“Estamos muy preocupados, hace muchos años que no veíamos estos episodios de violencia política y mucho menos un atentado contra la persona de una vicepresidenta. La Argentina no puede permitirse ningún regreso a la violencia. Por lo que expresamos, como todo el arco político, nuestro más enérgico repudio”, dijo esta mañana la ministra de Gobierno de Entre Ríos, Rosario Romero.
De ese modo se refirió al brutal ataque que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner este jueves por la noche en la puerta de su domicilio.
La Vicepresidenta regresó por la noche a su casa en la esquina de Juncal y Uruguay, en el barrio de Recoleta, donde una persona infiltrada entre la multitud intentó atacarla con un arma de fuego. El hecho sucedió durante la habitual ronda de saludos y muestras de afecto que la exmandataria realiza entre los militantes que se acercan a saludarla a su regreso del Senado,.
El agresor, con tatuajes en una de sus manos, acercó un arma a centímetros de su rostro e intentó gatillar, aunque no se produjo ningún disparo. A pocos metros del lugar se encontró un arma calibre .32 marca Bersa, que tenía balas y que estaba apta para el disparo. Según los pesquisas de la Policía Federal Argentina, la pistola tenía cinco balas en su cargado
La jueza federal María Eugenia Capuchetti y los fiscales Carlos Rívolo y Eduardo Taiano comenzaron la mañana de este viernes a tomar declaraciones a los testigos del ataque ocurrido el jueves contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Uno de los testigos del hecho -llamado Javier- declaró que el hombre detenido -Fernando André Sabag Montiel, un ciudadano brasileño de 35 años- llegó a «gatillar dos veces» a escasos centímetros de la cabeza de la Vicepresidenta.
En declaraciones a la prensa en Tribunales luego de declarar, el testigo contó que “estaba formando parte del cordón” de militantes.
Sobre el atentado, la ministra de Gobierno señaló: “Es un episodio de violencia política al que no estamos acostumbrados, no tenemos ese modo de proceder en este país. Debatimos públicamente con fuerza y vehemencia, pero nunca llegando a esas actitudes de agresión o como en este caso contra la figura de la vicepresidenta de la Nación. Esto no puede permitirse en una sociedad democrática”.
Al respecto, planteó: “Además, pensemos también que la violencia instala más violencia. De ninguna manera ni directa, ni indirecta ni lejana hay que dejar de repudiar y sancionar este tipo de hechos porque se sabe cómo empiezan, pero nunca se sabe cómo terminan. La sociedad argentina ha tenido manifestaciones rotundas desde 1983 en adelante en el sentido de defender su sistema democrático y repudiar todo tipo de violencia y la violencia política es especialmente grave porque hace a las opiniones, a las ideas y al funcionamiento mismo del sistema”.
“Lo que se pretende con este feriado nacional dispuesto por DNU presidencial es tener una jornada de reflexión, en repudio a la violencia política y como una manifestación expresa del Estado argentino en torno de la paz y la democracia”, dijo la ministra Romero.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora