«Lo encontré tirado en el piso», fue lo primero que dijo Macarena Ortiz para explicar cómo fue posible que su hijo, Tahiel, de menos de 3 años, llegara el lunes 2 de mayo a la mañana al Servicio de Guardia del Hospital Centenario, de Gualeguaychú, sin vida y con signos evidentes de haber sufrido maltrato.
Las pericias médicas determinaron que el cuerpo de Tahiel «se encontraba frío, pálido, sin presentar signos vitales, con un cefalohematoma frontal biparietal bitemporal, presentando signos de sangrado en oído derecho y nariz, un hematoma bipalpebral (en ambos párpados) bilateral, un hematoma en tórax izquierdo de aproximadamente cuatro centímetros, también dos hematomas en región anterior miembro inferior izquierdo y pequeñas lesiones ulceradas generalizadas a predominio de sus cuatro miembros”.
En ese informe pericial se basó el fiscal Mauricio Guerrero, de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú, para pedir al juez de Garantías Ignacio Telenta la detención de la mujer y de su pareja, Alfredo Sebastián «Pato» Ferreyra, quien el martes 3 de mayo, al día siguiente, tomó la decisión de suicidarse en el calabozo de la Jefatura de Policía, donde estaba alojado.
De acuerdo a diferentes fuentes consultadas, Macarena Ortiz ingresó al Hospital Centenario con su hijo en brazos, envuelto en una frazada. «Ingresó tranquila al hospital, caminando. Cuando vio al personal que estaba en la Guardia, comenzó a decir incoherencias mientras destapaba el rostro del niño que se encontraba cubierto por una frazada. Dijo que lo encontró tirado y lo trajo. Era evidente que ese nene había sufrido un ataque violento», relataron las fuentes.
Ahora, la Justicia resolvió que Macarena Ortiz siga con prisión preventiva. El plazo es por otros 60 días mientras avanza la investigación penal preparatoria a cargo de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú, según reportó R2820Radio.
La madre de Tahiel Moussou fue imputada por «homicidio calificado por el vínculo y alevosía».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora