El ingenio en los grafitis que se escriben en las paredes de la ciudad había estado apagado por un tiempo. La moda, los tiempos, quizá el encierro por la pandemia, habían echado al olvido esa práctica tan urbana. Pero ahora, con los controles un poco más laxos, con la tensión un poco más floja por el virus, la gente sale, recorre, y escribe en las paredes. Y vuelve el ingenio, la inventiva, las frases que dejan pensando, como esa escrita en la pared de la iglesia San Miguel.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora