Luis Miguel Etchevehere asumió al frente del Ministerio de Agroindustria en el gabinete de Mauricio Macri hace menos de dos meses.  Al sumarse a la función pública dejó la presidencia de la Sociedad Rural Argentina, cargo al que había accedido en 2012.

Pero en la transición no quiso quedarse sin sus ingresos y exigió a la Rural que le pagase un bono tendiente a compensar la pérdida de ingresos que soportó al asumir la función pública. Según publicó La Política Online, fuentes de la Rural cuentan que el pedido se originó por la demora de tres meses en cobrar el primer sueldo que existe en todo cargo político en el Estado y que, aparentemente, el ex presidente de la SRA no está dispuesto a tolerar.

“La solicitud del ministro de Agroindustria llegó a la Comisión Directiva de la entidad que, a diferencia de otras oportunidades, esta vez lo dispuso a votación. Luego de varios días de discusiones y entredichos, el sí se impuso con 14 votos contra 11 del no”, señaló la publicación.

“Así fue como Etchevehere consiguió que la SRA le abone una suma de $ 500 mil (tres sueldos de ministro) en concepto de lo que sería, en términos legales, una especie de bono de ´gratificación´ o ´reconocimiento´ por los cinco años que presidió la entidad”, agrega La Política Online.

Y señala que los dirigentes que se opusieron al pago del bono están molestos porque consideran que, no solamente no corresponde, sino que de esta manera los que votaron a favor se garantizan la posibilidad de una eventual devolución de favores por parte del ministro.

“La semana que viene la Comisión Directiva de la SRA se reúne para definir la situación del actual presidente, Daniel Pelegrina, quien tiene intenciones de continuar al menos hasta septiembre de 2018 que es cuando se terminaba el mandato de Etchevehere –dice la publicación-. Pero, al parecer, Etchevehere apoya al vicepresidente primero, Nicolás Pino, para que presida la entidad. Justamente, este dirigente fue uno de los principales impulsores del pago del bono de medio millón de pesos al funcionario macrista”.

Su familia es propietaria de parte de las acciones de El Diario, hoy controlado por Nea Capital Creativo, cuya cabeza visible es el empresario rosarino Ramiro Nieto, ligado a Fútbol para Todos.

Desde hace casi tres meses, los trabajadores de El Diario no cobran sus salarios.

Según un informe elaborado por los trabajadores del matutino, El Diario fue fundado el 15 de mayo de 1914, entre otros, por el dirigente radical Luis Lorenzo Etchevehere, bisabuelo del actual ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.

En la década de 1940, Arturo Julio Etchevehere –hijo de Luis Lorenzo– tomó el control del matutino y se transformó en el dueño y director hasta que en 1982 le entregó la dirección de El Diario, pero no el control de la empresa, a su hijo Luis Félix Etchevehere, el padre del ministro macrista. Cuando Arturo Julio Etchevehere murió, en 1994, El Diario fue heredado por sus tres hijos.

Luis Félix Etchevehere, apodado Zahorí, falleció en 2009 y al poco tiempo sus dos hermanos, Ivar Julio y Arturo Roosevelt, decidieron desprenderse de su participación accionaria. La firma que adquirió esas acciones fue NEA Capital Creativo, cuya cara visible en aquel momento fue el santafesino Walter Grenón, titular de la financiera Red Mutual, especializada en prestar dinero a tasas exorbitantes a los empleados públicos de varias provincias.
Grenón, de esa forma, se quedó con la mayoría de las acciones de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), el nombre de la empresa editora de El Diario. El paquete minoritario, en tanto, quedó en manos de los familiares directos de Luis Félix Etchevehere: su viuda Leonor María Magdalena Barbero Marcial, y sus hijos Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.

Si bien Grenón fungió como el propietario mayoritario de El Diario, en Entre Ríos todos creen –y siguen creyendo– que el verdadero dueño es Sergio Urribarri, dos veces gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados provincial.

Los contenidos de El Diario –un medio históricamente pluralista aunque con una clara línea editorial que podría definirse como liberal-conservadora– se transformaron radicalmente con la llegada de Grenón. El pluralismo desapareció y las páginas de El Diario se convirtieron en un pasquín partidario, en donde toda noticia contraria a los intereses del urribarrismo y del kirchnerismo fue censurada sin que a los comisarios políticos de turno, que poblaron la redacción del matutino mientras Urribarri fue gobernador, les temblara la mano.

Jamás en El Diario, subrayan los periodistas, hubo en democracia tanta censura como en los años de la administración de Urribarri y de su sombrío ministro de Comunicación, Pedro Báez.
Diferencias entre Grenón y Urribarri hicieron que el empresario santafesino se alejara de El Diario y desembarcara el rosarino Ramiro Nieto, empresario que hizo fama y dinero con la televisación de partidos de fútbol.

Nieto, sin embargo, muy pocas veces estuvo en El Diario y siempre se manejó a través de gerentes, pero en la actualidad ni aquél ni éstos aparecen por la empresa. El grupo accionista minoritario –el Grupo Etchevehere–, por su parte, nunca se hizo cargo de la crisis con el argumento de que “no podemos hacer nada porque somos minoría en el directorio”.

La empresa entonces se encuentra hoy en una situación de lockout, a la deriva. Para los trabajadores, el fantasma del cierre de la fuente laboral está cada vez más cerca.”

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.