La causa de los abusos de menores que se atribuye al cura Juan Diego Escobar Gaviria concluirá la breve etapa de las testimoniales –este viernes declaran las dos monjas del Colegio Castro Barros San José que hicieron la primera denuncia—y se encaminará a la elevación a juicio oral.
Son tres los casos que se le imputan al sacerdote, que entre 2005 y el 27 de octubre último fue párroco en San Lucas Evangelista, de Lucas González, pero que ahora está en cuarteles de invierno: la Iglesia lo suspendió en el ejercicio del sacerdocio mientras dure la investigación judicial y no puede salir de Oro Verde, la ciudad donde está recluido.
Se trata de un nene de 11 años, exmonaguillo de la Parroquia San Lucas Evangelista, y dos jóvenes, mayores de edad, que también fueron cercanos al cura y que soportaron los abusos de Escobar Gaviria, según relataron ante los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina, de la Unidad Fiscal de Nogoyá. La situación del cura se complica todavía más porque a las testimoniales de las víctimas, se suma la denuncia de las monjas de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, una de ellas, entrerriana, superiora general de la orden.
Las religiosas denunciaron los hechos ante el defensor Oficial, Oscar Rossi, quien luego dio intervención a los fiscales Uriburu y Molina. El martes, el arzobispo Juan Alberto Puiggari estuvo reunido, durante una hora, con el fiscal Uriburu y se enteró, de primera mano, el tenor de las denuncias que pesan sobre el cura Escobar Gaviria, colombianio, miembro de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo, aunque incardinado en la diócesis de Paraná desde 2005.
Puiggar aseguró que no intervendrá en forma pública en la marcha de la causa ni tampoco hará declaraciones: dejará que actúe la Justicia, dijo. Ya está al tanto de las tres denuncias y del estado procesal del cura. Escobar Gaviria fue hoy de nuevo a Tribunales, y se anotició de las dos nuevas denuncias, aunque al igual que la primera vez, se negó a declarar.
Luego, en una audiencia con el juez de Garantías Gustavo Acosta, se anotició de algunos cambios en su estado procesal: seguirá con libertad restringida. No puede moverse de Oro Verde, y debe comunicar tres veces por semana su situación ante la Justicia. El cura ocupa un departamento particular sobre calle Los Cardenales, y de momento no se sabe cuál será su destino posterior una vez que haya concluido la causa.
El fiscal Uriburu espera en los próximos días pedir la pericia psiquiátrica del cura, tomar los testimonios de las monjas del Colegio Castro Barros, este viernes, y luego piensa en el cierre de la instrucción, y la elevación de la causa a juicio oral.
Quizá, entonces, antes de que se celebre el juicio a otro cura acusado de abusos, Justo José Ilarraz.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.