El cura Néstor Toler, párroco de la parroquia Santos Justo y Pastor, de Colón, que el último Viernes Santo, en medio de la estricta cuarentena por la pandemia de coronavirus, salió a predicar por todos los barrios, no se mostró arrepentido, a pesar de haber sido notificado por Prefectura de una actuación judicial iniciada en su contra por violar un decreto de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Alberto Fernández.

Tres meses después de aquella situación que se viralizó en las redes sociales, Toler aseguró que “en lo personal, lo del Viernes Santo fue un antes y un después en mi vida», y sostuvo: «Fue hermoso haber salido y pedido perdón como un persona social, pero en mi  corazón yo fui fiel a lo que Jesús me pidió. Si uno anda por los barrios en estos 70 días, más allá de esta solidaridad hermosa de darle la vianda a tantos hermanos, si se consulta qué es lo más significativo que ocurrió, mencionan que fue el Viernes Santo”.

El viernes 10 de abril, Viernes Santo, el cura Toler se subió a una camioneta y comenzó a recorrer los distintos barrios de Colón. Lo hizo en medio de una cuarentena estricta y sin atender a la prohibición de realizar ese tipo de actividades. El decreto de necesidad y urgencia (DNU) N° 297, firmado el 19 de marzo por el presidente Alberto Fernández, había impuesto el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Cuando el cura Toler supo que su caso había ganado la consideración pública y se encontró frente a la comisión de un delito, pidió perdón. Fue cuando Prefectura fue a notificarlo a la parroquia de la apertura de una causa en su contra.

“Me pongo a disposición de lo que tengan que hacer. Desde ya aprovecho a pedir perdón si pudo haber molestado, afectado. Nada más. Lo otro es que uno está celebrando la fe, y la fe, en este momento, es repimportante. Más allá de esto negativo, uno notó lo que pasó en los barrios más humildes. Es increíble cómo la gente necesita la fe”, fue la disculpa que ensayó ante los medios de Colón el cura Toler.

Ahora, el sacerdote brindó una entrevista a la revista Relieves, de Colón, y habló de la pandemia y para cundo pase todo, aseguró, “vamos a tener que ayudarnos mucho más, solidariamente para avanzar en cómo salir de este miedo. No sé si se aprovechó tanto para ir haciendo lectura, me paree que estamos esperando que nos den vía libre para seguir haciendo lo que hacíamos. Entonces, ¿fue un mensaje? ¿Nos ayudó en algo esto? De eso me parece que todavía estamos lejos. Me parece que vamos a tener que ir caminando en una actitud más positiva de cuidarnos unos a otros. Vamos a tener que aprender a convivir con este virus, y en este sentido me parece que puede ayudarnos ser un poquito más solidarios, más respetuosos”.

El sacerdote sostuvo que “nos tenemos que preguntar sobre el sentido profundo de esto que nos pasó y que nos está pasando. Si cada uno pudiera encontrarle qué mensaje me está dejando, nos vamos a encontrar con una comunidad  mucho más unida, más solidaria, más humana. Acá se juega si vamos a seguir por el camino de la violencia, de pisotear al otro, de vivir comparándonos, de la élite o nos vamos a abrir a estrenar una nueva humanidad, más cercana. Va a pasar en cómo lo elaboremos en el corazón, y Dios quiera y eso se manifieste en gestos solidarios, de la relación con el otro”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora