Falleció este jueves, a las 9,30, el sacerdote paceño Daniel Rodríguez. La novedad la comunicó oficialmente el Arzobispado de Paraná.
«Desde el Arzobispado hacemos saber que el Padre Daniel Rodríguez ha partido hacia la Casa del Padre. Respecto de su velatorio y sepultura, previstos comúnmente en Paraná y en el cementerio sacerdotal del Seminario, informamos que ha sido pedido expreso de su familia que sea velado y enterrado en La Paz, su ciudad natal. Como Iglesia de Paraná, damos gracias a Dios por la vida y el ministerio del Padre Daniel. Rezamos por su eterno descanso y acompañamos a su familia en estos dificilísimos momentos», indicaron.
Este miércoles los médicos habían diagnosticado muerte cerebral, aunque seguía conectado a un respirador artificial.
La familia del sacerdote es oriunda del barrio Pilar, de La Paz. Sus padres fallecieron ya hace varios años.
El desenlace fatal se venía anunciando. El parte médico del martes 7 planteó la gravedad de su cuadro: daño neurológico extenso, sin respuesta a los tratamientos, Entonces, ya la familia del sacerdote estaba al tanto de que se trataba de un cuadro irreversible.
«Daniel ingresó en su etapa final. No respondió a ningún tratamiento. Seguimos rezando para que Dios y la Virgen lo acompañen en esta últioma etapá», informó su familia en el mediodía del martes 7.
El cura Daniel Rodríguez había ingresado el sábado 21 de enero al Hospital 9 de Julio, de La Paz, pero enseguida fiue trasladado a una clínica de Paraná por un tumor cerebral.
Después de la biopsia a la que fue sometido para determinar la implicancia de su afección, había sido llevado a una sala común de la Clínica Modelo, pero luego fue ingresado a la Unidad de Terapia Intensiva.
«El padre Daniel se encuentra muy delicado», indicó el parte médico que distribuyó su familia entonces.
El religioso es delegado episcopal de la Pastoral de la Salud del Arzobispado de Paraná, y además capellán del Hospital San Martín. Estuvo en distintos templos, en la Parroquia de Oro Verde y en la Capilla Virgen del Divino Amor.
Rodríguez, de 42 años, fue ordenado sacerdote en 2010 por el fallecido arzobispo de Paraná Mario Luis Bautista Maulión. En marzo de 2022 el arzobispo Juan Alberto Puiggari lo designó delegado de Pastoral de Salud, tarea que sumó a la capellanía del Hospital San Martín, a cargo de la capilla Virgen de la Medalla Milagrosa, que funciona en el interior del nosocomio paranaense.
De perfil bajo, en 2021 tuvo que acceder a la consulta de los medios cuando el Ministerio de Salud, en medio de las exigencias que impuso la pandemia de coronavirus, decidió desalojar la capilla Virgen de la Medalla Milagrosa, y ocupar ese espacio para servicios médicos. También se desmanteló la casa habitación del capellán, el cura Daniel Rodríguez.
Antes de desembarcar en el Hospital San Martín, el cura Rodríguez estuvo como vicario en la parroquia Jesús Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde. Pero de ahí fue corrido en 2017 en medio del escándalo que terminó con la salida de la vida activa de la Iglesia del otrora cura sanador Alfredo Nicola.
Nicola no volvió a oficiar misas en público aunque la Iglesia nunca aclaró públicamente cuál es su situación: actualmente sigue en cuarteles de invierno.
En 2018, la curia anunció que en la parroquia Jesús Maestro y Señor y Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, de Oro Verde, fue designado como párroco Hernán Arismendi, responsable hasta ese momento de la radio FM Corazón.
Desde ese día, Arismendi comenzó a gobernar el templo de Oro Verde, de donde fue corrido Nicola.
El nombre de Nicola estuvo salpicado por el escándalo a lo largo de 2017.
Un docente de la Escuela Parroquial Jesús Maestro y Señor, que fundó Nicola, Gabriel Flores, fue denunciado por un supuesto abuso a un alumno. Cuando supo que había sido denunciado, el docente desapareció de Oro Verde en medio de la noche, abandonó su auto al costado del río, y en el interior dejó una carta dirigida a sus padres -viven en Misiones- y todos supusieron un suicidio. Nada de eso. Nadó hasta una isla y de allá fue traído por un pescador, se presentó en la Policía y entonces se anotició de la denuncia en su contra en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abusos del Poder Judicial.
En paralelo, se conocieron denuncias por abusos contra el cura.
Antes de que ganaran la luz pública esas denuncias, Nicola anunció por whatsapp que se tomaba un tiempo de licencia por estrés, después de un acuerdo al que había llegado con Puiggari. Pero al mes volvió, dispuesto a tomar su lugar que había quedado en manos del vacario Daniel Rodríguez. El vicario se sorprendió cuando lo vio volver y estuvo a punto de renunciar por la situación incómoda. Finalmente, no renunció.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora