La superiora de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, Marta Jacob, fue citada a prestar declaración testimonial en la causa que investiga los abusos de menores que se atribuyen al cura Juan Diego Escobar Gaviria.
El testimonio de la religiosa se espera para la próxima semana.
El pedido fue hecho por los dos abogados defensores del sacerdote, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón, e incluye también a la vicedirectora del Colegio Castro Barros San José, de Lucas González.
Precisamente en esa ciudad, Escobar Gaviria fue párroco en San Lucas Evangelista, desde 2005 y hasta el 27 de octubre último, cuando fue suspendido como sacerdote por decisión del arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari.
En la última semana de octubre, las monjas del Colegio Castro Barrios acudieron a los Tribunales de Nogoyá y denunciaron ante el defensor oficial Oscar Rossi que un nene de 11 años había manifestado haber sido abusado por el cura. El chico cumplió funciones de monaguillo en San Lucas Evangelista.
Escobar Gaviria luego sumaría dos denuncias más, de jóvenes mayores de edad, también exmonaguillos.

El defensor oficial Oscar Eduardo Rossi acudió de inmediato al fiscal auxiliar Rodrigo Molina y éste dispuso algunas medidas urgentes. Luego, a la investigación se sumó el fiscal Federico Uriburu.
Juan Diego Escobar Gaviria es el más conocido cura sanador de Entre Ríos, y pertenee a la congregación Cruzada del Espíritu Santo, que dirige Ignacio Peries, que enabeza la Parroquia Natividad del Señor, en Rosario.
En 2006, el arzobispo Mario Maulión dispuso la incardinación –en lenguaje eclesiástico, la decisión de vincular de manera permanente a un sacerdote en una diócesis determinada— de todos los integrantes de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo. Desde entonces, Maulión comenzó a ejercer la función de “obispo benévolo” o “patrocinante” de ese movimiento religioso que todavía no consigue el permiso del Vaticano para desenvolverse como congregación, función que ahora tiene su sucesor, Juan Alberto Puiggari.
El padre Juan Diego, como todos lo conocen, está desde ese año como párroco de la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González.
Es colombiano, y su primer destino en Argentina fue un pueblecito que se llama Timbúes, cerca de San Lorenzo, en Santa Fe. Después, llegó a Paraná, y fue destinado a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, y en febrero de 2005, pasó a Lucas González.
Suspendido estuvo un tiempo recluido en Oro Verde, pero allí cometió dos faltas: dio como domicilios para las notificaciones judiciales un departamento sobre calle Los Cardenales al 200 ocupado por otra persona, y la dirección del comedor de la Parroquia de Oro Verde.
Advertidos esos datos falsos, la Justicia pidió que fijase nuevo destino, y por eso ahora está parando en la casa de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo, en la calle Comandante Espora al 500, en Paraná.
Mientras, la Justicia de Nogoyá avanza con las tres denuncias en su contra: los expedientes abiertos están caratulados “Señor Defensor Oficial s/Presentación”, que tiene que ver con la primera víctima, un nene de 11 años; a ese se agregaron otros dos: “Juan Diego Escobar Gaviria s/Abuso Sexual” y “Juan Diego Escobar Gaviria s/Promoción a la corrupción agravada de menores”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.