La situación en la Escuela Secundaria N° 48 Domingo Faustino Sarmiento es un cuento de nunca acabar.
El 30 de septiembre, un grupo de docentes hizo una presentación formal ante el Consejo de Educación y denunció situaciones de acoso a profesoras de las que responsabilizó al entonces rector, Luis Soto.
La presentación se hizo ante la supervisora de Educación Secundaria de la Dirección Departamental de Educación de Paraná, Lelys de los Santos, y contaba, de modo muy minucioso, cuáles eran esas situaciones de acoso, dónde habían ocurrido, qué docentes, con nombre y apellido, habían sido víctimas.
Soto, que venía con una foja de antecedentes conflictiva en otras escuelas, logró enterarse de la presentación en su contra. Primero la desmintió, pero después acudió a un remedio muy elemental: pidió 30 días de licencia en el cargo, aunque a la par el Consejo de Educación decidió apartarlo del cargo e iniciar una investigación sumaria.
“No me digás que no sabés ponerla”, “te gusta estar arriba”, son algunas de las expresiones que –según la denuncia presentada – habría proferido el exrector a personal de la escuela.
En la nota también se cita el mensaje que Soto habría enviado a una preceptora junto con un alfajor: “Hay un negro que te quiere comer, en realidad quiere que lo comas a él”.
La nota que llegó a Educación advertía sobre la riesgosa personalidad de Soto, que solía incurrir en “conductas de apariencia gentil al principio y hasta amigable que avanzan a la esfera privada en diferentes niveles de significación sexual, configurando un acoso sobre el personal femenino de la escuela, sin ética ni respeto” y apelar a juegos de palabras “sobre la apariencia femenina, mensajes de amiguismo, invitación a trabajar para él como el jefe, en algunos casos, propuesta de favores con horas o regalos”.
Una vez que a Soto se lo aportó de la conducción de la Escuela Sarmiento, Educación llamó a concurso para cubrir el cargo de forma interina. Y resultó adjudicada una docente de la escuela, Nilda Bernechea, esposa de Soto.
Ocurrió lo previsible: los docentes se molestaron y los estudiantes protagonizaron una revuelta en la que exigieron que Bernachea no asumiera el cargo. La semana última Bernachea renunció, y Educación designó a un coordinador encargado de investigar la gestión de Soto. El designado resultó ser Juan Carlos Favre, exconcejal radical en Basavilbaso.
A la vez, se volvió a concursar el cargo, y resultó designada Claudia Giest, quien venía ejerciendo el cargo de rectora de la Escuela Nuestra Señora de Guadalupe.
Parecía que la situación se encarrilaba, pero en las últimas horas se supo que el exrector Soto envió cartas documento a tres de las docentes que lo denunciaron por acoso. Les exige que rectifiquen o ratifiquen lo dicho.
Ahora, en la Escuela Sarmiento están analizando los caminos legales para responder la contraofensiva del exrector que parece que está dispuesto a dar pelea.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.