El juez de Garantías Mauricio Mayer aplicó hoy una prórroga por otros 30 días de prisión preventiva bajo la modalidad de arresto domiciliario que cumple Jorge Julián Christe, acusado por el femicidio de Julieta Riera, ocurrido el pasado 30 de abril.

El fiscal Ignacio Aramberry había pedido que amplíe en 40 días más la prisión preventiva bajo arresto domiciliario por cuanto, dijo, subsisten los riesgos procesales de peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación en marcha, que todavía no ha concluido.

Dijo que la pena en expectativa que podría llegar a recaer sobre Christe por el femicidio de Julieta Riera, prisión perpetua, constituye un elemento clave para la fuga, y citó el caso de Carlos Iván Caminos, condenado a 22 años y 6 meses de cárcel por el homicidio de Milton Luna, sometido a juico por jurados, el primero en Entre Ríos, que luego de la audiencia en la que se lo declaró culpable se fugó y ahora tiene pedido de captura nacional e internacional.

La situación de emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, apuntó Aranberry, no puede ser elemento que frene ese peligro de fuga. «No es verdad que no se pueda fugar. Tenemos el caso de Caminos, que con familia constituida, conviviente, trabajo estable, y con menores recursos económicos que el imputado, no impidió mantenerse sustraído del accionar de la justicia, con una condena ya en su mochila», aseveró.

Al planteó del fiscal se sumó la querellante particular, Corina Beisel.

Franco Azziani Cánepa, defensor de Christe, rechazó esa analogía. «El Estado debió garantizar la ejecución del fallo (en el caso Caminos, NdelR). No se le puede atribuir a Christe el riesgo de fuga. Si Caminos pudo fugar sin recursos, con más razón lo podría hacer Christe, razonó el fiscal. Pero lo que tenemos para decir es que, en cuatro meses en los que lleva utilizando tobillera electrónica, no recibió ningún llamado de atención por parte del Servicio Penitenciario. Y no lo hizo porque Christe viene cumpliendo con las medidas», señaló.

La Fiscalía pidió que se prorrogue la prisión preventiva bajo arresto domiciliario de Chariste por 40 días o hasta que se fije la audiencia de remisión a juicio del caso. La defensa, en tanto, pidió la libertad lisa y llana del acusado por el femicidio de Julieta Riera.

De paso, en boca del otro defensor, Ladislao Uzín Olleros, reprochó la «negligencia» del cuerpo pericial de Tribunales que, luego de que el 4 de mayo se le practica la pericia psicológica y psiquiátrica, el informe no ha sido presentado por los peritos, lo que impide cerrar la investigación penal preparatoria. «Es un bochorno que a casi 9 meses de haberse realizado la pericia las psicólogas de Tribunales no hayan presentado el informe. Y no tenemos noticias de cuándo lo van a presentar. Esto amerita, al menos, un llamado de atención», completó Uzín Olleros.

«Esta negligencia supina no puede atentar contra los derechos de nuestro defendido», subrayó.

La investigación

El último 27 de octubre, el juez de Garantías Mauricio Mayer decidió extender la prisión domiciliaria de Jorge Julián Chrsite, acusado del femicidio de su pareja María Julieta Riera. El arresto lo cumple en casa de su madre, la exjueza Ana María Stagnaro.

Entonces, el fiscal Ignacio Aramberry había pedido la extensión de la medida por 30 días o hasta que la causa sea elevada a juicio oral y público; mientras que la abogada Corina Beisel, representante de la familia de Julieta, peticionó que sea por 45 días. Ambos argumentaron la existencia del riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación, a través de la intimidación a eventuales testigos en el juicio.

En tanto, los abogados defensores de Christe, Franco Azziani Cánepa y Ladislao Uzín Olleros, pidieron la excarcelación de su defendido, es decir, el cese de la prisión domiciliaria. Los letrados destacaron que desde que se inició la causa, su defendido nunca fue denunciado por inconducta o alguna falta que ponga en riesgo la investigación.

El magistrado, que acogidó favorablemente el pedido de Fiscalía, consideró esa vez que «no es absolutamente descabellado» pensar que Christe pueda amedrentar testigos del juicio. «Entiendo que no es absolutamente descabellado que para mejorar su situación procesal pueda amedrentar testigos», aseveró.

Ladislao Uzín Olleros y Franco Azziani Cánepa, defensores de Christe.

En tanto, resaltó que la herramienta para neutralizar la posibilidad de intimidar testigos es «el arresto domiciliario asegurado con una importante caución».

«Entiendo que esas medias instrumentales tienen un efecto jurídico y simbólico, porque desautorizamos que cualquiera de estos riesgos se pueda disparar. Estamos actuando con un criterio restrictivo, de vigilancia respecto de que lleguemos con un juicio oral y publico limpio y donde se conozca la verdad. También desautarizamos cualquier probabilidad de riesgo actual y concreto sobre cualquier mujer testigo en el juicio», refirió.

El caso

La acusación del fiscal Ignacio Aramberry dice que el jueves 30 de abril, entre las 2,30 y las 2,50, Jorge Julián Christe, 31 años, de ocupación piloto de avión, sin trabajo estable, hijo de Jorge Luis Christe, jubilado, y de la exjueza Ana María Stagnaro, asesinó a María Julieta Riera, 24 años, con quien convivía en un departamento del octavo piso del edificio de Peatonal San Martín 918 en una relación caracterizada por “la violencia de género, habiéndola sometido a maltrato físico, agresiones sexuales, daños a la propiedad y agresiones psicológicas ”.

Aramberry le imputó a Christe el delito de “Homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y violencia de género”.

En la acusación, el fiscal destacó un hecho particular: el hombre, luego de dar muerte a Julieta Riera se dirigió, dizque en moto, hasta la Jefatura Central de Police, en el Centro Cívico, para denunciar la muerte de su pareja en un “ accidente ”. No obstante, Christe, luego de haber formulado esa denuncia sobre la muerte de Julieta, fue revisado por médicos que determinaron que en su cuerpo tenía signos de haber mantenido una lucha física.

Basándose en los informes forenses, la Fiscalía aseveró que para producir la muerte de Riera, Christe agredió físicamente a su pareja “y le comprimió manualmente el cuello hasta dejarla en estado de inconsciencia. Aprovechando ese estado, y sin ningún riesgo para sí, la arrojó con vida desde el balcón del departamento 5 °, del octavo pis, del edificio de calle San Martín Nº 918 de esta ciudad, desde 19,38 metros de altura, produciéndose la muerte (…) Producto de las graves lesiones sufridas al impactar su cuerpo sobre el techo de una habitación ubicada en la planta baja de la edificación lindante ”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora