Ramona Estela Machado se presentó la mañana del 30 de marzo último en la comisaría segunda de Paraná para contar una historia insólita.
El miércoles 29 de marzo acudió con su pareja, Walter Ignacio Guillen, uruguayo, de 66 años, para una cirugía simple en el Hospital San Martín: una cirugía por un absceso en la zona del coxis.
Una operación corriente, de rápida resolución.
Guillén fue intervenido a las 19, y tras salir del quirófano fue derivado a la habitación 104 del primer piso, en el sector de Clínica Médica.
La mujer relató que esperó que lo ubicaran en su habitación y que se retiró alrededor de las 20,45, con la idea de regresar al otro día.
El jueves 30 ingresó al Hospital San Martín y se encontró con una mala nueva: su pareja ya no estaba, había desaparecido y nadie sabía a ciencia cierta su paradero.
Así lo cuenta: que al ingresar a la sala donde había quedado internado Guillen, “se encuentra con que su pareja no estaba, y comienza a preguntar y nadie le respondía, hasta que otra persona internada le manifiesta que su pareja se fue en el horario de la 1 (de la madrugada), aproximadamente, luego encuentra a la enfermera de turno, la cual se había retirado a las 22, la cual le manifiesta que el señor Guillen estaba bastante nervioso y se había sacado el suero, luego con el cambio de guardia, el enfermero que le toma la presión le había manifestado que se quería ir, a lo cual el enfermero le dice que descanse, que mañana se iba de alta, y luego siguió su recorrido”.
En su exposición policial la mujer cuenta que su pareja “no es de salir a ningún lado” y por tanto no conoce la ciudad, y aporta un dato: cinco años atrás había estado en tratamiento psiquiátrico en el ahora Hospital Escuela de Salud Mental.
Nadie de momento puede establecer a ciencia cierta qué ocurrió en el esta distancia de 15 metros que separan la sala 104 del primer piso de la puerta del ascensor.
La puerta del ascensor se abrió sin que el ascensor estuviera en el piso, y Guillen, se presume, cayó al vacío. Eso ocurrió en las primeras horas del jueves 30 de marzo.
El director del Hospital San Martín, Fernando Jiménez, confirmó que los dos ascensores estaban en perfecto funcionamiento, que hace un año que fueron instalados y que no se explica cómo se pudo haber abierto la puerta.
Guillen fue encontrado recién ayer, y por un hecho fortuito: los empleados empezaron a notar un fuerte olor nauseabundo que provenía del hueco del ascensor.
Cuando abrieron, encontraron su cuerpo, en posición cúbito dorsal, boca arriba, en la base del ascensor, con un poco de agua.
La Justicia ahora investiga las causas de su muerte. El fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull ordenó la autopsia del cuerpo, y ayer hizo las primeras diligencias en el Hospital San Martín.
En tanto, el director del Hospital San Martín ordenó la instrucción de un sumario administrativo interno.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.