El fiscal Eduardo Santos quedó a cargo de la investigación penal preparatoria por el supuesto delito de falso testimonio en el que habría incurrido César Rodríguez, miembro del consejo económico de la parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, cuando fue a brindar su  testimonio como testigo de la defensa en el juicio al cura Juan Diego Escobar Gaviria por cuatro casos de corrupción de menores y un caso de abuso sexual simple, todos agravados por su  condición de miembro del clero.

Rodríguez fue uno de los cinco testigos que presentaron  los defensores de Escobar Gaviria, Milton Ramón Urrutia y Juan Pablo Temón, asistidos por María Alejandra Pérez, durante las jornadas de debate que se extendieron entre el martes y el jueves ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, que preside María Angélica Pivas. El testigo ahora cuestionado estuvo el jueves 24 de agosto. Cuando declaró, dijo que no era amigo del cura,  que sólo lo conocía del trato en la iglesia. Pero los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul habían hecho un trabajo previo: quisieron saber quiénes eran los testigos aportados por la defensa del cura.

Y supieron de antemano algunos datos de Rodríguez.

La sorpresa fue que hallaron que Rodríguez tiene una relación muy cercana con el cura Escobar Gaviria, aún cuando ante el tribunal mencionó que sólo era conocido: fue el sacerdote quien lo llevó por primera vez a un viaje al exterior del país, a Colombia, y con quien comparte la tarjeta azul de su auto particular, adquirido en la concesionaria de autos de Lucas González, en la cual es contadora Luciana Gaztelumendi, especie de cancerbera del cura.

¿A cualquier conocido una persona le entrega la tarjeta azul de su auto, se preguntaron los fiscales?

La denuncia por falso testimonio a Rodríguez sobrevino luego de la petición que hizo el fiscal coordinador de Gualeguay al Tribunal de Juicios y Apelaciones: Tórtul solicitó que se le permita introducir como evidencia la apertura de una investigación penal preparatoria por el supuesto delito de falso testimonio. «El testigo dijo que sólo era conocido del cura. Pero nosotros pudimos comprobar que el auto que posee desde 2010 tiene tres tarjetas azules: una en poder de su hermana; otro en manos de otro cercano a Escobar Gaviria; y la tercera la tiene el propio cura. El dato sirvió para ilustrar al tribunal que no se trata de sólo un conocido del cura, y que en esa parte no dijo la verdad», apuntó el fiscal Federico Uriburu.

El dato es una prueba más que aportó la Fiscalía y que deberá ser evaluado luego por el tribunal que, tras los alegatos de este lunes, dará a conocer su veredicto en la causa Escobar Gaviria, para quien la acusación pedirá una pena máxima de 25 años de cárcel.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.