Primero la citación fue para el 24 de noviembre de 2020. Después ese trámite quedó sin efecto. A finales de diciembre pasado, el juez de Transición Carlos Hugo Ríos, que tramita la causa por estafa contra Leonor María Magdalena Barbero Marcial y sus tres hijos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, firmó una resolución en la que fijó ese trámite en el calendario: sería el viernes 19 de febrero, a las 10.

Tampoco será ese día.

Ya declararon los tres hijos en la denuncia que planteó en 2013 Dolores Etchevehere contra su madre y sus tres hermanos por estafa.

Pero Leonor Barbero Marcial, de momento, no.

«De conformidad a lo solicitado por el señor Defensor Técnico, Dr. Rubén Pagliotto, las razones invocadas y la disponibilidad de agenda, difiérase la recepción de declaración indagatoria de Leonor Barbero Marcial prevista para el 19/02/2021, para la audiencia disponible del día 12/03/2021 a las 11», dice la resolución que firmó el juez Ríos y que se conoció este lunes 8.

Leonor Barbero Marcial no declaró el 24 de noviembre de 2020; tampoco lo hará el 19 de febrero de 2021. Lo hará recién el 12 de marzo.

Segundo aplazamiento y tercera fecha que se fija para recibirle declaración indagatoria.

También se fijó fecha para escuchar el testimonio del abogado Andrés Arias, representante legal de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario. En principio, debía presentarse en Tribunales el lunes 1°, lo hará el 19 del actual; y Julio Guevera, que supo formar parte del engranaje gerencial de SAER, lo hará este miércoles 10, a las 10,30.

En esa investigación penal que tramita el juez Ríos ya declararon los tres hijos de la viuda de Luis Félix Etchevehere, muerto en 2009. El 30 de octubre último, un día después de que la camarista María Carolina Castagno ordenara el desalojo de Dolores de la estancia Casa Nueva, en Paraje El Quebracho, en Santa Elena, el juez Ríos firmó la citación a indagatoria para toda la familia. Leonor Barbero Marcial había sido citada para el 24 de noviembre, pero luego el magistrado reprogramó las audiencias y dejó afuera a la matriarca.

El 22 de diciembre último declaró Luis Alberto Guevara, el último de los citados, y tras ese trámite el magistrado dispuso citar a indagatoria a Leonor Barbero Marcial, y también a dos ejecutivos de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario en la que los Etchevehere tienen poco más de 30% del paquete accionario tras la venta en 2010 a Nea Capital Creativo SA, que ahora regentea Ramiro Nieto: el abogado Andrés Arias y otro de los Guevara, Julio César.

Las tres citaciones fueron dispuestas por el juez Ríos a pedido del abogado Tomás Vírgala, defensor de Luis Alberto Guevara.

El huevo de la serpiente

Toda la historia de la causa judicial que involucra a los Etchevehere por estafa -uno de los tantos procesos en la Justicia- tuvo un origen.

El  6 de diciembre de 2013, el fiscal Ignacio Aramberry elevó al entonces juez de Instrucción Alejandro Grippo la “denuncia presentada por la ciudadana Dolores Etchevehere ante esta Fiscalía a mi cargo”: 20 carillas de mucha información que ponía contra las cuerdas a sus tres hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y a su madre, Leonor María Magdalena Barbero Marcial.

En la primera denuncia, la mujer habló de la “toma fraudulenta de un crédito del Banco Itaú por la suma de $1.066.000 equivalentes a u$s 250.000 al cambio de entonces (año 2011, aproximadamente $4,24242 por dólar) cuyo importe fue retirado  por los denunciados según así surge de los estados contables correspondientes al ejercicio cerrado al 31 de diciembre de aquel año”. Los denunciados son, claro, sus tres hermanos  y su madre.

Después, abundó en las cifras y detalló que el fraude bancario fue mayor a los u$s 250.000.  Hubo otros dos montos de u$s 360.000 y u$s50.000 que los denunciados tomaron de préstamos bancarios y se repartieron en provecho personal. Por eso, en 2014 Dolores Etchevehere pidió el allanamiento de la sede de la sociedad Las Margaritas SA, en Urquiza 1123, tercer piso, el mismo edificio donde funcionó la Redacción de El Diario, con el propósito de secuestrar los libros contables “y toda otra documentación que tenga que ver con el hecho que se denuncia”. También pidió allanamientos a las sedes de SAER, en la misma dirección, Urquiza 1123, tercer piso , dirección que corresponde a otra firma, Construcciones del Paraná, cuyo allanamiento también solicitó.

Los préstamos, después se supo, fueron pedido por los Etchevehere a los bancos Itaú y Nación, a tasa subsidiada, en teoría para fines productivos, pero que en la práctica fueron a dar al bolsillo de la familia.

Con su denuncia, Dolores Etchevehere procuraba establecer “la ruta del dinero” y la “posible utilización de los fondos (o parte de ellos) de los préstamos tomados por Las Margaritas SA en la transferencia de los inmuebles” propiedad de SAER. Desvío de fondos, vaciamiento, estafa: delitos gravísimos que una fiscal, más adelante, entendería como una simple peleíta familiar.

La investigación penal incorporó, después, una investigación que iniciaron los fiscales Alejandro Cánepa y Viviana Ferreyra sobre el proceso de vaciamiento de El Diario. En su informe detallan, de modo minucioso, de qué modo, mediante un sistema de triangulación, se vacía a SAER, la editora de El Diario, de todas sus propiedades a través de un complejo mecanismo en el que intervinieron Construcciones del Paraná, SA, de los Etchevehere, y Arroyo Ubajay y Nexfin SA, de los hermanos Walter y Viviana Grenón, dueños también de la Mutual AMUS.

“Se advierte relevante que el producido de la venta de aquellos inmuebles fue a parar a manos tanto de aquellas empresas dirigidas por Grenón, como por Luis Miguel Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda) de Etchevehere y que solo dos meses después, SAER buscaba obligarse con otras instituciones, distintas de las bancarias, para obtener más dinero ´fresco´para hacer frente a los compromisos económicos contraídos (…) lo que da la pauta que la venta de inmuebles tenía como destino exclusivo hacer circular el dinero  entre las empresas de los socios de SAER, vaciando a esta última y quedándose con sus bienes”, dice el dictamen fiscal para dar cuenta de aquel «vaciamiento».

La trama familiar tuvo, en los días posteriores a la última Navidad, un escandalete en las puertas de las mansiones que se levantan sobre la Bajada de Los Vascos, cuando Dolores Etchevehere pretendió ingresar a una vivienda otorgada por la Justicia y su madre y sus hermanos reaccionaron de modo indolente

El juez Martín Luis Furman, titular del Juzgado Civil y Comercial N° 7, que tramita el juicio sucesorio tras la muerte del jefe del clan, Luis Félix Etchevehere, en 2009, también soportó la ira de la familia.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora