El velatorio de los restos del cura Antonio Orlando Mattiassi, que falleció este lunes 16 a los 90 años, derivó en una situación enojosa con el actual párroco del Inmaculado Corazón de María, de Bajada Grande, Héctor «Tito» Albornoz, fuertemente criticado por un sector de la feligresía.

El Arzobispado de Paraná informó ayer, tras conocerse el deceso del sacerdote, que sus restos serían velados a partir de las 21 del lunes en la parroquia que tuvo bajo su responsabilidad Mattiassi entre 1976 y 2010, el templo de Bajada Grande. Pero a las 12 de la noche las puertas de la parroquia se cerraron.

 

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Nadie explicó los motivos, ni se conoció una voz oficial que diera razones. El cura Albornoz fue increpado en la puerta de la parroquia Inmaculado Corazón de María, a medianoche, con las puertas del templo cerradas y el féretro de Matrtiassi adentro, pero optó por el desdén. Un grupo de fieles que acudió a Bajada Grande para darle el último adiós al cura  se encontró con el hecho de que el templo tenía sus puertas cerradas.

A un costado, el cura «Tito» Albornoz se entretenía con su celular sin dar respuesta a las preguntas de los fieles.

 

El posteo del Arzobispado en Facebook con detalles del velatorio e inhumación de los restos de Mattiassi tuvo varios comentarios en tono de reproche. «Qué barbaridad y falta de respeto llegar a la iglesia donde están velando al padre Orlando Mattiasi y que te cierren las puertas en la cara. Lunes 16/01 a las 00:00 el señor `Cura Tito´ Albornoz echando a los fieles del velatorio», dice un posteo. Otro: «Vergonzoso y bochornoso lo que ha hecho el sacerdote `Tito Albornoz`, echó a los fieles y no dejó acompañar los restos del querido Padre Orlando Mattiassi!! Quién debe tomar medidas ante tal acto repudiable???».

Desde la curia evitaron referirse al tema.

Albornoz no tiene un año en Bajada Grande. Su designación como párroco del Inmaculado Corazón de María se conoció el 15 de febrero de 2022, y tomó posesión el 5 de marzo del año último.

En 2014, el Arzobispado aceptó la renuncia a la función de párroco de Santa Ana que presentó Albornoz y le concedió  «permiso por un año». Al año siguiente, en 2015, el arzobispo Juan Alberto Puiggari lo envió como vicario a la parroquia Inmaculada Concepción, de Villaguay.

Después de la llegada de Albornoz a Bajada Grande, se conoció la petición de un grupo de fieles que pidió al arzobispo Puiggari que el cura sea llevado a una residencia y sacado de la casa parroquial.

«Algunos miembros de la comunidad de la Parroquia Inmaculado Corazón de María nos dirigimos a Usted para invitarlo a venir a nuestra iglesia y poder así contarle de un tema que nos angustia, nos supera y es la salud del Padre Orlando», decía el texto de la nota que pusieron en manos de Puiggari los fieles del Inmaculado Corazón de María.

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«Al padre hay que acompañarlo porque es un hombre grande, y con un temperamento fuerte. Físicamente se lo ve bien, pero su mente, no. Esa es la complicación. Hay un grupo de personas que lo quieren, que lo apoyan. No es fácil sacarlo de la parroquia, porque tiene muchos años ahí. Pero hay gente también que necesita el acompañamiento de un sacerdote. Por eso, el arzobispo ha ido cambiando los párrocos», agregaba la nota.

Así fue como Mattiassi debió abandonar Bajada Grande y terminar sus días en la Residencia Sacerdotal Jesús Buen Pastor, donde falleció este lunes. Sus restos fueron inhumados este martes en el Cementerio del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, en el Brete.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora