrentar”.

La diatriba con tono belicista fue pronunciada el lunes 22 de julio, en el Colegio María Auxiliadora, por el médico cirujano Daniel Benítez, exprecandidato a intendente de Chajarí por el peronismo, hoy auditor contratado por el Consejo General de Educación (CGE) para auditar las licencias por enfermedad de los docentes de su ciudad. Tiene una versión de catecismo de la historia.  “Los que somos católicos, sabemos que Dios nos ha creado hombre y mujer. Leyendo la Biblia, sabemos que primero apareció el hombre, después, tomó la costilla y apareció Eva», dijo aquella vez.

Le salió al cruce la Agrupación Rojo y Negro de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), que lo trató de «irresponsable» y cuestionó que su fe lo haga rechazar un marco normativo que rige en el país y aprobado por el Congreso de la Nación. «Esta larga lista de posiciones irresponsables no sólo carece de todo aval científico –a pesar de que Benítez las presente maliciosamente como certezas de ese tipo–, sino que contradice el marco normativo que debe respetar tanto en su actividad privada como también en las múltiples funciones públicas que ejerce, además de marginar a toda expresión de diversidad sexual entre la población, al declararla ilegítima según estos falaces fundamentos vertidos”, señaló la agrupación sindical.

“Nos parece aún más grave el hecho de que ejerza el rol de Médico Auditor dependiente del CGE, dada la naturaleza de este proyecto y las situaciones de injusticia que ha producido su aplicación en nuestro Departamento, esta situación expone aún más lo improvisado de la medida y el perfil de los profesionales puestos a dedo por el gobierno para tal fin”, destacaron.

Benítez no se quedó callado y buscó los micrófonos de Radio Chajarí para responder.

«La nuestra es una opinión emitida desde el seno de la fe católica -dijo con cierto candor-. Respetamos profundamente el pensamiento de otras personas, pero hago esta aclaración porque surgió un comunicado de la agrupación Rojo y Negro – 1º de Mayo, ya que lo que yo hago en el CGE es desempeñarme como médico auditor en lo que se refiere a los certificados médicos presentados por docentes y no docentes”, señaló. Y desafió: «Si es importante respetar su pensamiento, creo que también sería importante que ellos respeten mi pensamiento. Mi fe no influye en mi trabajo como médico auditor, ya que yo audito cuestiones de salud de todos aquellos que lo requieren (…) Incluso llegué a auditar pedidos de licencia a docentes cuyo matrimonio es igualitario, y eso no me influye porque yo respeto absolutamente a todos”.

“Soy una persona que ama a la familia, y que justamente vengo de una familia tradicional. Yo soy católico, pero respeto a quienes piensan diferente. Lo que no veo es que respeten mi pensamiento”, insistió Benítez. A su vez, expresó que “esta charla se dio en un ámbito meramente católico, es decir en una iglesia, no en una escuela. Por eso pienso que este asunto está ‘tomado de los pelos’, ya que mi trabajo profesional no se mezcla con mi pensamiento”.

Pero el médico, funcionario del Estado, se manifestó en contra de la aplicación de leyes del Estado. No hubo ninguna cuestión de catecismo en su postura.

“No quiero que estas cuestiones se enseñen a los chicos, porque los empiezan a confundir de muy chicos”, dijo en aquella charla respecto de la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral. “Este avance que hizo el mundo nos ha pasado por encima a todos. Y nos agarra desprovistos de conocimiento. Mover botones es de monitos. No es ser un genio”, lamentó.

“Nos atacan. Nos dicen que somos homofóbicos. No, simplemente nos gusta que respeten nuestra forma de pensar. Que sea común no significa que sea normal. Nos quieren hacer creer que eso es normal”, aseveró. “No puedo considerar que eso sea normal”, dijo en relación a matrimonios igualitarios que deciden adoptar niños o concebirlos mediante el alquiler de vientres. “A los ojos de Dios, yo no creo que sea una cuestión de cristianos aceptar eso”, opinó.

Después de las críticas docentes a Benítez, el cura de María Auxiliadora, Jorge Charreun, salió en defensa de los disertantes en aquella charla, y bajo la falacia del respeto a las opiniones diferentes, también se manifestó en contra de la Ley de Educación Sexual. «Por otra parte, es necesario recordar que también los padres, y en este caso los padres de los niños de catequesis, tienen derecho a educar a sus hijos conforme a sus principios y creencias, derecho explicitado en diversa normativa con jerarquía constitucional como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículos 13.3 y 18.4), la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 26.3), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 12) y la Convención sobre los Derechos del Niño (artículo 5). Asimismo, cabe recordar también que en la Argentina, como en otros países, se respetan, al menos hasta hoy, los idearios institucionales», señaló el cura en un comunicado.

Se olvidó de resaltar que su proselitismo en contra de la ley lo lleva adelante con mano de hierro: obligó a los padres de los alumnos de la escuela parroquial María Auxiliadora a asistir a aquella charla del 22 de julio.

 

Foto: Chajarí al Día

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.