Ahora que se habilitó el tramo de calle Corrientes, entre Rosario del Tala y La Paz, que estuvo en obras por ensanche, ocurre lo que siempre sucede en la ciudad con emprendimientos de este tipo: en vez de volver más fluido el tránsito, se complejiza porque el espacio que se gana a las veredas lo utilizan los automovilistas para estacionar sus vehículos. En el tramo ensanchado de Corrientes, los vecinos estacionan ahora a ambos lados de la calle. De acuerdo a lo que indicó la Municipalidad de Paraná, la habilitación de ese carril oeste de calle Corrientes -que tiene por fin descongestionar y agilizar el tránsito en la zona- conllevó una inversión del Municipio de casi 7 millones de pesos. Fueron colocadas tres nuevas columnas de alumbrado, bancos, cestos de basura y receptáculos para siete árboles. Todo este mobiliario ocupa la nueva vereda. La intervención en esa zona da cumplimiento a una estrategia urbana planificada hace casi un siglo –previstas en las Ordenanzas 2.736 del año 1927 y 3.265 de 1936 ratificadas por el Código Urbano de la Ciudad de Paraná-, que requirió el progresivo retiro de la línea de edificación. Ahora, resta que se apliquen controles y que el mayor espacio se destine al tránsito y no al estacionamiento.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.