“Nueva imagen producciones” es el nombre de una empresa creada un mes y días antes de comenzar a facturar por montos importantes. ¿El pagador? Rovella Carranza SA, una empresa atribuida a José López, el ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo que mostró del modo más grotesco el nivel de corrupción al que estuvo sometido el Estado nacional. Es el mismo que fue descubierto enterrando 8 millones de dólares en un convento, en una trama que Umberto Ecco hubiese rechazado por incrédula.
La revelación la hizo el periodista Jorge Riani en el sitio Análisis Digital.
¿Quién es la cara visible de Nueva Imagen Producciones? Una mujer que se llama Ana María Dechanzi. Se trata de la esposa de José Capellacci, un funcionario del área de Relaciones Institucionales y Prensa de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV). Capelllacci fue la mano derecha del ex titular de la DPV y no hacía nada sin el aval de Jorge Rodríguez, ex titular de Vialidad, actual subinterventor del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE.)
Rodríguez, claro, negó todo. “Nunca me reuní con López”, afirmó el funcionario. También se despegó de la figura de Ana María Dechanzi, titular de “Nueva imagen producciones”, que recibía los pagos de Rovella Carranza SA, empresa atribuida a López. “Me están involucrando en algo con López por una actividad de una empresa que no tengo ninguna relación, que no la conozco y no sé qué hace”, aseguró. Agregó que “de las más de 150 obras que se licitaron, tres se adjudicaron a Rovella Carranza. No conozco a la empresa ni al dueño de Rovella Carranza”. “Vivo hace 24 años en la misma casa y hace cinco años que tengo el mismo auto” y “es una lástima que algunas informaciones erróneas son digitadas ex profeso para ensuciar mi nombre”, sentenció.
¿Cómo hubiese sido posible a esta buena vecina de apellido Dechanzi llegar al corazón del dinero fácil que representaba López sin el aval de alguien con llegada? El que tenía llegada con López era, precisamente, Rodríguez. “Se reunían en Buenos Aires todas las semanas”, dijo una fuente conocedora a ANÁLISIS DIGITAL.
Hay varias facturas que Rovella –la empresa de López– pagó a Dechanzi, que es la cara visible de algo más amplio. La fecha de inicio de actividades de “Nueva Imagen Producciones” es 1 de noviembre de 2013. Y ya en el caluroso 2 de enero de 2014, cuando la administración pública estaba de receso, cobra sus primeros 33 mil pesos en concepto de “campaña de información, difusión y concientización de Seguridad Vial (Radial). Obra: Enripiado Ruta Provincial Nº 9, correspondiente al mes de diciembre de 2013”. Un mes después, el 3 de febrero, aparece otro pago idéntico. Y también en marzo, abril, mayo y junio de 2014. Cada mes, un desembolso de 33 mil pesos.
Es notable la “suerte” de esta empresa que al mes de constituirse factura, se hace de 198.000 pesos en concepto de una incomprobable difusión de concientización. Las fuentes que consultó este sitio, y que enseñaron las primeras facturas que aparecen de la empresa de López en la provincia, hablan de que esto es apenas la punta del iceberg.
No hay que dejar pasar que la empresa de Dechanzi se veía beneficiada por hacer trabajos que debía hacer, desde la esfera estatal, su esposo, como titular del área de Relaciones Institucionales y de Prensa de Vialidad.
Aportan también el dato de que una modalidad de “hacer caja” era la de poner un monto de cada obra pública para promoción, precisamente, de la obra. Así se manejó en el ámbito vial. Y Jorge Rodríguez, que tiene un expediente con su nombre en la Justicia para que tome cuerpo judicial la denuncia de la revista ANÁLSIS de hace exactamente un año. En efecto, la edición del 16 de julio de 2015, la revista denunció el demanejo de fondos de la DPV y el desvío de dinero en el organismo que por entonces estaba presidido por Rodríguez.
Contamos por entonces que la Dirección Provincial de Vialidad tiene un prepuesto anual de 2.500 millones de pesos, y luego comenzamos revelando el informe del Tribunal de Cuentas al que tuvo acceso la revista, que dejó al desnudo el manejo discrecional de fondos distraídos de sus objetivos. “Es el caso de la creación de una escuela privada, en el marco de la cual se evidenciaron “serias irregularidades” en las “erogaciones efectuadas desde la mencionada Dirección, destinadas a la puesta en funcionamiento de una escuela bajo el nombre de ‘Heraclia Ruiz Díaz’”. También se observa el desvío de fondos para pago de sueldos de docentes y la cesión en comodato para una escuela privada. La denuncia –dijimos– apunta al director de Vialidad, Jorge Rodríguez, quien además integra la asociación civil beneficiada con el desvío de fondos. El caso de la escuela es apenas una muestra de un festival de dinero distraído, por lo que el organismo de contralor administrativo tiene en carpeta varias actuaciones, y aunque no lo admitan públicamente sólo esperan la luz verde política para sacar a la luz las compras injustificadas, desvíos de fondos y el festival de designaciones en la oficina central del organismo encargado de construir caminos”.
Un grupo de abogados entrerrianos llevó el caso a la Justicia. Y allí está sin que haya novedades. La semana pasada se dijo que Rodríguez había sido convocado a declarar, pero nadie en sede tribunalicia pudo confirmarlo.
En una nota que escribió quien firma esta columna, reveló que tanto el titular de Vialidad, Jorge Rodríguez, fue integrante, como presidente, de la asociación civil que sostiene legalmente a la escuela. Contábamos hace un año que Vialidad paga 14 docentes y hay desvíos de fondos por 1,5 millones de pesos, según un informe del Tribunal de Cuentas al que citamos. La matrícula que pagan los alumnos era de $ 300.
Bien, hay que decir que el desvío de fondos continúa realizándose porque, más allá de la indignación pasajera de algunos, nada cambió. Las irregularidades que se destacan son “tanto en el trámite de otorgamiento de la autorización para funcionar desde el Consejo General de Educación, como en el uso de los fondos públicos para un fin distinto al de su otorgamiento, y sin existir contraprestación en beneficio del organismo”.
El caso fue llevado a la Justicia por los entonces diputados provinciales María Emma Bargagna (FAP-Paraná) y Jorge Monge (UCR-Diamante), con patrocinio legal de los abogados Rubén Pagliotto y Ramiro Pereira. Entre la prueba ofrecida para abrir la causa se adjuntaron tres páginas de una investigación publicada por la revista ANÁLISIS en julio de 2015.
Los números del año pasado
A la DPV de Rodríguez nunca le costó gastar en promoción. En materia de gastos por un concepto que se llama “Cortesías y homenajes” se dispuso hace un año, una partida de 667.000 pesos, y luego se amplió esa suma con otro medio millón de pesos extra. Cuando este cronista preguntó qué es “Cortesías y homenajes”, las fuentes consultadas dicen que de allí salían los souvenires, como gorras y remeras, que inscribían la leyenda “Jorge Rodríguez conducción”.
Cuando la situación es menos nimia que la de un souvenir, los montos suben. Por ejemplo, en materia de viáticos se pagaron en casi siete meses de 2015, dos millones de pesos más que lo que se pagó en todo el ejercicio anterior, lo que totalizan pagos del orden de los 7 millones de pesos en viáticos en lo que va del corriente año.
Ahora, fuentes del Tribunal de Cuentas revelan que hay un escándalo en puerta en materia de festival de viáticos que se pagaron en la DPV durante el “reinado” de Rodríguez.
La Dirección Provincial de Vialidad tuvo un presupuesto asignado para este 2015 en curso de 2.500 millones de pesos. En sueldos se pagaron 426 millones de pesos, que con los aumentos salariales otorgados terminaron el año siendo 600 millones de pesos.
Hoy, Rodríguez es el hombre número dos de otro organismo que maneja buenos sueldos: el Ente Provincial de Energía de Entre Ríos, donde, como subinterventor tiene un sueldo de más de 110 mil pesos.
Fuente: Jorge Riani, de Análisis Digital.