Comenzó este martes el primer juicio por jurados en la ciudad de La Paz, en el marco de la investigación en la que Jonathan Rivero, de 20 años, está acusado del femicidio de su expareja, Romina Roda, de 22 años.

El crimen sucedió el domingo 26 de abril de este año en el barrio Feria. Desde entonces, Rivero cumple prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná. De la primera jornada del juicio participaron por el Ministerio Público Fiscal el fiscal Oscar Sobko y la fiscal María Constanza Bessa; el imputado y su abogado defensor Fernando Báez, y por el Ministerio Pupilar el abogado Martín Millán.

En los alegatos de apertura, que comenzaron pasadas las 13,30, el fiscal Oscar Sobko manifestó a los jurados que Rivero sólo “está arrepentido de haberse entregado” y que debe ser considerado culpable porque “tomó la vida de una mujer porque la entendió suya”.

Antes de ello, el vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Alejandro Grippo, tomó juramento a los integrantes del jurado, luego le dio las instrucciones y explicaciones de la función que deben cumplir, quienes resolverán si el imputado es “culpable o no culpable”. Tras estas instrucciones se dio inicio al debate.

El fiscal Oscar Sobko, dio cuenta en su alegato de apertura de la acusación contra Rivero: “Aquí se discute la autoría de Rivero. Esta Fiscalía tiene entendido que el 26 de abril, aproximadamente a las 8 de la mañana o un poco antes, el señor Rivero salió desde su domicilio en el ejido Sur, cercano a los excuarteles de La Paz y se dirigió 2 mil metros hacia el norte, hacia el domicilio de su cónyuge, porque estaban casados. Ingresó al domicilio munido con un cuchillo de unos 13 centímetros de hoja, con un mango de madera y guampa, y le dio muerte a Romina a través de varias puñaladas”.

“Esto lo hizo en presencia de niños los hijos de Romina Roda, y de una de las hijas de Rivero”, agregó y, dirigiéndose al jurado, resaltó que se probará que “desde el inicio en la relación de pareja hubo un contexto de violencia de género”.

“Estamos hablando que a Rivero no solo se le imputa un homicidio calificado por el vínculo, sino que también se realiza bajo contexto de violencia de género. Dos meses antes, Romina había decidido terminar con la relación y lo había hecho para salir del círculo de violencia. Con estos elementos probatorios, vamos a dar por tierra con lo que es el principio de inocencia de Rivero y la duda razonable”, explicó.

Asimismo, sostuvo que se acreditará que “Rivero es autor penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido en una situación de violencia de género. Va a ver muchos familiares como testigos, pero uno de ellos será importante. Es el relato, en Cámara Gesell, de un niño de 12 años de edad, hermano de Romina, que vio que Rivero comete este hecho y se retira del lugar”.

Al finalizar su alegato, el fiscal indicó que tras cometer el crimen, el acusado se dirigió a la casa de un policía –el sargento José Zárate- ubicada a unos 300 metros del lugar del hecho y se entregó: “Rivero golpea las manos y dice: ‘Policía, me vengo a entregar’”, contó Sobko.

“Rivero es un hombre que ha tomado la vida de una mujer porque la entendió suya. Ya cuando entendió que la estaba perdiendo prefirió que no sea más nada que una cruz en el cementerio. Estamos frente a un hombre arrepentido. ¿De matar? No. Está arrepentido de haberse entregado”, cerró.

«La investigación tiene vacíos probatorios»

A su tiempo, el defensor oficial Fernando Báez, pidió al jurado popular que aplique el criterio de la duda razonable en el caso y que declare inocente al joven. “Rivero no es el responsable de la muerte de Romina porque no estuvo en el lugar de los hechos.  Tampoco existían causas de violencia de género que dieran lugar a un comportamiento como el que se le acusa”, dijo.

Luego sostuvo que en la investigación hay “enormes vacíos probatorios” respecto de la responsabilidad de su defendido. “Por ese vacío se debe aplicar el criterio de la duda razonable. En este caso particular hay más signos de interrogación que certezas. Y esos signos de interrogación deben llevarlos a ustedes a considerar que el mismo no es culpable”, finalizó.

El juicio continuó con la declaración testimonial de la familia de Romina.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora