Aníbal Aguilera es sacerdote.

Pertenece a la jurisdicción de la diócesis de Concordia y es cura párroco de Santa Rosa de Lima, en Chajarí.

Es, además, hermano de Ana Lía Aguilera, y por eso mismo, cuñado del exgobernador Sergio Urribarri.

El menos conocido, con baja exposición, sin tanta repercusión pública como el otro cuñado de Urribarri, Juan Pablo Aguilera, a quien se le atribuye la imprenta Tep SRL, allanada por la Justicia en el marco de una causa por negociaciones incompatibles con la función pública que lo involucra.

Fue en agosto de 2016 cuando la Justicia allanó las oficinas de la empresa TEP SRL, ubicada en bulevard Racedo, la imprenta que se adjudica a Juan Pablo Aguilera, actual secretario de la Cámara de Senadores.

Pero el brazo de la Justicia va un poco más allá. Los fiscales Patricia Yedro y Santiago Brugo están investigando al exgobernador Urribarri ya toda su familia por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito, y en esa pesquisa también está involucrado Juan Pablo Aguilera.

A Aguilera no lo investigan por su supuesta participación en TEP SRL. También la pesquisa alcanza a la firma Next SRL, donde los socios que aparecen son Maximiliano Romeo Sena, de General Campos y amigo personal de Aguilera y Alejandro Luis Almada, oficial de la Policía de Entre Ríos desde 2006 y uno de los custodios personales de Sergio Urribarri. Almada es, además, el cuñado de Aguilera, quien está casado con su hermana, Luciana María Belén Almada.

El otro cuñado, el otro Aguilera, Aníbal, el sacerdote, tiene un modo de entender el voto de pobreza bastante peculiar.

El cura es cura motoquero y suele fotografiarse subido a costosas motos. En su foto de perfil en Facebook está subido a una Honda.

Pero hay otra que ha comenzado a circular en las redes y que lo muestra montado a una Ducati.

Una Ducati, en Mercado Libre, se vende entre los u$s 40.000 y los u$s 450.000.

En el verano de 2015, el nombre del cura Aguilera ganó los medios, pero por un hecho que luego el sacerdote negó. Rarísimo.

Fue, eso se dijo, quien bautizó a un pequeño concebido por inseminación artificial, fruto de una pareja del mismo sexo integrada por dos mujeres, María Luisa Puschasis y Alicia Vanina De Mauri.

Las dos chicas, oriundas de Feliciano, radicadas años en Chajarí, militantes de la agrupación Kolina, sostén político de la actual gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.

Un activo militante de Kolina en Chajarí, Darío Quiroz, conoció su caso, sus ganas de casarse, su pretensión de inscribir el hijo que habían conocido, y les dio una mano.
Quiroz, funcionario en la Municipalidad de Chajarí, fue padrino de la boda de Vanina y María Luisa.

Antes de la boda, fue el bautismo, en enero de 2015.

Las mamás dijeron que la ceremonia de bautismo había ocurrido en la Parroquia Santa Rosa de Lima. Y ante la consulta respecto de quién había sido el sacerdote que bautizó al niño, la respuesta no tuvo dudas: el padre Aguilera.

Pero en forma pública Aguilera negó haber sido él.

El sitio de noticias www.talcualchajari.com.ar lo consultó al sacerdote, quien dijo: “Si bien no lo hice yo al bautismo, hay que destacar que la Iglesia Católica no le niega el bautismo a nadie, sin importar y más allá de la situación de los padres, en este caso siendo un matrimonio de personas del mismo sexo se debe bautizar igual”.

¿De quién será la Ducati sobre la cual se fotografió?

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.