“Los felicito por todo lo que hacen”.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó por primera vez Paraná el 7 de mayo de 2009, y esa vez, acompañada por el entonces gobernador Sergio Urribari visitó elhangar ubicado en la II Brigada Aérea donde la empresa Pur Sang SA fabricaba la aeronave Avro 504 K.
Pur Sang SA está comandada por Jorge Anadón, el mismo que se hizo conocido en todo el país por fabricar, en su planta ubicada en Avenida Almafuerte, réplicas de autos clásicos, como las Bugatti.
Aquel jueves de mayo, cuando Cristina visitó fue y saludó a Anazdón, y posó para la foto arriba de uno de esos vehículos, y entonces dijo aquella frase: “Los felicito por todo lo que hacen”.
Ahora, Cristina ya no está en la Presidencia, y su situación en la Justicia se complica cada día: no sólo está salpicada por la investigación de La Ruta del Dinero K, sino que ahora podría quedar más complicada con la causa Hotesur.
Y el empresario paranaense al que felicitó en aquella visita de 2009 a Paraná, Jorge Anadón, también tiene asuntos por resolver en la Justicia.
Según informa “El Diario” en su edición de hoy, Leónidas Jorge Anadón, presidente del directorio de Establecimiento Pur Sang SA, fue procesado por la Justicia Federal de Paraná por la retención de aportes previsionales de los salarios del personal a su cargo, omitiendo su depósito, en infracción del Régimen Penal Tributario.
El martes, ante el Tribunal de la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná, integrado por Cintia García, Daniel Alonso y David Chaulet, se realizó la audiencia de apelación del procesamiento que ya le habían dictado.
El Tribunal, tras escuchar a la defensa, a cargo de Emilio Cornejo Costa y José Velázquez, y la acusación, en manos del fiscal Mario Silva, dictó un cuarto intermedio y anunció escuetamente que “en el tiempo de ley se dará a conocer la decisión”.
A Anadón se le imputó que “en su calidad de contribuyente inscripto ante la AFIP-DGI, con actividad registrada de fabricación de vehículos automotores, en cuya actividad y como empleador, reviste además la condición de agente de retención de los aportes a la seguridad social, presentó las declaraciones juradas de aportes y contribuciones en virtud de las cuales declaró haber efectuado retenciones de los aportes previsionales de los salarios del personal a su cargo durante 2011 y 2012, pero omitió luego depositarlos en el plazo legal establecido.
O sea, evadió impuestos.
En la imputación se detalló que las “apropiaciones indebidas de los aportes destinados a la seguridad social fueron constatadas en oportunidad de efectuarse el control de cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de AFIP-DGI, oportunidad en que se comprobara que las sumas consignadas en las declaraciones juradas no habían sido ingresadas dentro de los diez días hábiles administrativos posteriores al vencimiento del plazo”.
Aunque la defensa pidió el sobreseimiento por cuanto entendió que el “procesamiento es incorrecto y debe revocarse”.
En este sentido, se enumeró la presentación espontánea del empresario, la declaración de necesidad de la empresa y que el bien jurídico protegido no fue vulnerado.
Así, explicó que Anadón se presentó espontáneamente ante las autoridades tributarias, señalando que el Tribunal que procesó al empresario “interpretó erróneamente” la presentación, puesto que lo hizo porque no podía pagar.
En esta línea, sostuvo que “el bien jurídico tutelado, la Hacienda Pública, no fue vulnerado”, en virtud de que explicó que el empresario avaló ante la AFIP-DGI el crédito fiscal que le pertenecía en virtud de la retención del IVA.
La defensa entendió que no hubo afectación del bien jurídico tutelado porque entendió que “la misma plata que adeudaba estaba en el Estado”. Respecto de la declaración de necesidad, señaló que la empresa atravesaba una situación crítica y advirtió que aún cuando la firma poseyera la posibilidad de girar cheques en descubierto no significaba que no estuviera en problemas, incluso precisó que tenía la capacidad de giro excedida.
Pero siete años después, nada de todo esto aparecía en el horizonte.
Cristina estaba en la cresta de la ola, Urribarri no había comenzado a ensayar el sueño entrerriano y Anadón era un empresario para mostrar.
“Tengo una curiosidad inmensa por conocer lo que hacen ustedes acá, porque además es un producto impresionante”, dijo Cristina Fernández al llegar a la II Brigada Aérea junto al gobernador Urribarri aquel jueves de mayo de 2009.
Cristina observó con detenimiento la réplica del avión Avro y los autos Alfa Romeo Monza, Bugatti Tipo 43, ambas del año ’30, la Masseratti Pinin Fariña del año ’60 y el motor Bugatti Tipo 35 del año 1928 dispuestos en el hangar para su apreciación.
El tiempo puso al empresario modelo ante los estrados judiciales como evasor de impuestos.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.