El camarista Guillermo Fernando Bonabotta, integrante de la Sala Segunda de la Cámara del Trabajo, hizo un fuerte reclamo a las autoridades por los problemas de inseguridad que acarrearía la falta de iluminación en el predio de la Escuela Secundaria N° 36 (exComercio N° 1) , ubicada en Urdinarrain y Avenida Ramírez.

Dijo que esa situación deriva en que el edificio escolar se convierta en «guarida» de personas que cometen delitos y que, así, escapan del accionar de la Policía. Y habló de venta de drogas mediante el narcomenudeo y la proliferación de personas que buscan captar menores para la prostitución en la zona próxima a la Terminal de Paraná.

Sin ahorrar críticas, reclamó intervención al Consejo General de Educación (CGE) y de los «funcionarios ineptos». El posteo que realizó en Facebook, reclama, en duros términos, una solución: «Señor Gobernador creo que ya es hora de sumarios administrativos… necesitamos una nueva muerte? Más narcomenudeo? Más captación de menores para sexo en la vía pública?».

Según el juez Bonabotta, desde el 23 de diciembre último, todo el perímetro amplísimo que ocupa la denominada en forma corriente como Escuela de Comercio N° 1 está «totalmente sin luz, pese a notas a directora y Consejo de Educación. Consulten en la comisaría 4° los problemas que hay. Hasta cuándo seguir manteniendo funcionarios ineptos!».

En comunicación con Entre Ríos Ahora, Bonabotta sostuvo: «Vengo desde hace bastante tiempo presentando notas. Primero, pedí por la limpieza, que ahora gracias a Dios se logró. No obstante, convivimos con la mugre, sobre todo en la vereda, que corresponde a la escuela. Ahora, limpiaron. Pero hasta hace un mes era un caos. En cuanto a las luminarias, están totalmente apagadas desde el 23 de diciembre. Solamente están las luces de la calle. El problema mayor se da sobre calle Saraví, donde se generan situaciones de narcomenudeo, captación de menores para la prostitución, hay travestis que trabajan ahí. Todas las noches para ahí la Comisaría 4°. Tanto nos rasgamos las vestiduras por las mujeres, y por calle Saraví no puede transitar una mujer de noche».

El juez sostuvo que sin luminarias, el predio de la escuela se convierte en «guardia para muchos ladrones, y la Policía no puede entrar». Al respecto, expresó que «la solución» vendría por la decisión de «iluminar» el predio de la escuela. «Un mísero foco en las escaleras laterales y traseras, porque así como está se mete gente con droga, se escapa gente de la Justicia, y la Policía no puede ingresar. El Estado es el que se despreocupa por la salud de sus habitantes, y genera el ámbito propicio para que se cometan actos delictivos», alerta.

«Así -agregó-, todas las declamaciones sobre violencia de género, contra el narcomenudeo, se caen por una directora (de la escuela) irresponsable, porque la directora sabe del reclamo. Yo se lo hice. Le dije que faltaban luminarias. Pero en vez de arreglar las que faltaban, lo que hicieron fue apagar todas. También es responsabilidad de la Cooperadora y del Consejo de Educación. Acá hay varios responsables. Y como juez no me puedo seguir callando. Acá se generan los espacios para que se cometan delitos. Después nos lamentamos y venimos contra la Justicia. La Justicia no maneja la Policía. La Justicia no maneja un espacio público donde se permite el ocultamiento de actos delictivos».

Bonabotta referenció que no «no se trata de una escuela cualquiera: ocupa dos manzanas, y son insuficientes las luces municipales exteriores. Es toda una problemática que se está generando. El Estado nos cobra impuestos, nos pide aporte solidario y no soluciona un problema de inseguridad elemental frente a la Terminal de Paraná».

«Más que inseguridad, lo que hay ahí es una guarida de delincuentes, y además, sobre calle Saraví, el narcomenudeo. Eso se ve todo el tiempo. Depsués, la prostitución. Hay gente que está permanentemente tratando de captar menores o adolescentes que bajan en la terminal. Hay un exempleado del Servicio Penitenciario que para en una camionetita y le pide una felatio a muchachos jóvenes que pasan», contó, con tono alarmado.

Ante un comentario de un usuario de Facebook a su posteo, el juez agregó: «Acá hay funcionarios que no cumplen sus funciones ! Eso es lo grave!!!!».

El magistrado suele usar su perfil de Facebook para alertar sobre situaciones que tienen que ver con la falta de cumplimiento de los deberes por parte de funcionarios públicos. El 1° de diciembre último se mostró molesto por el funcionamiento de los equipos acondicionadores de aire en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Entonces se quejó por cuanto «los aires acondicionados funcionando desde el viernes… todo el finde gastando recursos del Estado! Así no hay país que aguante! Responsabilidad señores ´académicos´ … vergüenza».

De la Redacción de Entre Ríos Ahora