El ex perito balístico del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Antonio Daniel Vitali, continuará con prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná. Así lo decidió este jueves el vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones, Rafael Cotorruelo, en el marco de una audiencia en la que se trató el recurso de apelación interpuesto por la defensa del ex comisario en contra de la resolución del juez de Garantías Nº 2, José Eduardo Ruhl, que el 23 de octubre dispuso alojarlo por 90 días en la unidad penitenciaria.
Vitali fue alojado en la UP1 por “el peligro de daño jurídico, entorpecimiento de investigación o aún fuga” a raíz de graves hechos de violencia de género, el hallazgo de una arma de guerra en su poder –con la numeración limada-, y por el hecho de haberse contactado con una testigo, cosa que tenía prohibido.
La defensa del ex perito, conformada por los abogados Iván Vernengo y Damián Pettenati, consideró que el juez Ruhl hizo caso omiso a sus planteos para que Vitali cumpla prisión domiciliaria y por ello interpusieron un recurso de apelación. Por su parte, los representantes del Ministerio Público Fiscal, Fernanda Rufatti (de la Unidad Fiscal de Violencia de Género) e Ignacio Aramberry solicitaron se confirme la resolución del magistrado, cuestión que fue acogida por Cotorruelo.
La audiencia comenzó a las 8,30 y, luego de un cuarto intermedio, el vocal del Tribunal de Apelaciones confirmó la resolución del juez Ruhl: Vitali debe permanecer en la Unidad Penal.
El ex comisario y ex perito balístico va a juicio en la sonada causa por las armas judicializadas. La fiscalía ya adelantó que solicitará una pena de 11 años de prisión.
Los motivos de la defensa
Damián Pettenati tachó como parcial la resolución del juez de Garantías que mandó a la UP a Vitali. Consideró como un agravio que haya tomado como argumento que el ex perito “haya visitado a un testigo de la causa armas cuando la defensa aún no estaba notificada de que esa persona iba a ser testigo en el juicio”.
Señaló que el ex funcionario de Tribunales visitó a una testigo –Natalia Giménez, que se desempeña en el área pericial del STJ- el 18 de septiembre y que recién el 19 fueron notificados de que la profesional sería convocada a testificar.
Por otro lado, cuestionó que se le haya endilgado a su defendido la violación de una medida de restricción que tenía que ver con no estar en un lugar donde hubiera armas o con personas armadas. “No concurrió a cualquier lugar para reunirse con personas alrededor de un arma de fuego, tampoco se entiende cuál es el peligro procesal del hallazgo de este arma”, dijo.
“Nos agravia la parcialidad del juez de Garantías. En la audiencia de prisón preventiva el juez invocó el peligro de fuga cuando ni siquiera fue expuesto por la fiscalía. Esto afecta el derecho de defensa de Vitali”, dijo Petenatti, que además consideró excesivo el término de 90 días de prisión impuesto a su cliente.
A su tiempo, Iván Vernengo señaló que el juez hizo caso omiso al estado de salud de su defendido. Informó que el perito tiene programada una operación que “no es de gran complejidad” pero que “lleva sus pormenores”. Indicó que su cliente sufre pólipos de colon y que debe hacerse una endoscopía en el Instituto Rawson el martes 21 de noviembre. “Para esa operación debe hacer una preparación previa y tomar cierto medicamentos”, dijo Vernengo y agregó que ese punto tampoco “fue tenido en cuenta por el juez de Garantías”.
La fiscalía pidió mantener a Vitali en el Penal
Ignacio Aramberry pidió confirmar la resolución del juez Ruhl que envió a Vitali a la Unidad Penal de Paraná. Señaló que el ex perito incumplió una serie de restricciones que tenía impuestas, configurando así el riesgo procesal. Ellas fueron: haber violentado a una mujer; acercarse a un testigo de la causa; y haber tenido en su poder un arma, con el agravante de que tenía la numeración limada, y que se comprobó que pertenecía a un lote de 44 armas que fueron enviadas a destruir en 2008. Advirtió que el arma fue ocultada y por eso no se encontró durante los allanamientos en su casa en junio de 2016, durante la etapa investigativa.
Por su parte, la fiscal Rufatti se refirió a la causa de violencia de género. Este caso fue el que generó un procedimiento en la casa de Vitali por amenazas a una funcionaria policial, cuyas siglas son YG – se preserva su identidad-.
La fiscal especializada en violencia de género relató que Vitali hostigaba a la mujer a tal punto que le enviaba mensajes amorosos y amenazas a cualquier hora; y que incluso la seguía a los lugares en las que cumplía tareas de guardia. “Es un claro contexto de violencia de género. Hay que lograr que la víctima llegue al juicio tranquila, en paz y que no se retracte”, planteó.
Luego también rechazó que el ex perito invoque el tratamiento médico que está por realizarse para que se le otorgue la prisión domiciliaria.
Dictamen
En su dictamen, Cotorruelo consideró que hubo riesgo procesal en cuanto a que Vitali ocultó un arma en su casa; que está acreditado que tuvo una conducta de persecución hacia una funcionaria policial que lo denunció por amenazas; y que violó la restricción de acercarse a un testigo de la causa, como fue en el caso de la testigo Natalia Gimenez.
“No hay posibilidades de dejarlo al imputado Vitali en su casa donde ocultó un arma de guerra, por lo tanto no queda otra que aplicar la prisión preventiva”, dijo el magistrado. En cuanto a la alegación de la situación de salud del ex perito, el juez entendió que existen presos con patologías mucho más graves que transitan una condena en la Unidad Penal y que la UP cuenta con el servicio adecuado para atender cualquier tipo de enfermedad. De modo que confirmó la resolución del juez Ruhl, y Vitali deberá permanecer en el Penal.
Gonzalo Núñez
Especial para Entre Ríos Ahora.