La Municipalidad  de Paraná intimó a propietario de la parte del predio del exHipódromo Almafuerte por el estado de abandono del lugar, lindante a la Plaza Mujeres Entrerrianas.

El titular del predio deberá realizar las tareas de mantenimiento, bajo apercibimiento de sanción con multas en caso de no hacerlo. Es un terreno de siete hectáreas.

Se trata de un espacio emblemático de la ciudad que estaba con maleza, pastizales y tártagos que perjudicaban el bienestar del barrio. “Primero localizamos al grupo inversor, que no es de la ciudad, y encontramos a los responsables. Tras meses de gestiones, logramos que el apoderado contratara una empresa para realizar la limpieza mensual del lugar”, informó Héctor Bergara, titular de la Secretaría de Fiscalización, Control Urbano y Actividades Comerciales.

En ese marco, se estableció un mantenimiento mensual del predio. “Este compromiso subraya la importancia de mantener los lugares limpios y cuidados, en beneficio de toda la comunidad”, agregó el funcionario.

Hasta 2009, en ese amplísimo predio de 22 hectáreas funcionó el Hipódromo Almafuerte, que perteneció a una institución clave de Paraná, el Jockey Club, nacida en 1922, que en sus años fundacionales tuvo como presidente provisorio a quien luego sería gobernador de Entre Ríos, Luis L. Etchevehere.

El Hipódromo comenzó a zozobrar a comienzos de esta década.

Los tropiezos del Club fundado en 1922 se agudizaron cuando en junio de 2003 la institución terminó intervenida judicialmente con la carga de un grueso pasivo y un pedido de quiebra formulado por un abogado paranaense que reclamaba el cobro de honorarios. A partir de entonces, la administración quedó en manos de una sindicatura que administró la actividad y que analizó diferentes alternativas para evitar la quiebra.

Así, en 2005, se planteaba desde ese ámbito la posibilidad del remate del predio de 22 hectáreas —valuado por entonces en unos 22 millones de pesos, según una tasación realizada en 2004—, la venta del Hipódromo o, la tercera, la más buscada, el hallazgo de un grupo inversor que asuma la renegociación de la quiebra, e inyecte dinero fresco.

 

 

 

 

Hubo, después, diferentes amagues.

Primero, la subasta de una parcela de 2.546 metros cuadrados, restándole parte a la pista de carreras, un seguro certificado de defunción como consecuencia de la acumulación de un pasivo impagable, unos 6 millones de pesos, la mayor parte con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Hubo marchas y contramarchas, y aquel remate finalmente no se concretó, pero ya la historia estaba escrita.

De modo sigiloso, se había empezado a transitar el camino del adiós. Aquella subasta no pudo ser, pero el freno fue producto de un salvataje financiero que supuso la desaparición del Hipódromo Almafuerte: la venta total del predio al grupo Casino, y el traslado de la pista a Oro Verde.

Pronto, se olvidó la historia, el patrimonio urbanístico y la suerte del Hipódromo Almafuerte y todos empezaron a pensar en grande: el shopping que se levantaría en su lugar –en esa gran manzana que se ubica en Avenida Almafuerte y Artigas–, y el centro comercial, y los cines, y el gran estacionamiento y todo eso.

El viernes 20 de mayo de 2011, el entonces gobernador Sergio Urribarri recibió a los inversionistas, y anunció que la gran obra que se levantaría “le va a cambiar la cara a la ciudad”: la transformación de calle Artigas en boulervard, la apertura de calles que unirán Maciá con Almafuerte, un gran centro comercial con más de 60 locales.

En su residencia particular, Urribarri se entrevistó con Martín Sabat, del grupo francés Casino, que en Argentina opera bajo la cadena Libertad; Emilio Luti Álvarez, de Fideicomiso MedConsultora; y Jorge Pérez, de Neo Media, y allí vieron maquetas, dibujos, proyectos, números, inversiones, todo eso.

No había forma de fallar.

Todo marchaba sobre rieles.

Año 2015. Se inaugura la Plaza Mujeres Entrerrianas en una porción del exHipódromo Almafuerte.

 

 

El 15 de septiembre de 2011, Urribarri se entrevista otra vez con los empresarios, esta vez encabezados por Jean Christophe Brindeau, presidente del Grupo Casino.

Ya se hablaba de números: una inversión de 120 millones de pesos, la ocupación de 500 personas y un centro comercial modelo. “Esto ratifica que Entre Ríos es una provincia lanzada, que estamos dejando atrás ese perfil marginal que nos había signado hasta hace un tiempo y que estamos creciendo junto con el país de manera muy importante con inversiones públicas, privadas, generando trabajo y oportunidades para los entrerrianos”, dijo el entonces  Gobernador.

El proyecto previó conservar el edificio histórico del Hipódromo, e inaugurar el centro comercial en junio de 2012.

Nada de todo eso se cumplió.

En 2015, la entonces intendenta de Paraná, Blanca Osuna, inauguró en una porción ínfima del predio: el resto siguió siendo privado.

Para el municipio, quedaron, la plaza de 2 hectáreas y media y el sector patrimonial de 15.000 m2.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora