Era una zapatería. Una zapatería que no sólo vendía zapatos sino que también los hacía. Como un sastre: a medida del cliente. Pero ya no. La gran casona sobre Avenida 25 de Mayo ya no está ocupada por esa clásica zapatería -que se mudó a un localcito sobre calle Cervantes-: estaba desocupada. Y ahora tiene otro destino. Está siendo demolida la construcción. Tendrá ahora otro destino. Quizá una torre. Otra cosa. ¿Perderá la fachada antiquísima su fisonomía de antaño?
De la Redacción de Entre Ríos Ahora .