El fin del paso de comedia: ahora ya se sabe que el cura Juan Diego Escobar Gaviria no está bajo prisión preventiva. Se la había dictado el jueves 3 el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, por 20 días y con cumplimiento en la Unidad Penal Nº 5, de Victoria.
Pero el martes 8 el camarista Arturo Exequiel Dumón, del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú, acogió favorablemente un planteo de los defensores del sacerdote, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón, y revocó aquella resolución y le otorgó la libertad “inmediata”.
Primero fijó su residencia en la Casa Padre Lamy, de Oro Verde, pero en ese lugar surgieron inconvenientes: los ocupantes, la congregación Servidores de Jesús y de María se ausentó momentáneamente, y el miércoles por la noche, cuando la Policía fue por el cura, no lo encontró. Enterada la curia de la búsqueda judicial, le ordenó, a través del vicario general Eduardo Tánger, que se presentase en la comisaría de Oro Verde. Eso hizo Escobar Gaviria.
Y hoy hubo una audiencia en los tribunales de Nogoyá en el que se acordó cambiar el lugar de residencia: será un departamento que le cedieron en Oro Verde.
Escobar Gaviria está imputado en una causa que investiga el abuso de un nene de 11 años que era monaguillo en la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, adonde el cura fue párroco desde 2005, y hasta el jueves 27 de octubre último, cuando fue suspendido en el ejercicio sacerdotal por decisión del arzobispo Juan Alberto Puiggari.
El arzobispo adoptó esa decisión luego de que dos religiosas de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros, y que está contiguo al templo, lo denunciaron por haber abusado de un alumno.
El 31 de octubre, la curia dio a conocer un comunicado en el que informó que “apenas se conocieron dichas versiones, el pasado 27 de octubre, el arzobispo dio indicaciones para que den inicio las investigaciones preliminares, según lo expresa el Código de Derecho Canónico en el canon nº 1717, reguladas por las normas de Gravioribus Delictis (delitos muy graves)”.
“Como medida cautelar, el sacerdote involucrado, fue separado en esa fecha de la atención pastoral de la comunidad y se le ha impedido el ejercicio público del ministerio, según lo determina el Derecho Canónico, hasta que el proceso investigatorio culmine”, indicó la Iglesia.
De modo que Escobar Gaviria sigue en esa situación: suspendido como cura.
Mientras, la investigación en la Justicia de Nogoyá sigue adelante.
Hoy, durante una audiencia de la que tomaron parte los defensores, el propio sacerdote, los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina, y el defensor Oscar Rossi, se “aclaró” la situación procesal del sacerdote.
El más enfático en la audiencia resultó el defensor Urrutia. “Nunca el padre tuvo arresto domiciliario, así que no entendemos por qué lo mandaron a buscar con la policía a la Casa Padre Lamy. No sé de donde sacaron eso. Sí es verdad que emerge de una transcripción que se hizo en el Juzgado, a mano, que tenía arresto domiciliario. Pero no es verdad. La sentencia dice libertad inmediata. De la sentencia no emerge que tiene que estar en la Casa Padre Lamy. Dice que será conducido a la Casa Padre Lamy. Nosotros lo condujimos hasta ahí, y de ahí en más cada uno hace lo que quiere”, apuntó Urrutia.
La resolución que adoptó el martes el camarista Dumón dice lo siguiente:
“I) Rechazar, el agravio esgrimido por los defensores técnicos del imputado contra la resolución dictada por el Juez de Garantías de Nogoyá por el cual rechazo el planteo de nulidad en la audiencia respectiva, con costas a la defensa apelante.
II).- Hacer lugar parcialmente al recurso interpuesto, contra la resolución del Juez de Garantías y Transición de Nogoyá por la que decretó la prisión preventiva del imputado, resolviendo la sustitución de dicha medida dispuesta, debiendo el imputado someterse a las siguientes reglas : a) al cuidado y vigilancia de la institución del Arzobispo Juan Alberto Puiggari, quien deberá informar periódicamente – dos veces a la semana- que el imputado sigue bajo la medida dispuesta; b) obligación de presentarse dos veces a la semana ante la fiscalía actuante; c) la prohibición de salir sin autorización de la localidad de Oro verde, de la provincia de Entre Ríos y del país durante la vigencia de la misma; e) prohibición de mantener cualquier tipo de contacto o comunicación, con la supuesta víctima, sus familiares o allegados, ya sea a través de interpósita persona o a través de cualquier medio. Art. 349 inc. c. del C.P.P.E.R
III) Disponer la inmediata libertad del imputado y la carga a sus defensores del traslado bajo su responsabilidad, hacia la Casa Padre Lamy, en Oro Verde, comunicándose al Juzgado de Garantías lo obrado a los fines de que practique las comunicaciones pertinentes e imponiendo las costas en materia de agravios por su orden. No siendo para más se dio por terminado la audiencia, siendo las 15:11 horas, labrándose la presente, la que previa lectura y ratificación se firma por el Sr. Vocal, y los comparecientes. Se deja constancia que el presente acto ha sido registrado mediante soporte digital de audio y video, lo que se remitirá adjunto al legajo y se procederá a adelantar el contenido de la presente vía fax / mail.-“.
El juez Acosta confirmó que “la resolución de Gualeguaychú dispone la libertad con condiciones. Pero no es un arresto domiciliario”.
“Está en libertad. Pero en una libertad con cargas de conducta. Una, que el arzobispo Puiggari tiene que informar periódicamente de la situación de Escobar Gaviria. Ahora vamos a notificar a Puiggari si acepta esa carga o recomienda cambios”, dijo el magistrado.
Ahora, la Casa Padre Lamy, de Oro Verde, ya no será lugar de referencia para la Justicia. Escobar Gaviria ahora ocupa un departamento que le fue cedido por la curia, también en Oro Verde.
Mientras, la investigación avanza.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.