Luis Alfonso Erbes, subsecretario de Presupuesto y Finanzas de la Provincia, perteneciente al área de Economía, pedirá por segunda vez a la Justicia que lo sobresea de una causa en la que está denunciado del presunto delito de enriquecimiento ilícito.

El pedido también lo realiza su esposa, Lucrecia Zuttión, quien se desempeña como fiscal del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos.

El año pasado, Erbes y Zuttión formularon el pedido de sobreseimiento al juez de Garantías José Eduardo Ruhl, pero éste lo rechazó. Los denunciados apelaron y este martes a las 10,00 se tratará nuevamente el pedido ante Alejandro Cánepa, vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones.

A la audiencia asistirán el fiscal Aramberry y los defensores Ladislao Uzín Olleros y Franco Azziani Cánepa.

Según supo Entre Ríos Ahora, Erbes y Zuttión no están aún imputados formlamente del delito y esa falta de imputación fue una razón del juez Ruhl para rechazar el pedido de sobreseimiento y que se continúe la investigación. Ese mismo criterio tuvo el juez en el caso del intendente Domingo Daniel Rossi en la causa por presunto enriquecimiento.

La defensa, en tanto, sostiene que han pasado 6 años desde la apertura de causa y que se debe dictar el fin de los plazos para investigar, cuestión que extingue la acción penal.

La causa

La investigación penal preparatoria se inició en agosto de 2016 tras una publicación de Daniel Enz, director de la Revista Análisis, en la que informó el repentino crecimiento patrimonial de la pareja, quienes únicamente tienen como ingreso dineros de la administración pública provincial, donde trabajan hace unos años.

Tras la publicación, la denuncia en la Fiscalía la formularon los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet. Los letrados son conocidos por haber realizado diferentes denuncias contra el exgobernador y actual embajador argentino en Israel y Chipre, Sergio Urribarri, y figuras de su gestión.

En su artículo, Enz sostuvo que Erbes vivió primero en un complejo habitacional del Instituto Autárquico de Planeamiento y Viviendas (IAPV), y que luego compró una casa ubicada a la vuelta, en Uranga 575, en proximidades de la Escuela Privada Nuestra Señora del Luján de Paraná, entre otras adquisiciones que llamaron la atención.

La denuncia de Pagliotto y Mulet

En su denuncia, los abogados mencionaron diversos aspectos de la nota periodística. Por caso, citaron que el funcionario Erbes «abusando de su cargo, solicitó y/o exigió a empresarios del rubro de la construcción ‘aportes’ de dinero para la campaña del ex -gobernador (la del ‘sueño entrerriano’ de hacerlo Presidente de la República), a fin de facilitar y/o agilizar el cobro de sus acreencias. Asimismo y a unísono, se habría cometido otro injusto, al haberse desviado parte de ese dinero exigido ilegalmente a los empresarios, al propio patrimonio del funcionario aludido, por lo que en la figura del artículo 268º del catálogo represivo, se subsumiría presuntamente la conducta desplegada por el agente».

Asimsimo, señalaron que se estaría ante el delito de enriquecimiento ilícito en función de «la adquisición en los últimos años de propiedades inmuebles muy costosas por parte del matrimonio integrado por el contador Luis Alfonso Erbes y la contadora Lucrecia Zuttion. Se describen los distintos inmuebles que el matrimonio de funcionarios fue adquiriendo a través del tiempo y se agregan otras circunstancias que vuelven aún más espurias esas transacciones».

Señalaron además que ambos «comienzan a habitar un complejo habitacional del IAPV, y poco tiempo después adquirir una casa ubicada a la vuelta de la primera (Calle Uranga Nº 575). A la par adquieren un amplio terreno contiguo a esa vivienda, en la que se encontraba enclavado un galpón, que transformaron en un envidiable gimnasio con aparatos de última generación, con sauna, jacuzzi, amplia pileta, jardín y un salón de usos múltiples de importantes dimensiones, equipado con juego de luces, equipos de audio y de televisión con amplias pantallas. Luego se le sumó, en el mismo predio, un coqueto departamento para la hija mayor del matrimonio».

Refirieron también que «en el año 2014 Erbes supuestamente vendió ese inmueble a uno de los empresarios de la firma que compró COTAPA (negociación poco ética, es cierto, ya que era el estado provincial quien hacía esa operación y el contador Erbes integraba uno de los organismos que tuvo activa participación en la venta de la empresa láctea y su esposa integrante del organismo fiscalizador».

En otro pasaje, siguiendo el artículo periodísitco, afirmaron que «el matrimonio adquiere un piso en un moderno edificio situado en calle Malvinas (entre Santa Fe y Buenos Aires), amoblándolo por completo, ya que los muebles de su antigua residencia quedaron allí» y que «el pasado año (2015) Erbes compró dos lotes en el complejo «La Cándida», en algo así como $1.300.000 cada uno, y actualmente está construyendo una importante vivienda sobre uno de ellos. A la par adquirió un lote en el barrio Amaneceres del Seminario, pero que estaría a nombre de un familiar suyo. También habría realizado inversiones en lotes e inmuebles en la localidad de Ramírez, de donde es oriundo».

Finalmente, acotaron que «la investigación periodística da cuenta también de inversiones inmobiliarias en la ciudad oriental de Punta del Este, lugar a donde la familia suele viajar con mucha frecuencia y también numerosos viajes al exterior, destacando el último a Belice, uno de los más connotados paraísos fiscales».

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.