El viernes amaneció soleado en Paraná. El centro es, por estos días, un laberinto al que los automovilistas se apuran a acostumbrarse de muy mala gana: se han cortado calles de acceso a Plaza 1° de Mayo y es como si la ciudad funcionara con un solo pulmón: la obra de remodelación de la Peatonal San Martín toca su punto más crítico en el caotizado tránsito paranaense.
Dos cuadras hacia el bajo de Plaza 1° de Mayo, en Corrientes y Andrés Pazos, hay tres vehículos estacionados; uno con música tan fuerte que obliga a un vecino a asomarse al balcón de su casa para ver qué sucede. Abajo, en la puerta de ingreso de un local que antes fue una colchonería, hay un pequeño tumulto. Son los últimos apurados que van por sus tickets para asistir a la edición 2022 de la Fiesta de Disfraces, que se realiza este sábado en el amplísimo predio del Acceso Norte. Ahí está el local de venta de entradas.
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El fenómeno de la Fiesta de Disfraces revoluciona una ciudad que viene de transitar la Fiesta Nacional del Mate, en un escenario al aire libre, en Plaza de las Colectividades, que durante dos noches, lunes y martes, fue lleno total. Este sábado, el show y el glamour de los disfraces se traslada al Acceso Norte, donde se espera una convocatoria récord. Desde que comenzó la venta de entradas, el 26 de noviembre de 2021, el interés ha ido creciendo.
El dato clave es que se espera a unas 50 mil personas en la edición 2022 de la Fiesta de Disfrace, este año, después de dos sucesivas suspensiones por pandemia, se reubicó en el calendario y se realiza en marzo. De acuerdo a cálculos extraoficiales, más de un tercio de las entradas fueron compradas por personas de otras ciudades: pero no todos ocupan plazas hoteleras. Se alojan en casas de amigos, de familiares; también paranaenses que estudian fuera de la ciudad y que vienen por la Fiesta de Disfraces en compañía de amigos que alojan en sus casas; otros viajan solo por el día, llegan a mediatarde, asisten a la fiesta y, al finalizar, se vuelven a sus destinos.
La cartelera anuncia para este sábado a Duki, Bizarrap y el DJ Fer Palacio; en tanto que en el espacio electrónico tocarán el DJ británico Steve Lawler, Manu Desrets, B2B y Londonground. Por otro escenario de la fiesta, el más cachengue, se presentarán John C, Big Apple, Papi Champ y Falke; y por el VIP pasarán La Konga y Hernán y La Champions Liga.
La última edición de la Fiesta de Disfraces, previa a la de este sábado, fue el 17 de noviembre de 2019. Después, ocurrió la pandemia de coronavirus.
Pero este fenómeno no siempre tuvo la envergadura de ahora. La Fiesta de Disfraces nació en 1999 como una fiesta de amigos, que pronto adquirió ribetes de envergadura. En su segunda edición, la fiesta estuvo al borde del naufragio: el lugar que se había conseguido, a través del padre de uno de los integrantes del grupo primigenio que le dio vida, era el Círculo Católico Obrero, pero una vez que el comedido supo que no se trataba de una fiestita de 30, sino de un baile de disfraces para más de 100, rápidamente quitó la reserva y la fiesta quedó en ascuas. A último momento se consiguió un salón en calle Santa Fe, donde fueron más de un centenar de invitados y hasta un gaucho que entró pisando fuerte con su caballo.
La tercera edición ya tuvo algo más de producción y la sede fue el salón de Fatsa, atrás del Seminario, cerca del predio que ocuparon más adelante en Don Bosco y Circunvalación. La entidad, el gremio que agrupa a los empleados de la sanidad, facilitó el lugar sin conocer muy bien de qué se trataba el asunto. Por eso la sorpresa del cuidador, cuando uno de los organizadores llegó vestido de Boluda Total –el personaje de Fabio Alberti- a pedirle que por favor enchufara los feezers.
Cuando resolvieron alquilar un salón del Puerto Nuevo, en 2002, la cosa ya trascendía la celebración de los seis cumpleaños y fue la primera vez que se cobró entradas: dos Federales con una consumición. A partir de entonces no paró de crecer: llenaron Excándalo, al año siguiente y tras algunas dudas avanzaron hacia La Rural donde definitivamente terminó por resultar un buen negocio para los 22 integrantes de La Banda del Palo.
En la Rural la fiesta ya cobró dimensiones extraordinarias y se convirtió en suceso. Después, el show fue incrementándose, buscando nuevos escenarios. En 2009 se afincó en un predio ubicado en Circunvalación y Don Bosco, después se mudó a Colonia Avellaneda hasta finalmente recalar en la locación actual: un predio ubicado sobre Acceso Norte República de Entre Ríos al 3.500, entre Juan Morath y Jorge Luis Borges, un espacio de 10 hectáreas ubicado a pocos kilómetros del centro Paraná.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora