La ciudad no tiene una buena química con sus monumentos. Durante la gestión de la exintendenta Blanca Osuna se encaró un plan de restauración de lugares clave, pero vueltas a sus lugares las estatuas ya restauradas, fueron vandalizadas. Ocurrió, por ejemplo, con el Monumento a la Madre, en Plaza Alvear. Aunque no fue recuperado, el monumento al caudillo Ricardo López Jordán, detrás de Casa de Gobierno, en la Plaza Carbó, sigue esa misma lógica: garabateado, arruinado, sin mantenimiento. Allí, descansan los restos de López Jordán, traídos desde el Cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires, a Paraná. Eso ocurrió el 21 de junio de 1989. El 21 de noviembre de 1994 los restos de López Jordán fueron reubicados en el mausoleo construido en la Plaza Enrique Carbó, detrás de Casa de Gobierno.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.