A las 22,30 del lunes 28, el cura Juan Diego Escobar Gaviria ingresó nuevamente a la Unidad Penal N° 5 de Victoria del Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Llegó desde la Unidad Penal N° 7 de Gualeguay, lugar al que había sido trasladado para que tome parte de las jornadas de debates en el juicio oral en su contra que se inició el martes 22 y que se cerró este lunes 28, con los alegatos de las partes.
Una comisión policial lo depositó nuevamente en la cárcel de Victoria, lugar de reclusión que dispuso la Justicia el 21 de abril de 2017, luego de un pedido conjunto formulado por el abogado querellante Mariano Navarro, al que adhirió el fiscal Federico Uriburu.
La llegada desde la cárcel de Gualeguay a la penitenciaría de Victoria fue confirmada Entre Ríos Ahora por José Osuna, titular de la Unidad Penal N° 5.
En la cárcel de Victoria, sitio en el que, según sus propias palabras, pronunciantes ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay el lunes, es «un muerto en vida», lleva una vida muy otra a la que solía tener cuando era el «cura sanador» que asomaba del montón.
A la cárcel fue a parar el 21 de abril ante las continuas presiones que ejercía sobre testigos y denunciantes
Sólo sale de su pabellón –uno de los cuatro de la unidad penal, que aloja a una población inmensa, 121 internos—para celebrar misa para sí mismo todos los días a las 7 de la tarde, como informó Entre Ríos Ahora.
El capellán de la cárcel de Victoria Manuel Tornú le deja a mano todos los elementos para que se meta en la capilla y allí permanezca media hora rezando y oficiando misa para sí mismo. Y para nadie más.
Aunque los defensores del cura, Milton Ramón Urrutia, Juan Pablo Temón, María Alejandra Pérez, han procurado cuestionar la medida, el 7 de julio último la Cámara de Casación Penal confirmó el mantenimiento de la prisión preventiva hasta que se dicte sentencia en el caso. Y ese plazo se cumplirá después de que se conozca el veredicto, el miércoles 6. La sentencia, y los fundamentos, se darán a conocer en forma posterior, en fecha a confirmar.
Los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul pidieron, el lunes 28, que el cura siga en prisión preventiva después de la sentencia, y hasta que esa medida quede en firme –tras la eventual apelación de los defensores–: será el paso previo al cumplimiento de la prisión efectiva que pidieron, por 25 años.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.