-Todo el tiempo vemos el pronóstico. Los datos nos dicen que para el 7 de octubre no habrá lluvias. Pero es contra lo único que no podemos hacer nada.

Julián Abramor se rinde ante la fatalidad de la naturaleza, esa que en 2015, cuando la Fiesta de Disfraces se mudó de Paraná a Colonia Avellaneda y que sería luego la de mayor convocatoria -56 mil personas-  soportó un tropieza meteorológico: fue el primer año en que se debió posponer a causa de las intensas lluvias. El predio, ubicado en el Acceso Norte, se convirtió en un lodazal y nada se pudo hacer más que suspender la fiesta por una semana. La fiesta se suspendió una semana y se realizó el 22 de agosto de 2015 y marcó récord de público.

Ahora, la edición número 24 -todo empezó, dice la historia, en 1999 como una simple reunión de amigos que luego se desmadró, sumó propios y extraños y se convirtió en lo que ahora es: un megashown que reúne a miles de fanáticos que viven una única noche de encantamiento y desenfreno- se realizará el sábado 7 de octubre, y para abrir la puertas del show se montará un escenario de envergadura en el predio ubicado en Acceso Norte y Juan Morat, un sitio ahora inhóspito para este tipo de encuentros. Hay que dotarlo de todos los servicios, agua, luz, y recrear la ilusión solo por una noche.

Los números, dice Abramor, se han asentado: la Fiesta de Disfraces de Paraná reunirá, como en ediciones anteriores, un público que en números rondará las 40 mil personas. Aunque este año la organización batalla con un imponderable de última hora: los desajustes de la economía y el dólar desbocado. La logística, la infraestructura y los artistas tienen los vaivenes del blue.

Dice que la Fiesta de Disfraces es eso, precisamente, y no un festival de música, y que la magia, el encanto, el sello está dado por los disfrazados, el centro del show. «Tratamos de proponer artistas de renombre cada año, pero no es un festival. Incluso, hubo muchos años  en los que hubo artistas que fueron sorpresa, como la presencia de Los Auténticos Decadentes cuando celebramos los 15 años. Pero después, creo que la sorpresa es innovar en la puesta, la escenografía, la logística, ir mejorando los diferentes procesos de llegada al predio, el recurso humano, de la seguridad. La Fiesta tiene muchísimo color, y la mejor puesta son los disfrazados y eso hace que sea una fiesta distinta», desgrana durante una charla con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7.

Julián Abramor.

Ahora, para la edición 2023, cuenta, «más allá de los escenarios que tiene la Fiesta de Disfraces, que es muy diversa, hemos anunciado artistas y estamos en tratativas con algunos. Pero más allá de eso, es probable que un artista esté en el escenario central y haya gente viéndolo, y otras, en los otros escenarios, en otros salones, o viendo lo que proponen las diferentes marcas».

Este año la Fiesta de Disfraces se ubica en el calendario en un fin de semana común, y Julián Abramor dice que eso no los abruma.

-El año pasado, que se hicieron dos ediciones post pandemia, se hizo en marco y no fue fin de semana largo. Decidimos hacerla en marzo porque se había cortado por la pandemia. La hicimos pensando que se podía llegar a cortar por Covid de nuevo. No fue un fin de semana largo y potenció Paraná. Este año, más allá de ser evento privado, trabajamos de la mano de Provincia y Municipio. Los necesitamos Es una fiesta e la ciudad. Ellos nos recomendaron un fin de semana común para fortalecer la agenda turística de la ciudad.

La Fiesta es de la ciudad, se hace para la ciudad y también para los visitantes. «Hay gente que viene de afuera y te dice qué locura armar semejante estructura para un solo día. Y lo que nos pasa en Paraná, que es ciudad chica, que te limita, porque lo hacemos con poca estructura propia, y en un predio que no tiene energía ni agua ni infraestructura. Es costoso armarlo y desarmarlo al otro día. Con el tiempo y el crecimiento de la ciudad en algún momento quizá se pueda pensar en un predio ferial donde se pueda hacer la Fiesta de Disfraces y otros eventos», plantea.

Aunque la Fiesta de Disfraces necesita, como mínimo, un predio de 10 hectáreas y es imposible pensar en una locación de esa envergadura dentro del casco urbano. Se debe pensar en los alrededores.

Este año, un punto clave es la economía, y los precios que no se estabilizan y el dolar que subió a niveles impensados. Entonces, el precio de las entradas para la Fiesta de Disfraces fue un tema. «Siempre que nos sentamos a debatir pensamos en el cliente. Es un evento que se autofinancia. Y las entradas se fijan con ese objetivo. Tratamos de buscarle la vuelta para tener posibilidades de dar cuotas, que los bancos nos acompañen. Nosotros vendimos el 80% de los tickets a $7 mil. Y en la primera preventa, fueron más de 10 mil  tickets. Después, fueron $9.000, y hoy está en $15.000», detalla Abramor. «Siempre tratamos de buscarle la vuelta. Creemos que es un evento que lo vale. Nos parece que está bien el precio a $15 mil para un espectáculo al que van 40 mil personas y al que se contratan grandes artistas. También sabemos que la situación está difícil para todos», apunta.

Este fin de semana comenzó el armado del predio, que, en pocos días, albergará a la 24ª edición de la Fiesta de Disfraces de Paraná. Arrancaron los movimientos y trabajos que convertirán al gran terreno del Acceso Norte en un complejo con diversos espacios para el disfrute de miles de personas disfrazadas de todas partes de la argentina y porque no, de algunos otros países.

La Fiesta de Disfraces contará con el clásico y destacado Main Stage. Por otro lado, y como lo ha sido en cada edición, habrá un sector electrónico. También será parte del diseño de la fiesta el sector cachengue, el cual se complementará técnicamente con sector Vip. El espacio Black, en tanto, ofrecerá una gran vista al escenario principal y un servicio netamente diferenciado. Estos multiespacios se vincularán entre sí en torno al Downtown, un espacio central de la fiesta, donde las diferentes marcas propondrán experiencias de recreación e interactivas… una pequeña ciudad pensada para la diversión.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora