El juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, resolvió esta tarde aplicar al cura Juan Diego Escobar Gaviria 20 días de prisión preventiva, que deberá cumplir en la Unidad Penal de Victoria, mientras avanza la investigación por el supuesto abuso de un menor de 11 años, monaguillo en la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González.
La medida fue solicitada en una audiencia, que comenzó a las 13 y concluyó cerca de las 17. En la oportunidad, el cura brindó testimonio en calidad de imputado en la causa abierta tras la denuncia de dos monjas de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas lo que motivó el inicio de una investigación por parte del defensor oficial de la Justicia de Nogoyá, Oscar Rossi.
El cura fue inmediatamente trasladado esta tarde al penal de Victoria, adonde permanecerá por los próximos 20 días.
El pedido de los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina fue que se le aplicara una pena de 30 días de prisión preventiva, en tanto que la defensa, representada por los abogados Milton Urrutia y Juan Pablo Temón, se inclinaron por acordar una prisión domiciliaria, en la Casa Padre Lamy, de Oro Verde.
La causa quedó caratulada como “Promoción a la corrupción agravada”, y de acuerdo a lo que dijo el abogado Urrutia, mañana plantearán una apelación a la medida dispuesta por el juez Acosta. El letrado había planteado la nulidad de la cámara Gesell que se le practicó al menor que denunció abusos porque, aseguró, no se resguardaron todas las garantías, como que el imputado está al tanto de esa medida.
Esa observación fue rechazada por el juez.
Escobar Gaviria, nacido en Medellín, Colombia, integrante de la Cruzada del Espíritu Santo, la orden religiosa que preside el padre Ignacio Peries, llegó a Lucas González en 2005, y desde entonces y hasta el jueves, cuando fue suspendido como cura, ejerció como párroco.
El jueves 27 de octubre el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, viajó a Lucas González –a 133 kilómetros de Paraná—y le avisó a Escobar Gaviria que debía abandonar la ciudad. Entonces, Puiggari ya estaba enterado que dos monjas de la congregación, responsables del Colegio Castro Barros, que funciona contiguo a la parroquia, se habían presentado ante el defensor oficial Oscar Rossi, y habían denunciado al cura por abuso.
El lunes 31, la curia dio a conocer un comunicado en el que anunció que Escobar Gaviria tenía prohibido ejercer el sacerdocio, y en privado, Puiggari le pidió que buscara alojamiento en una casa religiosa. Pero recién el domingo Escobar Gaviria ingresó a la Casa Padre Lamy, de la congregación Servidores de Jesús y de María, en Oro Verde. Pero no dijo nada. Recién el lunes les informó a los religiosos que estaba allí porque había una denuncia por abuso en su contra.
El lunes, los fiscales Rodrigo Molina y Federico Uriburu cursaron un oficio a la curia preguntando por el paradero de Escobar Gaviria. No les respondieron sino hasta el martes 2, a la tarde. Por eso, a la mañana del martes, el juez de Garantías Gustavo Acosta libró una orden de captura contra el cura.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.